Al menos cuatro personas murieron y dos están desaparecidas tras naufragar el miércoles una embarcación con 27 migrantes, en su mayoría afganos, en la costa caribeña de Panamá, convertida en ruta migratoria hacia Estados Unidos, confirmó este jueves el gobierno panameño.
"De manera oficial se registran 4 cuerpos sin vida", de los cuales dos son mujeres y dos varones, uno de ellos menor de edad, informó el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá en un comunicado.
El miércoles, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront, policía fronteriza) informó del naufragio de una embarcación con migrantes a bordo cerca de la bahía de Carreto, en la comunidad indígena de Guna Yala, en la costa caribeña, a unos 25 kilómetros de la frontera con Colombia.
Sin embargo, las autoridades no precisaron entonces el número de víctimas ni el número de ocupantes de la embarcación siniestrada.
El director general de Senafront, Jorge Gobea, dijo el jueves que en la embarcación viajaban "27 migrantes", de los cuales "hay dos desaparecidos".
La mayoría "era de nacionalidad afgana", agregó Gobea en un video enviado a los medios.
La búsqueda continúa
Según la nota de prensa, sigue "una intensa labor de búsqueda y rescate" para hallar a los desaparecidos y recuperar los "cuerpos sin vida encallados en los riscos cercanos a Punta Carreto".
"En esta época del año, el mal tiempo suele ser un factor consistente para las embarcaciones en ambos litorales de nuestro país, sobre todo aquellas que se movilizan desde la clandestinidad de la migración irregular", añade el comunicado.
El miércoles, el comisionado Rubén Moreno, jefe de la segunda brigada Caribe de Senafront, afirmó que la embarcación había ingresado a Panamá "zozobrando por el mal tiempo".
Las autoridades panameñas sospechan que los migrantes eran trasladados por traficantes de personas cuando, producto del fuerte oleaje, la barca naufragó.
Hasta ahora, y debido al peligro de la zona, sólo se ha logrado recuperar uno de los cuerpos de los fallecidos, según Gobea.
Ruta migratoria
Panamá se ha convertido en una ruta para los migrantes que, procedentes de Sudamérica, tratan de llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica. La mayoría son venezolanos, aunque también hay asiáticos, principalmente chinos, y africanos.
La mayoría ingresan por la inhóspita selva del Darién, en la frontera con Colombia, aunque también lo hacen por la comarca indígena de Guna Yala. En ambos casos enfrentan las inclemencias climáticas, oleajes, crecidas de ríos, animales peligrosos y grupos criminales.
En noviembre pasado, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo haber atendido más de 400 casos de migrantes que fueron víctimas de violación en la selva.
En 2023, más de 520.000 personas ingresaron a Panamá por la jungla del Darién, una cifra récord. De esa cantidad, 120.000 fueron menores, según datos oficiales.
En enero de 2024 ya cruzaron la selva panameña 36.000 migrantes, 12.000 más que en el mismo período del año anterior. Casi dos terceras partes son venezolanos. El resto son principalmente haitianos y chinos.
En 2023, los afganos, con 4.267 casos, fueron el segundo grupo de migrantes asiáticos, tras los chinos, que más transitaron por la ruta panameña. En el primer mes de 2024 ingresaron 326 afganos, frente a 291 en enero de 2023.