POR las políticas que desde gobiernos anteriores han logrado estabilidad económica y la mantienen en un rumbo positivo, al punto que el Fondo Monetario Internacional vaticina que este año crecerá 4.5%, muy por encima del promedio latinoamericano (1.6%), los paraguayos optaron masivamente por el continuismo, no sólo en la presidencia sino en el Congreso.

El contundente triunfo logrado por el joven economista Santiago Peña en la presidencia también se alcanzó en la conformación parlamentaria y las autoridades regionales, evidencia de que los paraguayos prefieren las propuestas conservadoras (Partido Colorado) a las de los liberales que, en esta ocasión aupados bajo la Concertación Nacional encabezada por Efraín Alegre presentaban una agenda programática progresista, con el tradicional y repetitivo discurso del cambio.

Si bien como cualquier nación Paraguay enfrenta múltiples problemas, siendo los mayores la lucha contra la corrupción y el aumento de la inseguridad por la el accionar de carteles del narcotráfico, la solidez económica se convirtió en un factor de peso para avalar a los ‘colorados’ que, como reseñamos anteriormente, obtuvieron contundentes triunfos en las elecciones generales verificadas este domingo.

Así, serán más de siete décadas de mando conservador en este país ubicado en el corazón de Sudamérica y esta tendencia política sigue ganando adeptos, como se refleja en las elecciones de los representantes al Parlamento y las autoridades tanto regionales como locales.

Sin concluir el escrutinio de todos estos cargos, las autoridades electorales indicaban este lunes que la Asociación Nacional Republicana (ANR), conocida como ‘Partido Colorado’, logró una amplia mayoría en ambas cámaras del Congreso, destacándose un aumento de cinco escaños en la Cámara de Diputados, donde alcanzó 48 de las 80 en disputa.

Esta nueva configuración, que incluye ahora a figuras nuevas como Johanna Ortega, Raúl Benítez y Rubén Rubin, deja a la oposición con solo 32 escaños, según informaciones del diario 'Última Hora'.

Los ‘colorados’ tienen así el apoyo suficiente para sacar adelante las medidas que consideren oportunas sin necesidad de contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios.

"Honraremos desde la Cámara de Diputados cada voto de confianza a esta nueva forma de hacer política. Cambiarlo todo tomará tiempo, pero es un desafío en el que contarán conmigo. Infinitas gracias", expresó Ortega en un mensaje difundido a través de sus redes sociales.

Los progresistas, sin embargo, contarán con un escaño, mientras que Encuentro Nacional tendrá dos y Patria Querida contará con un solo diputado en la Cámara. El movimiento Yo Creo se ha hecho con dos escaños y Cruzada Nacional con cuatro.

Asimismo, los liberales cuentan ahora con 21 escaños, un descenso desde las 29 que tenían anteriormente. Está previsto que todos ellos juren el cargo el próximo 1 de julio.

Los ‘colorados’ también lograron la mayoría en el Senado, al sumar23 curules de las 45 que tiene esta Cámara alta.

Entre tanto, Cruzada Nacional desplazó al Frente Guasú, una coalición de partidos de izquierda, mientras que Patria Querida se ha hecho con un escaño.

A nivel regional, de las 17 gobernaciones en disputa, quince quedaron en poder de los oficialistas.

La victoria presidencial de Peña con ‘moñona’ política de los ‘colorados’ en el Parlamento y las autoridades regionales ratifican la hegemonía conservadora que en las últimas décadas ha manejado con aciertos y errores la política paraguaya. Esos 70 años solo tuvieron una interrupción, cuando el exsacerdote izquierdista Fernando Lugo ganó la presidencial (2008), pero fue destituido un año antes de completar el mandato por ‘incapacidad para gobernar’.

El resultado de las urnas fue contundente: el exministro de economía Santiago Peña obtuvo el 42% de los sufragios frente al candidato del progresismo, Efraín Alegre que sumó 27% y, en tercer lugar, se encasilló el exlegislador derechista antisistema, Paraguayo Cubas, con un 22%.

Peña, de 44 años, sucederá al presidente Mario Abdo Benítez a partir del 15 de agosto, por un periodo de cinco años.

Por su triunfo agradeció al exmandatario Horacio Cartes (2013-18), su padrino político, sancionado por Estados Unidos como "significativamente corrupto".

"Muchas gracias mi querido presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado), Horacio Cartes. Admiro la inmensidad de tu obstinada dedicación al partido", dijo en su compañía, ante los seguidores que los vitorearon en la sede del comando de campaña.

El analista Rubén Ramírez, de la consultora Trade and Investment Paraguay, sostuvo que "el lenguaje agresivo de la oposición contra los candidatos colorados y la calificación de 'significativamente corrupto' contra sus principales dirigentes por el gobierno de Estados Unidos terminó por aglutinar al electorado colorado, en una manifestación más de sentimiento que de raciocinio".

El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden felicitó al derechista Peña por su victoria presidencial y lo invitó a cooperar para "combatir la corrupción", según indicó el Departamento de Estado.

"Felicitamos al presidente electo Santiago Peña por su victoria en las elecciones" que fueron "libres y justas", afirma Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado.

"Esperamos trabajar con el presidente electo Peña y su gobierno para promover intereses comunes como combatir la corrupción y la impunidad, y promover la seguridad y el crecimiento económico en beneficio de ambos países", añade.

Según el Departamento de Estado, los "intereses comunes y valores democráticos compartidos seguirán apuntalando la asociación histórica" entre los dos países.

Meteórico ascenso

Esta fue la primera vez que Peña participó en una elección nacional. Su única experiencia anterior había sido cuando en 2017 perdió la postulación presidencial en las primarias coloradas frente al actual mandatario Mario Abdo.

Sonriente, amable, alto y de porte atlético, este economista de derecha es considerado como un tecnócrata con una brillante carrera académica, pero poca experiencia política.

Su ingreso a la política llegó de la mano del exmandatario Horacio Cartes (2013-18), quien lo afilió al Partido Colorado y lo tuvo como ministro de Economía, donde tuvo una buena gestión. De allí que decidiera presentarse en las primarias partidarias y fuese escogido como su carta presidencial.

Se casó cuando con Leticia Ocampos cuando eran adolescentes luego de que ella quedara embarazada. Además de ese hijo, hoy de 26 años, la pareja tiene una chica de 17.

"Fui padre a los 17 años. Fue un momento duro en la vida. No fue planificado, pero me llevó a construir sobre principios muy sólidos del compromiso, de la responsabilidad, de la honestidad, de la integridad, del saber que hay gente que depende de uno. Y sin darme cuenta, con 17 años empecé a desarrollar una vocación de servicio", aseguró en todas las entrevistas que concedió como candidato.

Peña recuerda y agradece que las familias de ambos los ayudaron y que su padre le impulsó a seguir estudiando. Reconoce también el apoyo de su madre y de sus dos hermanos mayores.

Así, pudo ir a la Universidad de Columbia en Nueva York y trabajó durante un tiempo para el Fondo Monetario Internacional. También formó parte del directorio del Banco Central de Paraguay.

Dice que durante la campaña electoral recibió "un gran soporte familiar". "Tengo un núcleo familiar maravilloso que me ha acompañado, que ha sido una contención en todo este período", sostuvo.

En línea con su pensamiento y doctrina conservadora se opone a la legalización del aborto porque le parece "lo más fácil, un atajo". Y se declara decidido a defender la familia "en su composición tradicional: mamá, papá e hijos".

Su victoria confirma la continuidad en las relaciones de Paraguay con Taiwán, establecidas hace más de 60 años. De allí que la presidenta Tsai Ing-wen, fuera de las primeras en felicitarlo y expresarle: "espero con ansias profundizar las relaciones de larga data entre nuestros países y ver al gobierno y al pueblo de Paraguay prosperar bajo su liderazgo".

Varios gobiernos felicitaron a Peña y sorprendió la llamada que le hiciera el venezolano Nicolás Maduro porque le solicitó “restablecer en el corto plazo las relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países" las que, como se recuerda, se rompieron por el reconocimiento que años atrás hizo Asunción al gobierno interino de Maduro.

Con un Congreso a su favor, Peña no tendrá dificultades en lograr el aval a sus iniciativas gubernamentales las que, de antemano, se enfocarán en generar empleos y disminuir los índices de pobreza que rondan el 25%. /