OPTIMISTA, esperanzado y alegre, como su apellido, está el candidato presidencial de una coalición progresista que quiere acabar con siete décadas de hegemonía conservadora en Paraguay, sueño que se verá frustrado según coinciden en señalar todas las mediciones de intención de voto.

El abogado Efraín Alegre (60 años) es liberal y para éste, su tercer intento por llegar al poder, accedió a una amplia coalición de centro-izquierda, con la joven Soledad Núñez como su vice,  que con el discurso progresista del cambio espera derrotar a la dupla conservadora (Partido Colorado) del exministro de Hacienda Santiago Peña (44 años) y Pedro Alliana.

Con la bandera y la promesa de la “Concertación Nacional para un Nuevo Paraguay”, Alegre ha intentado sacar rédito en la intensa campaña de la división que hay en los ‘colorados’, ya que Peña, delfín del exmandatario Horacio Cartes, se impuso en la primaria partidaria al postulado por el saliente presidente Mario Abdó Benítez.

El aspirante presidencial del progresismo paraguayo ha tomado como ‘caballito de batalla’ electoral el padrinazgo a ‘Santi’ -como le llaman sus seguidores- de Cartes, un rico empresario tabacalero, actual presidente del Partido Colorado y sancionado por Estados Unidos por corrupción. Para Alegre, ello resta ‘independencia, autonomía y credibilidad’ a su competidor.

Según analistas el hecho anteriormente descrito generó un “descalabro” en el oficialismo que dio ‘alas’ a la candidatura del hoy centro-izquierdista alegre, posicionándolo como segundo en intención de voto en la lista de los 13 aspirantes al poder.

Sin embargo, todas las encuestas señalan que la carta conservadora es la favorita, y de lejos, para ganar la presidencia este domingo, con una ventaja que oscila entre los 10 y los 16 puntos porcentuales sobre Alegre, frustrando no solo su tercer intento de hacerse a las llaves del Palacio de López (sede de gobierno), sino de convertirse en el segundo hombre que sacó a los conservadores del poder.

En los últimos 70 años, solo en una ocasión el Partido Colorado quedó fuera del gobierno en este país latinoamericano, durante la presidencia del exobispo de izquierda Fernando Lugo (2008-12), destituido un año antes de terminar su periodo.

Ante los señalamientos de su retador político, Peña se defiende reiterando que "no hay cuestionamiento sobre mi candidatura" y que, prueba de ello, es que como se lo expresó el embajador estadounidense en Asunción, Marc Ostfield, con quién se reunió recientemente, “Estados Unidos observa este proceso electoral y anticipó que trabajará con quién sea electo este 30 de abril”.

Sin debate público alguno, por la negativa de Peña a hacerlo con los trece aspirantes, lo que fue calificado por Alegre como una excusa ‘ante el miedo que siente por su inexperiencia política’ pero defendido por sus analistas como una estrategia política ya que siendo el ampliamente favorito no tiene necesidad de exponerse a una andanada de críticas de los otros candidatos.

Las encuestas, salvo la de GEO (Gabinete de Estudios de Opinión), dan como ganador a Peña este domingo, donde los paraguayos, en voto obligatorio, además de elegir presidente en una sola vuelta, definirán a 45 senadores titulares (30 suplentes), 80 diputados (igual número de suplentes), 17 gobernadores y 257 concejales de gobernación.

Las más recientes mediciones sobre intención de voto revelan una contundente victoria del aspirante presidencial conservador (colorado). Así, la de Ati Snead Consultores realizada hace una semana otorga a Peña 42.9% (casi un punto más que el registro de marzo) y a su retador centro izquierdista, 31.3%(3+), mientras que en la de Grau Asociados las cifras son 39.8% contra 22.1%, a favor del primero.

En cambio la de GEO da un empate técnico ya que Alegre marca 38,9% y Peña 35,2%, pero el margen de error es de cinco puntos porcentuales. Mucho más atrás aparecen el candidato antisistema Paraguayo Cubas (10%), el socialista Euclides Acevedo (6%) y José Luis Chilavert, exarquero de la selección paraguaya y del Vélez Sarsfield de Argentina, con menos de 1%.

Quien gane este domingo sustituirá a Abdó Benítez el próximo 15 de agosto, por un período de cinco años. El 30 de abril se elegirá también al vicepresidente, Casi 4,8 millones de personas están habilitadas para votar, sobre una población de 7,5 millones, en estos comicios que serán observador por misiones de la Organización de estados Americanos y de la Unión Europea.

"Alguien que no está dispuesto a someterse a un debate no puede aspirar a ser presidente", declaró recientemente Alegre, luego de que Peña condicionó su participación en un debate presidencial a la inclusión de los otros candidatos.

"Peña no tiene experiencia política, menos aún liderazgo político. Eso es lo que va a evidenciar en un debate. Por eso tiene miedo", subrayó.

En reciente entrevista a AFP, el candidato Alegre se mostró optimista, aduciendo que “hoy estamos en condiciones de proteger y controlar todo el sistema electoral, todas las mesas. Estamos en condiciones de llevar adelante unas elecciones que nos garanticen el respeto a la voluntad popular”, enfatizando que para esta jornada “hemos logrado un nivel de concertación sin precedentes en nuestra historia política: 40 organizaciones políticas, 150 organizaciones sociales están en la Concertación.

Y sobre su posibilidad de imponerse al candidato oficialista, Alegre esgrimió que él es el cambio que el país reclama porque “tenemos un escenario de un modelo que ha colapsado, que muestra su peor rostro y es el modelo de Horacio Cartes con su secretario Santiago Peña, el modelo que está sindicado como significativamente corrupto, vinculado al crimen organizado trasnacional, al lavado de dinero”.

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En esa misma línea se han pronunciado sus seguidores e inclusive expertos como Jorge Rolón Luna, especialista en seguridad ciudadana y derechos humanos, quién destacó que "la difícil situación social y económica, el avance de la violencia del crimen organizado y el incesante flujo de casos de corrupción pueden generar la alternancia".

Ante estas señales adversas, Peña, que encarna el continuismo, apunta tanto al voto duro de los afiliados al partido colorado, unos 2,5 millones de personas, (el padrón electoral es de 4,8 m illones) como a la estabilidad que dará la continuación de políticas exitosas, sobre todo en economía y sociales, como la agenda programática que tiene como prioridad combatir la corrupción, una de las mayores preocupaciones ciudadanas.

¿China o Taiwán?

En esta agónica campaña ha tenido un inusitado protagonismo la batalla diplomática que estos dos países asiáticos tienen por América Latina.

Honduras fue el más reciente país que se desmarcó de Taipéi para vincularse a Pekín, un revés para la isla asiática que también socava la influencia de Estados Unidos en la región. Y ahora ese duelo se traslada a Paraguay.

El candidato Alegre ha dicho que de ganar reevaluará las relaciones con Taiwán, lo que llevó a ese gobierno a sugerirle que no “crea en las promesas superficiales de China".

"Taiwán y Paraguay tienen una relación larga y amistosa. Hay visitas de Estado frecuentes e intercambios frecuentes entre nuestros pueblos. Los últimos años ha habido un aumento sostenido en el comercio bilateral", declaró Jeff Liu, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés, en la antesala de los comicios y en mensaje directo al candidato del progresismo.

El funcionario agregó que "al Ministerio de Relaciones Exteriores le gustaría recordarlo, y espera que Paraguay valore su relación con Taiwán y no crea las promesas superficiales de China", al tiempo que insistió en que "ejemplos previos demuestran que países que establecieron relaciones con China, como Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana, no se han beneficiado del mercado chino (...) Más bien generaron un enorme déficit comercial".

Vale recordar que de los 13 estados en el mundo que mantienen relaciones con Taipéi tras la decisión de Honduras, siete son de América Latina y el Caribe: Guatemala, Belice, Paraguay, Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas.

Además, el Vaticano, Suazilandia en África, y las Islas Marshall, Nauru, Palaos y Tuvalu en el Pacífico.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, visitará Guatemala y Belice esta semana para tratar de evitar que sigan los pasos de Honduras y Costa Rica (2007), Panamá (2017), El Salvador (2018) y Nicaragua (2021), que rompieron con Taipéi bajo presión de China.

Ahora los paraguayos están en un período de reflexión para la jornada democrática de este domingo donde, de cumplirse el vaticinio mayoritario de las encuestas, Santiago Peña hará que Alegre quede de nuevo ‘colorado’.