El mandatario Luis Abinader encabeza la noche de este domingo cómodamente los primeros resultados parciales de las presidenciales en República Dominicana, un espaldarazo a su manejo de la economía y sus duras políticas hacia la migración haitiana.

Los dos países comparten la isla caribeña de La Española, pero existe un fuerte contraste entre la República Dominicana, más próspera, y su empobrecido vecino, sumido en el caos y la violencia de las pandillas criminales que controlan buena parte de su territorio.

El primer boletín oficial, con casi el 20% del escrutinio, daba a Abinader una ventaja de más de 30 puntos sobre su rival más cercano, el expresidente Leonel Fernández (1996-2000, 2004-2012).

El presidente sumaba 59,24% y Fernández, 26,91%. Abel Martínez marchó tercero con el 10,64%. Los otros seis candidatos apenas superan en conjunto el 3% del total.

"¡Cuatro años más, cuatro años más!", coreaban seguidores del presidente en su comando de campaña.

Para ser reelecto sin una segunda vuelta en junio, Abinader necesita sumar el 50% de los votos más uno.

Más de 8 de los 11,2 millones de dominicanos fueron llamados a las urnas para este proceso donde también se renueva el Congreso.

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) de Abinader -que arrasó en las elecciones municipales de febrero- debe obtener un buen resultado también el Senado y la Cámara de Diputados, coinciden expertos.

"Este es un país que tiene mucha madurez democrática", afirmó Abinader tras votar en Santo Domingo.

Haití

Abinader goza de una aprobación del 70%, en parte por su dura política hacia la migración haitiana, que prometió mantener en un eventual segundo mandato.

Desde que llegó al poder, aumentaron las redadas migratorias y multiplicó las deportaciones, levantó un muro en parte de la frontera con Haití y cerró la migración desde el país vecino.

"¿Haití? Nosotros lo que queremos es que toda esa gente se vaya para allá para su Haití, eso nos está afectando mucho", dijo Deisy Castillo, una electora de 74 años.

"Me gusta la posición actual de mantener la soberanía; no me gusta el atropello contra los hermanos haitianos", dijo por su parte Javier Taveras, de 38 años, aunque mostró dudas sobre la verja fronteriza. "No sé qué tan efectivo sea".

Abinader se felicita igualmente por los logros económicos de su administración: habla de alto crecimiento, inflación "dentro del rango" y bajo desempleo. El Banco Mundial proyecta una alza del 5% del PIB al cierre del año, igual que el FMI, que destaca el "potencial" del país "para convertirse en una economía avanzada" en las próximas décadas.

"Anomalías"

El Partido Fuerza del Pueblo (PF), de Fernández, y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde el expresidente militó antes, denunciaron la "compra masiva" de votos desde el oficialismo.

Horas antes, el opositor había señalado tras votar que todo transcurría con normalidad, sin "grandes o importantes incidencias".

Es en todo caso una vieja práctica de la política dominicana: a cambio del voto, los partidos paganos unos 500 pesos (8 dólares) o entregan un plato de comida.

Abinader llegó al poder con un discurso anticorrupción. Uno de sus ministros aseguró el domingo que las elecciones fueron limpias.

"Estas elecciones han sido la que mayor participación de observadores internacionales han tenido", afirmó Deligne Ascención, ministra de Obras Públicas y Comunicaciones y secretaria nacional del PRM. Se refería a los 400 observadores extranjeros que acompañaron los comicios, incluida una misión de la OEA.

La Junta Central Electoral informó que no ha recibido ninguna denuncia formal de compra de votos.