LO QUE comenzó como una jugada de audacia política con el fin de frenar el auge del ala dura de la derecha francesa, evidenciado con el 31% que obtuvo en la votación de las recientes elecciones europeas, amenaza con convertirse en un revés electoral de impredecibles consecuencias para el presidente Emmanuel Macron y su coalición gobernante.
En solo una semana transcurrida desde la reacción emotiva de disolver la Asamblea y anticipar la elección legislativa (dos vueltas, el 30 de este mes y el 7 de julio) han ocurrido varios hechos políticos -algunos impensables- develando un complicado escenario no solo para Macron, sino para el peso geopolítico de Francia en la Unión Europea.
Como lo reseñó el analista internacional de EL NUEVO SIGLO en la edición de fin de semana el 11 de julio, en su artículo “El gambito de Macron de adelantar elecciones es audaz y arriesgado”, el presidente centrista galo, con su novel partido ‘Renacimiento’, apostó con este anticipo electoral a ‘frenar los extremos’, tal cual él mismo lo expresó al anunciar la campaña nacional. Pero, por razones que van desde la crispación política hasta el desencanto con reformas gubernamentales –entre ellas la nueva legislación pensional-, los franceses comienzan a decantarse por esos partidos radicales del espectro político, según las primeras encuestas.
A quince días de la primera cita en las urnas, las mediciones son muy preocupantes para el gobernante, ya que si el ala dura de la derecha, representada por Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen le dobló en votos en la elección europea, en las francesas no sólo le repetirá la dosis, sino que el otro extremo, el de la izquierda que se unió en un Frente Popular, se ubica segundo, con una ventaja de al menos 7% sobre el centrista ‘Renacimiento (Renaissance en francés), otrora bautizado como “Juntos por el Cambio” (Ensamblle).
La encuesta de Ifop Fiducial para Le Fígaro, LCI y Sud Radio, divulgada este lunes, da una intención de voto para RN de 35%, seguido del Frente Popular, 26%; Renacimiento, 19%, Los Republicanos (conservadores), 7%, DVG, la alianza de liberales y socialiberalismo, 3.5% y el populista euroescéptico “Reconquette” (Reconquista, extrema derecha), con 3%.
Un sondeo anterior, el de Cluster 17, atribuía a RN 29,5% de intención de voto, Nuevo Frente Popular con un 28,5% y de alianza centrista gobernante un 18%.
Macron, quien anticipó que independientemente del resultado de las legislativas no renunciará y se mostró confiado en que “los franceses estarán al lado correcto” de la política, muestra que a su sorpresiva decisión del 9 de junio le faltó cálculo, corriendo hoy el riesgo de que su arriesgada apuesta sea un ‘harakiri’ político.
Se enfrenta así a un escenario incierto, con un reequilibrio de los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022, con el alto riesgo de ‘cohabitación’, es decir, compartir el poder con un gobierno de otro color político, que este caso sería RN, con su ascendente figura, Jordan Bardella, pupilo y candidatizado por Le Pen al cargo de primer ministro.
De confirmarse el vaticinio de las encuestas, la recomposición de fuerzas deja en claro dos cosas: la consolidación del ala dura de la derecha y el ascenso del extremo de la izquierda que, como señalamos anteriormente, decidió competir esta doble cita de las urnas con un conveniente frente unido: socialistas, ecologistas, comunistas y La Francia Insumisa (LFI, radical) llegaron a final de semana a un acuerdo programático que 100 medidas, entre las que resaltan, subir el salario mínimo, derogar las polémicas reformas de las pensiones y migratoria de Macron, así como denunciar la "guerra de agresión" de Rusia en Ucrania y las "masacres terroristas" de Hamás en Israel.
Sostenido ascenso
Medio siglo después de su creación, rebautizado y reconducido -desde 2018- hacia el centro de la derecha francesa por Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN) ha ganado terreno electoral dentro y fuera del país, como lo demostró en los comicios para la Eurocámara y se aprestaría a hacer lo mismo en estas legislativas, según el sondeo.
Con esta medición se observa que, frente a los resultados de las legislativas del 2022, RN casi que doblará los votos, ya que en esa ocasión logró 18,5% y la intención de voto para este mes lo muestra 35%, mientras que la izquierda aupada en el nuevo Frente Popular, no sumaría casi nada, solo marca 0,3% más que hace dos años.
Igual ocurriría con DVG (+0.4%) y un inamovible 3.0% para Reconquista.
El descalabro es para el partido de Macron que bajo el nombre de Ensamble logró en la pasada elección legislativa 25.75% y se proyecta una caída de -6.8%, mientras que Los Republicanos (conservadores) también caerían, ya que 11.3% al 7% que registra en la actual intención de voto.
Sin embargo, el resultado que obtengan estos últimos hay que saberlo leer, dado el impensable pacto que el líder conservador, Eric Ciotti, hizo con el ala dura de la derecha, presentando candidatos de consenso en 62 circunscripciones uninominales, en contravía de un vasto sector del partido.
Pactos como éste también se dieron en la alianza oficialista de Macron, que solo presentó candidatos en 489 de las 577 circunscripciones, en una especie de acuerdo de ‘no agresión’ con aspirantes republicanos anti-Ciotti.
En la izquierda también hubo movimientos en ese sentido. El expresidente socialista Francois Hollande, pese a ser una de las voces más críticas de la alianza del 2022 que lideró la Francia Insumisa, fue elegido por el nuevo Frente Popular como candidato por la primera circunscripción de Corrèze, que incluye Tulle y que ya ocupó entre 1988 a 1993 y de 1997 a 2012. Vale recordar que no es el primer exmandatario que concurre a unas legislativas. En 1984, el centrista Valéry Giscard d'Estaing fue elegido diputado, tres años después de perder la presidencia frente al socialista François Mitterrand.
Ante la perspectiva de un gobierno del ala dura de derecha, decenas de millas de personas se manifestaron el fin de semana y más de 200 deportistas llamaron en el diario L'Équipe a votar contra una ultraderecha que "manipula" los miedos para "dividir".
"Los extremismos están a las puertas del poder, tenemos la ocasión de decidir el futuro de nuestro país", aseguró el futbolista Kylian Mbappé, en un llamado a los jóvenes a votar, celebrado por la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra y calificado como una visión ‘desconectada de la realidad’ de los franceses, según varios líderes de RN.
Entre tanto, la alianza centrista de Macron multiplica esfuerzos para posicionarse como la mejor vía para el país. En declaración a medios de comunicación, el primer ministro Gabriel Attal, explicó que actualmente hay tres vías para Francia: las dos primeras se corresponden con "la alianza dirigida por La Francia Insumisa (LFI)" de Jean-Luc Mélenchon y "la alianza dirigida por la Agrupación Nacional (RN)" de Marine Le Pen y Jordan Bardella, y ambas, según él, serían "una catástrofe para el clima social del país y también una catástrofe para la economía y para el empleo".
El tercer escenario lo encabeza él mismo bajo el nombre de “Juntos por la República” que incluye al movimiento ‘Renacimiento’, que no tendrá candidato, por ejemplo, en la circunscripción de Corrèze, en el centro del país, donde se presenta Hollande. La decisión, dijo, se tomó para favorecer al diputado de Los Republicanos.
El temor ante el vaticinado triunfo de RN disparó las alarmas en los gremios productivos franceses. La Asociación Francesa de Empresas Privadas, que aúpa a 117 grandes compañías del país, expidió un comunicado donde manifiesta que "hay gran riesgo es que la economía francesa y europea quede descolgada de forma duradera" por "las tentaciones de aislamiento internacional" y el aumento del gasto público comprometiendo, de paso, “el mantenimiento del empleo y de nuestro modelo social".
En otro acápite va más allá indicando que el resultado de estas legislativas "determinará la credibilidad de Francia ante sus socios europeos e internacionales”.
Como se ve, en la historia reciente de la Quinta República no había estado el ambiente político tan crispado e incierto. Con el sostenido ascenso del ala dura de la derecha, la izquierda unida en segundo lugar de intención de voto, cisma en los conservadores, la coalición gobernante frente una debacle anunciada y su líder, el presidente Macron, ante un ilógico ‘harakiri’ político./Redacción internacional