El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, anunció, ante la sorpresa general, su dimisión como jefe del gobierno de coalición de centro-derecha, afirmando que no cree ser ya "la persona adecuada para el puesto".
El líder de 45 años, visiblemente emocionado, alegó motivos "tanto personales como políticos" al anunciar su marcha, en una declaración a la prensa un año antes de la fecha prevista para las próximas elecciones.
"Renuncio a la presidencia y a la dirección del (partido de centroderecha) Fine Gael y dimitiré como primer ministro tan pronto como mi sucesor pueda asumir el cargo", dijo el político en Dublín.
Haga clic aquí para seguirnos en WhatsApp
Leo Varadkar era jefe de gobierno desde diciembre de 2022.
En 2017, cuando tenía 38 años, este médico de ascendencia india y gay se convirtió en el primer ministro más joven de una Irlanda que siempre ha tenido reputación de ser muy conservadora.
Entre 2020 y 2022 dejó su lugar a Micheal Martin, líder del otro partido que participa en la coalición, Fianna Fáil, que en este momento es ministro de Relaciones Exteriores.
"He tenido el privilegio de ocupar cargos públicos durante veinte años, trece de los cuales fueron en el gobierno y siete como líder de mi partido, la mayor parte de ellos como primer ministro de este gran país", señaló Leo Varadkar.
Sin embargo, admitió que "después de siete años en el cargo (al frente de su partido, ndr), ya no tengo la impresión de ser la persona adecuada para este puesto".
"Los políticos son seres humanos y tienen sus límites", añadió. "Lo damos todo hasta que ya no podemos más y tenemos que pasar página", explicó.
Su salida se produce tras la debacle del referéndum propuesto el 8 de marzo por el gobierno para modificar las referencias a la mujer y la familia en la Constitución, redactada en 1937.
La primera pregunta de la consulta popular propuso ampliar el concepto de la familia para extenderlo más allá de la base del matrimonio, incluyendo las "relaciones duraderas", como las parejas que no se han casado y sus hijos.
Un 67,69% de los votantes eligió el "no" para esta primera pregunta.
La segunda pregunta, rechazada por un 73,9% de los votantes, planteó borrar una referencia anticuada sobre el papel de las mujeres en el ámbito doméstico, que afirma que deben cumplir con "sus obligaciones" en el hogar.