Relaciones furtivas entre Israel y Arabia Saudita | El Nuevo Siglo
Foto: Archivo El Nuevo Siglo
Martes, 18 de Agosto de 2020

La decisión de Emiratos Árabes Unidos (EAU) de normalizar las relaciones con Israel podría llevar a Arabia Saudita a profundizar sus furtivas relaciones con el Estado israelí ahora que Riad busca captar inversiones para financiar su ambiciosa transformación económica, prevén los analistas.

Emiratos Árabes Unidos se convirtió el jueves en el primer país del Golfo en normalizar las relaciones con Israel, tras un histórico acuerdo promovido por Estados Unidos, que abre la vía a acuerdos similares con otros Estados árabes.

Arabia Saudita, la mayor economía del mundo árabe, ha mantenido un silencio llamativo sobre el acuerdo, pero autoridades locales han insinuado que es poco probable que Riad siga los pasos de su principal aliado regional en un futuro cercano.

Sin embargo el yerno del presidente estadounidense Donald Trump y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, afirmó que convendría a los intereses de Arabia Saudita normalizar sus relaciones con Israel, “debilitaría la influencia del enemigo común Irán en la región y al final ayudaría a los palestinos”, añadió.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que se trabaja en la creación de un corredor aéreo con Arabia Saudita para los vuelos hacia Emiratos Árabes Unidos, una medida en la línea de la normalización de las relaciones con Abu Dabi.

Aziz Alghashian, profesor de la Universidad de Essex especializado en la política del reino petrolero con Israel, dijo que la "normalización de EAU-Israel se presta a ampliar el ámbito de las relaciones indirectas entre saudíes e israelíes".

Arabia Saudita, que alberga dos de los lugares santos más importantes del islam, hará cálculos políticos sensibles antes de formalizar el reconocimiento del Estado hebreo.

El reino del desierto ha cultivado lazos encubiertos con Israel en los últimos años, un cambio liderado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán pese a que su padre, el rey Salmán, ha manifestado su apoyo a un Estado palestino independiente.

La animosidad compartida contra Irán, junto con los intentos sauditas de atraer inversión extranjera para financiar el ambicioso plan de diversificación económica del príncipe Mohamed, parecen acercar más que nunca al reino a Israel.

Una parte central del plan de diversificación es NEOM, la creación de una megaciudad de medio billón de dólares en la costa occidental del reino, que según los observadores, necesita la pericia de Israel en sectores como la manufactura, la biotecnología y la ciberseguridad.

La creación de NEOM "necesita paz y coordinación con Israel, especialmente si la ciudad quiere convertirse en un atractivo turístico", dice Mohamad Yaghi, investigador de la fundación alemana Konrad Adenauer.

Los Estados del Golfo buscan de manera creciente la tecnología israelí para vigilar a sus ciudadanos y comprar misiles de precisión que los países occidentales no les quieren vender, escribió Yaghi en abril.

Arabia Saudita ha tratado de mantener su acercamiento con Israel fuera de la vista pública, pero no ha sido fácil.

En junio, una cuenta de Twitter verificada relacionada con la embajada saudí en Washington aseguró que el consejo de ministros saudí había acordado contratar la empresa de ciberseguridad israelí Check Point Software en NEOM. La embajada lo negó después y se distanció de la cuenta.

Pero Marc Schneier, un rabino estadounidense con estrechos lazos con el Golfo, aseguró que el viceministro de Defensa, príncipe Khalid bin Salmán, le había dicho que Israel era "parte integral" para concluir la obra.