Los republicanos nominaron el martes a su cuarto candidato en dos semanas para sustituir al destituido presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Mike Johnson, representante de Luisiana, ganó una votación interna del partido, dijo la presidenta de la conferencia, Elise Stefanik, apenas unas horas después de que el anterior nominado, el líder de la mayoría Tom Emmer, cedió a la enérgica oposición liderada por el expresidente Donald Trump y se retiró de la contienda.
Emmer, el más moderado de los que se presentaban al cargo, salió victorioso de una serie de consultas a puerta cerrada que comenzó con nueve candidatos, pero se desconoce si logrará convencer a casi todos los republicanos para que lo respalden en una votación en sesión plenaria.
El Congreso no puede abordar las múltiples crisis globales ni la amenaza de cierre del gobierno desde que Kevin McCarthy fue destituido el 3 de octubre a petición de un grupo de partidarios del expresidente republicano Donald Trump.
Pero McCarthy, de 62 años, sigue siendo el Plan D del partido, por gozar de gran popularidad entre la mayoría de los republicanos de la Cámara de Representantes, que ya rechazaron a dos candidatos a sucederle.
Si Emmer tiene éxito será el presidente de la Cámara de Representantes con menos experiencia en más de un siglo, ya que nunca presidió un comité ni ocupó un puesto de liderazgo durante un largo periodo de tiempo, aunque desempeñó un alto cargo en campañas electorales republicanas.
Pese a ello tendría que negociar un acuerdo presupuestario para 2024, favorable a su partido, con negociadores mucho más experimentados que él, desde el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, hasta el presidente Joe Biden, para evitar el temido cierre del gobierno.
También lideraría una cámara profundamente dividida en un momento en que Biden pide financiación para ayudar a Ucrania en la guerra contra Rusia y a Israel en su conflicto con el grupo islamista palestino Hamás.
Emmer es partidario de Trump pero algunos trumpistas lo consideran desleal por haber votado a favor de la certificación de la victoria de Biden en las elecciones de 2020.
En una carta a sus colegas antes de la votación afirmó que busca un "cambio histórico".
"No tenemos más remedio que luchar muy duro para mantener nuestra mayoría en la Cámara y cumplir con nuestra agenda conservadora", escribió Emmer, padre de siete hijos.
Cada uno de los candidatos al cargo se comprometió inicialmente a respaldar al elegido, pero no está nada claro que Emmer vaya a obtener los 217 votos que necesita.
Si todos los demócratas votan en contra de él, como se da por sentado, solo puede permitirse el lujo de que cuatro republicanos le den la espalda.
Por el momento sólo 117 de sus colegas votaron por él en la ronda final de las consultas internas, según la prensa estadounidense, y 97 prefirieron a su rival Mike Johnson.