¿Seguirá Maduro atornillado al poder en Venezuela? | El Nuevo Siglo
Poderío político y económico de los militare dificulta que retiren su apoyo al régimen del dictador.
AFP
Domingo, 3 de Enero de 2021
Redacción internacional

Cuando la Unión Soviética se movió para imponer dictaduras comunistas a las naciones de Europa Central después de la Segunda Guerra Mundial, enfrentó el problema de que varias de ellas, incluidas Checoslovaquia y Polonia, habían sido anteriormente democracias en funcionamiento con una variedad de partidos políticos. Los soviéticos solucionaron el problema creando partidos para competir con los comunistas en elecciones amañadas.

Setenta y cinco años después, los gobernantes de Venezuela han adoptado la misma estrategia para consolidar su propia dictadura, a la que llaman el "socialismo del siglo XXI" y que prometen fortalecer este año.



Como se recordará la Corte Suprema controlada por el régimen derrocó a los líderes de los tres partidos políticos más grandes del país, incluido el de Juan Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y más de 50 países más. El tribunal nombró a nuevos líderes que, según la oposición, aceptaron sobornos para actuar como títeres del régimen. Esto abrió el camino a una elección fraudulenta a finales del año pasado con la que el dictador logró controlar la Asamblea Nacional, rama controlada por la oposición desde el 2015.

El presidente Nicolás Maduro, que sucedió al fundador del régimen Hugo Chávez en 2013, ha logrado sobrevivir a las protestas masivas y a uno de los colapsos económicos más catastróficos jamás registrados. Así las cosas se cree que el alguna vez país más rico de América Latina, seguirá comandado por Maduro por un buen tiempo.

La consulta

Gracias a la consulta popular convocada por la oposición entre el 7 y el 12 de diciembre pasado, la Asamblea logró proclamar la extensión de su periodo y con ello el reconocimiento internacional como presidente interino de Guaidó.

Durante este año es de esperar que Estados Unidos y otras naciones que apoyaron firmemente al presidente interino continúen apoyándolo pero no se vislumbran muchas posibilidades de éxito tras casi dos años de la proclamación.

La administración del presidente de los Estados Unidos Donald Trump todavía está tratando de sofocar las exportaciones de petróleo y las importaciones de gasolina de Venezuela, pero ya no tiene una estrategia coherente de cambio de régimen.

Así las cosas y pese a que sigue siendo posible que el régimen de Maduro colapse por su propio peso. Las probabilidades de continuidad son altas.

Esto a pesar de que la producción de petróleo ha bajado casi un 80% en comparación con 2008; la escasez de gasolina, alimentos, agua y medicinas sigue siendo endémica; y las infecciones por coronavirus se están disparadas.

Apoyos de Maduro

Esta permanencia del dictador en el poder se explica por qué el apoyo del Ejército a Maduro no se ha resquebrajado y de poco han servido los reiterados llamamientos de Guaidó a las fuerzas de seguridad a ponerse del lado de los venezolanos y la Constitución y abandonar al presidente.

Esto se explica por el enorme peso que el estamento militar tiene no solo en la política venezolana, sino también en su economía. Desde que en 2013 tomara las riendas del país, Maduro ha seguido aumentando de forma gradual los privilegios que ya había venido otorgando Hugo Chávez a los rangos superiores.

Según un informe del ‘tanque de pensamiento’ Crisis Group de 2019, Venezuela tenía más de 2.000 generales y almirantes activos y retirados frente a los menos de 1.000 de Estados Unidos pese a contar con más de un millón de efectivos. Como resultado, "los altos mandos ahora controlan sectores enteros de la economía, ocupan importantes cargos políticos y administrativos y supervisan la seguridad interior del país".



Ante semejante poderío, resulta complicado pensar que los oficiales del Ejército puedan retirar su apoyo a Maduro.

Por otra parte se cree que Maduro seguirá al mando en Venezuela porque cuanta con poderosos aliados fuera del país, y que posiblemente mantendrá este año. Se trata de Rusia, China, Cuba, Irán y Turquía.

Rusia se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores aliados de Caracas a pesar de que a priori no hay razones para comprender esta apuesta de Moscú, toda vez que el principal recurso de Venezuela es el petróleo y el gas, algo que comparte con sus amigos rusos.

En lo que se refiere a China, el cortejo al gigante asiático como alternativa a Estados Unidos comenzó con Chávez y para 2015 Pekín ya había prestado al país más de 64.000 millones de dólares y colaboraba en numerosos sectores. Sin embargo, la muerte de Chávez y la caída del precio del petróleo llevaron a los prestamistas chinos a mostrarse más cautos.

Cuba, por su parte, es más un "aliado ideológico" que hoy "sigue desempeñando un fuerte papel asesor en asuntos internos y de política exterior en Venezuela", legado de la estrecha amistad que unió durante años a Hugo Chávez y Fidel Castro. Desaparecidos ambos, la relación se ha mantenido por la "necesidad mutua de auto preservación" más que por la relación de Maduro con el régimen cubano.

Sin duda el apoyo de Irán ha sido el más evidente en los últimos meses. El país ha enviado varios barcos con petróleo a Venezuela en medio de la grave carestía. La relación, de larga data, Venezuela fue uno de los primeros países en reconocer al régimen de los ayatolás tras la Revolución de 1979, se sustenta sobre todo en su posición común como enemigos de Estados Unidos más que en el beneficio económico.

Finalmente Turquía ha sido la última incorporación a este grupo de apoyos internacionales. El acercamiento entre los dos países, que en el pasado mantuvieron varios encontronazos, ha venido gestándose por la política cada vez más antiestadounidense adoptada por Recep Tayyip Erdogan, principalmente a raíz del golpe de Estado fallido de 2016.

Así parece posible que el movimiento chavista, como el de Fidel Castro en Cuba, sobreviva a un bloqueo estadounidense y consolide una dictadura integral. La política estadounidense debería adaptarse a esa eventualidad. Un buen comienzo sería ampliar la admisión de refugiados para venezolanos, incluidos activistas de la auténtica oposición.

Estrategia del régimen

Por su parte la principal agenda de la política exterior en 2021 es la defensa de la nación contra la agresión de Estados Unidos, asegura el viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela para América del Norte, Carlos Ron, quien agregó que espera que la administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, reconsidere la “política poco realista” contra Venezuela y retire los cargos de narcoterrorismo contra el presidente Maduro y otras sanciones de la administración Trump.

Sin embargo Ron remata diciendo que “si deciden continuar una política de agresión contra el pueblo venezolano, entonces intensificaremos nuestra política de defensa de Venezuela” y la lucha contra el imperialismo.