El senador estadounidense Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y otrora rival político del expresidente Donald Trump, se perfila ahora como el favorito para liderar el Departamento de Estado a partir de enero, lo que le convertiría en el primer latino en ostentar este cargo.
Ni Trump ni Rubio han confirmado el nombramiento, que ya dan por hecho sin embargo fuentes consultadas por los principales medios estadounidenses, entre ellos 'The New York Times', 'The Washington Post' o CNN. El senador, de 53 años e hijo de inmigrantes cubanos, ya forma parte de la comisión de Exteriores del Senado y llegó a sonar como potencial compañero de fórmula de Trump para las recientes elecciones.
Sin embargo, el magnate optó por el también senador J.D. Vance como candidato a la Vicepresidencia y elegirá previsiblemente a Rubio para encabezar la diplomacia estadounidense. A lo largo de su carrera política, Rubio ha seguido posiciones del ala dura republicana y, por ejemplo, ha abogado por endurecer la presión sobre los gobiernos de Venezuela o Cuba.
En relación a los conflictos abiertos en distintas partes del mundo, ha llegado a votar en contra de un paquete de ayuda militar a Ucrania y sugerido el inicio de negociaciones con Rusia, mientras que ha marcado una férrea línea de apoyo a Israel en los múltiples frentes que tiene abierto, cuestionando incluso que sea necesario un alto el fuego en la zona.
Rubio también está en la 'lista negra' de sanciones de China por sus posiciones en el Senado y ha coincidido con Trump en que los aliados europeos deben adquirir más protagonismo en temas de seguridad e incrementar el gasto en Defensa, por lo que su ascenso puede tener eco en el seno de la OTAN y de la UE.
Las fuentes consultadas por los principales medios dan también por sentado el nombramiento del congresista Mike Waltz, militar retirado de las Fuerzas Especiales, como nuevo asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, otro puesto clave para la nueva etapa que quiere arrancar Trump en enero. Waltz y Trump comparten línea política en algunos de los grandes ejes que marcarán la futura Administración.
A tenor de los pocos nombres que han ido saliendo a la luz y a las quinielas que están ahora mismo sobre la mesa, el presidente electo parece querer premiar la lealtad de quienes han estado a su lado durante estos últimos años, si bien con Rubio tuvo sonados enfrentamientos en las primarias republicanas para las elecciones de 2016, a las que aspiraron ambos.