La cuadra en donde en la madrugada del jueves 24 de junio colapsó parcialmente un edificio residencial de 12 pisos del complejo Champlain Towers South, inaugurado en 1981 al norte de Miami, hoy es un lugar rodeado de silencio. La escena, lejos de recrear una ciudad caribeña llena de colores y de olor a mar, es una reminiscencia de imágenes de guerra en donde escombros adornan el panorama.

Espectadores, transeúntes y amigos y familiares de las víctimas han llenado la valla que separa el lugar de la tragedia del resto de la ciudad con flores, fotografías y mensajes de cariño, aunque algunos de esos tributos se han visto afectados por las fuertes lluvias de Elsa, una tormenta tropical que el viernes comenzó a adquirir una nueva denominación: la de huracán.

Búsqueda y rescate

Un fuerte estruendo seguido por una nube de polvo. Así lo describieron vecinos del lugar. Ese fue el comienzo de la tragedia y de un extenuante trabajo que rescatistas norteamericanos, mexicanos e israelíes seguían ejecutando este fin de semana (con una breve interrupción el jueves primero, pues había zonas de la estructura inestables para adentrarse en ella). Ha sido, hay que resaltarlo, una de las mayores operaciones de rescate y salvamento en la historia reciente del condado de Miami-Dade.

Aunque en algún punto los grupos de personas y de sabuesos amaestrados para el search and rescue (búsqueda y rescate) tienen que hacerse a la idea de que ya no habrá sobrevivientes y su búsqueda continua pero para recuperar los cadáveres (search and recovery), hace dos días el alcalde de Surfside, Charles Burkett, dijo que esta sería una misión de rescate hasta el final, hasta que sea recuperado el ultimo cuerpo, por pocas probabilidades que haya de encontrar a alguien con vida.  

Esta misión de rescate se desarrolla en medio de un calor sofocante, alta humedad, frecuentes lluvias y tormentas eléctricas que dificultaron las labores al finalizar la semana pasada, y que con la tormenta tropical, Elsa, podrían enredar el panorama para los próximos días no solo de búsqueda sino de investigación.

Desconcierto

Desde el comienzo de la tragedia el alcalde Burkett se mostró desconcertado en unas primeras declaraciones en las que argumentó que este tipo de cosas no ocurren en Estados Unidos, arguyendo que lo ocurrido fue menos probable "que el impacto de un rayo. Estas cosas simplemente no suceden. No ves edificios cayendo en Estados Unidos y aquí teníamos un edificio literalmente cayendo", dijo.

Tal vez por eso esta noticia, en un pequeño punto del norte de la Florida, no solo hizo que la atención de todo Estados Unidos se volcara sobre ella, sino que adquirió volumen internacional. De ahí a que el presidente Joe Biden refiriera, cuando visitó el lugar de los hechos hace tres días para darle las condolencias a las familias de las víctimas: “Estamos aquí para ustedes, la nación entera. ¿Qué necesitan? Creo que tengo el poder, y lo sabremos en breve, para poder pagar el 100% del costo para el condado y el estado durante 30 días", dijo Biden.

A quien culpar

En el entretanto, mientras rescatistas buscan, familiares expectantes esperan, y amigos de fallecidos viven su luto, desde la semana pasada las autoridades y los expertos en finca raíz y normas constructivas comenzaron a barajar las posibles causas del colapso.

De hecho varios expertos consultados a lo largo de la semana por los canales de noticias CNN y MSNBC llamaban la atención sobre como esto, de hecho. carece de precedentes, pues Estados Unidos tiene una de las normas constructivas más estrictas del mundo, precisamente por la temporada de huracanes, que se asoman entre los meses de junio a octubre.  

Dicho esto, la mayoría de los expertos le ha apuntado a una conjunción de factores, que podrían ir desde problemas estructurales en el edificio (que acababa de cumplir 40 años) a posibles depresiones hasta construcciones en la zona o factores asociados al cambio climático.

Adicionalmente, un reporte local indicó que un peritaje realizado en 2018 y publicado en la noche del viernes, mostró cómo desde ese año un ingeniero había encontrado "daños estructurales mayores", muchos de ellos asociados al impacto del salitre, la humedad y la corrosión por la cercanía del mar.

Dicho informe, el de la firma de ingeniería Morabito Consultants, también había alertado sobre un fallo debajo de la plataforma de la piscina que impedía el drenaje de agua en la base del Champlain Towers.

"La impermeabilización fallida está causando un daño estructural importante a la losa de concreto debajo de estas áreas. Si no se reemplaza la impermeabilización en un futuro cercano, el deterioro del concreto se expandirá exponencialmente", advierte dicho informe.

Sea de la manera que sea, el viernes en horas de la tarde, otras autoridades del estado de la Florida se tomaron en serio este accidente y la alcaldía de North Miami Beach ordenó hace 48 horas la evacuación del edificio de condominios, 156-unit Crestview Towers, pues fue considerado inseguro.

 “Con mucha precaución, la Ciudad ordenó el cierre inmediato del edificio y la evacuación de los residentes para su protección, mientras se realiza una evaluación estructural completa y se determinan los próximos pasos”, dijo el alcalde, Arthur H. Sorey III.

Ese mismo día, en horas de la mañana, dos nuevas víctimas habían sido halladas, incluida una niña hija de un bombero de la ciudad.

"Anoche recuperamos a dos víctimas más. Trágicamente, una de estas víctimas era la hija de siete años de un bombero de la ciudad de Miami", dijo el viernes la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, durante una conferencia de prensa.

"No hace falta decir que todas las noches (desde el derrumbe) han sido inmensamente difíciles para todos, especialmente para las familias afectadas (...) pero anoche fue particularmente diferente. Fue realmente diferente y más difícil para nuestros rescatistas", afirmó. 

El canal de televisión Local 10 informó que el cuerpo de la niña fue entregado a su padre por socorristas que lo habían extraído de los escombros. Según el reporte, el padre de la niña cubrió el cuerpo de su hija con una chaqueta y colocó una pequeña bandera estadounidense en la camilla donde fue transportado.

Hasta el viernes las autoridades habían referido que la cifra de muertos ascendía a 20 y otras 128 personas seguían desaparecidas.