Tres coronas y dos carrozas para entronizar a Carlos III | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Sábado, 29 de Abril de 2023
Redacción internacional con AFP

MÁS moderna y sencilla, pero con la majestuosidad y tradición que la caracterizan, será la ceremonia de coronación de Carlos III este sábado en Londres, en la emblemática abadía de Westminster ante 2.000 invitados, entre jefes de Estado, miembros de la realeza, de la sociedad civil y, por primera vez en la Historia, de niñas del King's Scholars, de la exclusiva Westminster School.

En un momento en que un 54% de británicos cree que la monarquía sigue siendo positiva para el país y aporta más de lo que cuesta, al igual que una mayoría (58%) cree que un rey es mejor que un jefe de Estado elegido democráticamente, según reciente encuesta del instituto YouGov, esta ceremonia despierta poco interés en los jóvenes, quienes en su vida solo conocieron a Isabel II, que reinó durante siete décadas y falleció hace ocho meses.

La coronación de la jovencísima monarca, en 1953, contó con 8.000 invitados, un carruaje del siglo XVIII y duró tres horas. La de su hijo, Carlos III, un monarca a la vez nuevo y viejo, que a sus 74 años llevaba tiempo reemplazándola, se limitará a poco más de una hora y tendrá elementos modernos como una carroza con aire acondicionado y un óleo vegano.

Pero si la coronación de Isabel II fue seguida en la BBC por 27 de los entonces 36 millones de británicos, ahora 64% afirma no estar interesado, según una encuesta de YouGov, donde también expresan su inconformidad por el costo del evento.

No habrá "prodigalidad ni exceso", prometió el ministro del gabinete Oliver Dowden. Pero "es un momento maravilloso en nuestra historia y la gente no querría vernos escatimar", agregó.

Carlos III, cuyo papel es meramente ceremonial y sin poder político, llega al trono en un Reino Unido enfrentado a múltiples desafíos.

Estos incluyen aspiraciones secesionistas en dos de sus naciones -Escocia e Irlanda del Norte- y la revisión del pasado colonial y esclavista, que incluso llevó al nuevo rey a apoyar una investigación sobre el papel de la monarquía en el comercio de esclavos.

Quiche vegetariana

Buscando alentar el entusiasmo público, la familia real multiplicó los anuncios.

Se fabricó una cruz de plata para la ocasión con dos pequeños fragmentos de madera donados por el papa Francisco, que según el Vaticano pertenecieron a la "Vera Cruz" en que murió Jesús.

Se anunció la creación de un emoji de la corona para acompañar los mensajes en Twitter.

Y se presentó la receta elegida por Carlos y Camila para la ocasión: una quiche vegetariana a base de espinacas, habas y estragón.

Esperan que los británicos la preparen para las grandes comidas vecinales que tendrán lugar en todo el país el domingo 7.

Ese día por la noche se celebrará también un concierto frente al castillo de Windsor, unos 40 km al oeste de Londres. En su cartel, encabezado por los estadounidenses Katy Perry y Lionel Ritchie y el italiano Andrea Bocelli, destaca la ausencia de superestrellas británicas como Elton John, Adele, Ed Sheeran y Harry Styles.

El lunes 8, que será feriado, la familia real llamó a los británicos a realizar labores de voluntariado.

Enrique sin Meghan

Pero lo que más parece interesar a la opinión pública es la presencia entre los invitados del príncipe Enrique.

Tras lanzar duras críticas a la monarquía en un documental de Netflix y un explosivo libro de memorias, el hijo menor de Carlos III, de 38 años, asistirá solo a la ceremonia.

Su esposa Meghan, que acusó incluso de racismo a un miembro no precisado de la familia real, se quedará con sus hijos en California, donde vive la pareja desde que en 2020 abandonaron estrepitosamente la monarquía.

La coronación en sí comenzará por la mañana con una procesión en carroza desde el Palacio de Buckingham hasta la cercana Abadía de Westminster.

Allí, Carlos III prestará juramento antes de ser ungido por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en las manos, la cabeza y el pecho.

Después, recibirá los atributos reales: el manto, el orbe, el cetro y la corona de Eduardo, del siglo XVII, adaptada para la ocasión.

Camila, de 75 años, con quien se casó en segundas nupcias en 2005, será coronada con la corona de la reina María, abuela de Isabel II.

Una nueva procesión, acompañada por 4.000 militares en uniforme de gala, los devolverá al palacio desde cuyo balcón saludarán a la multitud y presenciarán un desfile aéreo.



Carruajes y coronas 

La entronización de Carlos III, que incluirá una corona de 1661 y un carruaje de más de 260 años de antigüedad, estará anclada en la Historia pero tendrá algunas novedades.

La corona de San Eduardo, pieza central de las joyas de la corona británica, es la que se usará durante la ceremonia. Se utiliza únicamente para las coronaciones y fue llevada por última vez en 1953 por Isabel II, la madre de Carlos III.

Fue fabricada para la coronación de Carlos II en 1661, en substitución de una corona medieval que fue fundida en 1649 por los parlamentarios tras la ejecución de Carlos I.

Esta pieza de oro macizo está engastada con piedras semipreciosas, como rubíes, amatistas y zafiros, y adornada con un casquete de terciopelo púrpura ribeteado con una banda de armiño.

No es una réplica exacta de la desaparecida corona medieval, que se cree perteneció al rey Eduardo el Confesor en el siglo XI. Pero como ella también lleva cuatro cruces y cuatro flores de lis.

El emoji que fue creado para Twitter especialmente en esta ocasión está inspirado en esta corona, que pesa 2,07 kg y fue redimensionada recientemente para ajustarla a la cabeza de Carlos III.

Tras la coronación, el rey llevará la Corona Imperial de Estado, vista por última vez en el funeral de Isabel II en septiembre.

Creada en 1937 para la coronación de Jorge VI, también se utiliza en la ceremonia de apertura del Parlamento.

Pesa 1,06 kg y mide 31,5 centímetros de altura. Está engastada con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubíes.

Esta corona incluye el diamante Cullinan II, la segunda piedra más grande tallada del diamante Cullinan, que según el Royal Collection Trust es el diamante más grande jamás descubierto.

La reina consorte Camila llevará por su parte la corona de la reina María, engastada con 2.200 diamantes. Es la primera vez en casi tres siglos que se utiliza una corona ya existente para la coronación de un consorte.

Se hicieron cambios "menores" para "reflejar el estilo individual de Camila" y "rendir homenaje" a la difunta Isabel II. Así, se incluyeron varios diamantes, los Cullinan III, IV y V, de la colección personal de la difunta reina, que ella lucía a menudo como broches.

Carlos y Camila harán un recorrido más corto que el de Isabel II en 1953, desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster.

Solo a su regreso utilizarán la tradicional carroza de oro, fabricada en 1762 para llevar a reyes y reinas y que se usó en todas las coronaciones desde 1831.

En su coronación, Isabel II viajó de ida y vuelta en este carruaje y describió la experiencia como "horrible" por su incomodidad.

Pesa cuatro toneladas, mide 3,6 metros de alto y 7 metros de largo. Se necesitan ocho caballos para arrastrarla. Debido a su peso y a su antigüedad, se desplaza muy despacio.

En el viaje de ida, Carlos y Camila optaron por el más moderno y cómodo carruaje del jubileo de diamante. Fabricado en Australia y utilizado por primera vez por Isabel II en 2014, es el más moderno de las caballerizas reales. Sin embargo, mide cinco metros, pesa más de tres toneladas y necesita seis caballos para tirarlo. /