Donald Trump anunció este viernes un plan de acción para reducir el precio de los medicamentos en Estados Unidos, entre los más caros del mundo, pero la oposición demócrata le acusó de no ir tan lejos como había prometido en su campaña electoral.
"Vamos a incrementar la competencia y a reducir los obstáculos reglamentarios para que los medicamentos puedan llegar al mercado más rápido y más baratos", aseguró el presidente estadounidense en un discurso en la Casa Blanca junto al secretario de Sanidad, Alex Azar.
"Vamos a cortocircuitar a los intermediarios, que se han hecho muy, muy ricos", aseguró.
El plan apunta esencialmente a bajar los precios de los medicamentos para las personas mayores y para los jubilados que están cubiertos por el programa de seguridad social Medicare, pero no prevé la posibilidad, evocada por Trump en su campaña electoral, de dejar a Medicare negociar directamente el precio de los medicamentos con las empresas farmacéuticas para obtener precios más competitivos.
Congratulándose por la iniciativa del presidente republicano de hacerse cargo de los grupos farmacéuticos, la senadora demócrata Clara McCaskill indicó en un comunicado que no entendía "porque el presidente renuncia a su idea de dejar que Medicare negocie el precio de los medicamentos directamente, lo que permitiría a millones de personas ahorrar".
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El precio de los medicamentos es uno de los temas más delicados de la política estadounidense. Según las estadísticas de la OCDE, Estados Unidos tiene los gastos de salud más elevados de los países industrializados con cerca de 10.000 dólares por habitante, gran parte representada por los medicamentos.
Donald Trump acusó también a otros países de ser en parte responsables de los elevados precios de los medicamentos en su país. "Cuando los gobiernos extranjeros obtienen precios exageradamente bajos de compañías farmacéuticas estadounidenses, los estadounidenses tienen que pagar más para subvencionar los enormes gastos de investigación y desarrollo", afirmó.
"Es ridículo y no durará", lanzó.
En otro comunicado, el representante estadounidense para el Comercio (USTR) Robert Lighthizer afirmó que los "socios comerciales (de Washington) tienen que aportar su cuota a la investigación y el desarrollo farmacéuticos, aportando niveles de protección de la propiedad intelectual suficientes y con sistemas de fijación de precios equitativos y transparentes".
En Wall Street, las acciones de los grandes grupos farmacéuticos no se vieron afectadas por las declaraciones del mandatario. Merck ganó al cierre un 2,81%, Pfizer un 1,31%, Bristol Myers un 1,39%, y Eli Lilly, de la que Azar es uno de sus dirigentes, un 1,97%.