DAR un parte de tranquilidad sobre su salud, que se recupera del coronavirus, fue lo que quiso mostrar ante su país y el mundo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quién se dio un fugaz paseo por los alrededores del hospital donde está internado y del que probablemente sería dado de alta hoy.
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Sorpresivamente en la tarde de ayer una caravana de vehículos negros surgió en las afueras del hospital Walter Reed y desde uno los autos Trump, portando mascarilla, saludó a sus partidarios reunidos ante ese establecimiento en las afueras de Washington.
Trump regresó poco después al hospital, dijo la Casa Blanca.
El doctor Brian Garibaldi explicó que se ha suministrado una segunda dosis del antiviral Remdesivir al presidente y que " se siente bien… ha estado de pie y paseando". Nuestro plan para hoy es que coma y beba y esté fuera de la cama", explicó Garibaldi.
Por su parte el médico personal de Trump, Sean Conley, destacó que el paciente sigue "mejorando", pero, como en cualquier enfermedad, puede haber " altibajos". El galeno agregó que "durante esta enfermedad el presidente ha sufrido dos episodios de caída pasajera de la saturación de oxígeno”.
El anuncio fue muy bien recibido por sus simpatizantes y disipó las dudas creadas por su jefe de gabinete, Mark Meadows, quien horas antes habría asegurado que el estado de salud del presidente era "muy preocupante" y que “las próximas 48 horas serían críticas".
El doctor Conley remató diciendo que "aunque todavía no está fuera de peligro… el equipo sigue siendo cautelosamente optimista".
Ha trascendido que los comentarios de Meadows enfurecieron al presidente y éste intervino directamente para contrarrestar la percepción de que estaba más enfermo de lo real.
En cuestión de horas, publicó un mensaje en Twitter que decía "¡Me siento bien!" y llamó a su amigo y abogado personal Rudolph W. Giuliani para que transmitiera un mensaje al mundo exterior. “Voy a vencer esto”, le dijo Trump.
Los hechos
Como todas las situaciones que involucran al presidente Trump, su diagnóstico positivo por covid-19, no ha estado encentro de polémica y algunos contradictores han querido hacer creer que el mandatario continuó con su agenda pública sabiendo que tenía el virus.
Ante esta argucia, los funcionarios de la Casa Blanca se vieron obligados a aclarar los hechos, y demostraron que Trump aún no había sido diagnosticado con coronavirus el miércoles, como quisieron hacer ver, día en el que viajó a Minnesota, donde asistió a una recaudación de fondos y organizó una manifestación.
Fue en el viaje de regreso de Minnesota cuando Hope Hicks, una asistente principal del presidente, comenzó a mostrar síntomas y se aisló en una cabaña. El jueves recibió su diagnóstico positivo.
En ese momento el público comenzó a enterarse de que el coronavirus había afectado al círculo íntimo de la Casa Blanca y el mismo Trump confirmó el contagio de su asistente en una entrevista el jueves por la noche.
Esto se produjo después de que el presidente viajara a su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey ese día, para una recaudación de fondos privada.
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A las 12:54 horas de la madrigada del viernes, el mandatario tuiteó que él y su esposa Melania, habían dado positivo para coronavirus y que iniciarían inmediatamente su proceso de cuarentena y recuperación.
Según un funcionario de la administración, Trump comenzó a recibir el cóctel de anticuerpos experimentales de Regeneron esa misma noche.
Meadows, dijo a los periodistas el viernes por la mañana que Trump tenía "síntomas leves" y en la tarde el médico del presidente anunció que el mandatario estaba "fatigado" y que había sido tratado con el tratamiento en mención.
Sin embargo, el sábado, el jefe de gabinete dijo que los signos vitales de Trump el viernes por la mañana habían sido "preocupantes" y que el mandatario tenía problemas para respirar y que había recibido oxígeno suplementario.
Esta leve caída de su saturación fue, en parte, lo que llevó a que el presidente fuera trasladado al hospital en el helicóptero Marine One.
En ese momento se dio a conocer un video en el que el presidente declaraba que "creo que lo estoy haciendo muy bien, pero nos aseguraremos de que las cosas funcionen".
A última hora del viernes, Conley declaró que el presidente estaba "muy bien", que no necesitaba "oxígeno suplementario" y que había iniciado el tratamiento autorizado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA).
Fuentes cercanas al mandatario informaron que Trump todavía se sentía fatigado, pero había estado firmando documentos y trabajando toda la mañana del sábado. Agregaron que “no tenía dificultad para respirar y describieron su respiración como normal”. Conley dijo que el presidente había estado libre de fiebre durante "más de 24 horas".
Todas estas declaraciones controvierten la afirmación de que los signos vitales del presidente llegaron a niveles “muy preocupantes” y las siguientes “48 horas serían críticas” en términos de su cuidado.
La salud del presidente está lo suficiente bien como para que el equipo de médicos encarado de su cuidado haya informado ayer que el mandatario podría ser dado de alta hoy.
El doctor Garibaldi aseguró que "si sigue con buen aspecto y sintiéndose bien esperamos que pueda recibir el alta… y trasladarse a la Casa Blanca para seguir con su tratamiento".
El estado de salud de Trump no impidió, ni siquiera, que el mandatario realizara una de sus audaces movidas y haya abandonado durante un rato de la tarde de ayer, las instalaciones militares en las que está siendo atendido, para saludar, desde dentro de un vehículo, a sus miles de seguidores y simpatizantes.
Trump, saludó desde un automóvil para agradecer el apoyo de quienes se han congregado en los últimos días a las puertas del centro médico.
La caravana del presidente de Estados Unidos estaba formada por varios vehículos, en uno de los cuales, Trump, ataviado con mascarilla, no dejó de saludar a quienes él mismo calificó como "grandes patriotas" en un vídeo publicado poco antes en sus redes sociales.
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"Tenemos buenas noticias de los médicos. Este es un increíble hospital, Walter Reed. El trabajo que han hecho ha sido absolutamente fantástico. Quiero agradecer a todos, enfermeros, doctores, a todo el mundo aquí", dijo Trump en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter.
"También creo que ha sido una pequeña sorpresa ese grupo de grandes patriotas en las calles, ellos han estado ahí durante mucho tiempo, con banderas de Trump, ellos aman nuestro país", agregó.
El presidente estadounidense también aseguró haber tenido un día "muy interesante", en el que ha aprendido "mucho" acerca del coronavirus, pues ha sido como estar en "el auténtico colegio".
Otros posibles afectados
La campaña de Joe Biden dijo que tras conocerse la noticia del contagio del presidente, el candidato fue sometido a la prueba y su resultado fue negativo. Sin embargo se le seguirá realizando test periódicamente.
Asimismo al vicepresidente Mike Pence se le informó que no era portador el virus.
Por su parte el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien ayudó a Trump a prepararse para el primer debate presidencial de la semana pasada y que efectivamente le fue confirmado su diagnóstico positivo por covid-19, dijo el sábado por la noche que fue a un hospital como "medida de precaución" pero que se encuentra bien.