En diálogo con EL NUEVO SIGLO, el escritor y periodista norteamericano, Mark Singer, cuenta porque el Presidente "es el hombre más peligroso del mundo"
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EN 1997, Donald Trump era un millonario -del montón- que no alcanzaba a entrar en la listas de los 300 hombres más ricos del mundo, según Forbes. Era un personaje irreemplazable que había que retratar en un perfil escrito; no se parecía a los demás millonarios.
Obsesionada por encontrar lo que significaba un hombre que negaba la quiebra de sus casinos y despotricaba contra sus enemigos, Tina Brown, editora de The Newyorker, le encomendó a Mark Singer un reto: seguir a Trump por seis meses y escribir un perfil de él, tan íntimo, que llegó a convertirse en el texto base de las diatribas del hoy Presidente.
Veinte años después, el periodista Singer -quizá la persona que ha escrito más sobre el presidente de EE.UU-, no soportó la ansiedad. Era una necesidad periodística y personal escribir de nuevo sobre Trump. Entonces, tomó el perfil de 1997, le agregó dos capítulos y publicó “Trump and Me” (el Show de Trump en español), un libro que muestra, desde lo más íntimo, la vida de un hombre calificado por Singer de “aislado”, “mentiroso virtual” y que intenta, todo el tiempo, vender un producto: su vida.
Invitado a la versión 31 de la Feria del Libro, Singer habló con EL NUEVO SIGLO.
El Nuevo Siglo (ENS): En una entrevista con un medio inglés, usted - quizás el mejor conocedor de Donald Trump-, dijo que él “continuará disparándose en el pie” (esto fue antes de quedar electo). ¿Por qué?
Mark Singer (MS): No fue la mejor frase, porque ganó la elección presidencial. Pero creo que él no piensa. ¿Juegas ajedrez? –me pregunta Singer. Cuando tú juegas, siempre piensas en cuatro o cinco movimientos. Trump no piensa en las consecuencias de lo que dice o de lo que no dice.
Es claro, en la forma en que él responde, que todo tiene que ver con la investigación de Rusia. Todo lo que él ha hecho es el reflejo del comportamiento de alguien que quiere esconder algo.
Él no piensa en los demás; por eso, no se anticipa a las consecuencias de sus actos. Él es un “mentiroso virtual”. Cuando empiece a perder elecciones (noviembre), Trump va quedar en aprietos.
ENS: En The New Yorker, sobre todo en un artículo: “Trump Solo”, él fue descrito como alguien que “no tiene ningún interés por la gente”. ¿Cómo explica esta contradicción, si se supone que un Presidente cree en el servicio para los demás?
MS: Mi teoría es que Donald Trump no es una persona, es un “actor”. La razón por la que llegó a la presidencia es por El Aprendiz. ¡Trump hizo campaña contra Wall Street!, puedes creerlo. Él tiene el apoyo de FOX News y de las redes sociales, donde mucha gente repite sus mentiras.
ENS: Usted en sus escritos ha dicho que Trump tiene muchos perfiles: un narcisista, “un adicto a la hipérbole”. ¿Hay alguien que se le parezca en la historia?
MS: No. Si le preguntas a un grupo de enfermeras de Nueva York qué piensan de él, va haber alguien que lo ama, alguien que no dice ninguna crítica y alguien que lo detesta. Él es una persona, una figura única en nuestra historia política.
Él no piensa en los demás, por eso, no se anticipa a las consecuencias de sus actos. Él es un “mentiroso virtual”.
La mayoría de los políticos son egocéntricos, y Trump siempre va responder mucho más duro que sus críticos. Esto no es solo narcicismo, es algo psicológico. Él no entiende qué significa el narcicismo. Hay algo en su forma de ser, que lo hace emocionalmente diferente, que sólo lo hace pensar en él.
ENS: Trump lo atacó en un libro diciendo que sus escritos “eran horribles” y que usted era un “fracasado”. ¿Qué hizo? ¿Cómo trabaja con este tipo de personajes?
MS: No hice nada. Yo soy un escritor. Para mí fuera perfecto que Trump no tuviera ningún interés en mí como ser humano. Mira, si yo escribiera un perfil acerca de ti, tendríamos una buena conversación, porque habría empatía humana. Para Trump nada de esto es relevante. Mi ego estuvo expuesto en mi escritura, no en desenvolverme con él.
ENS: ¿Cómo fue el proceso de escritura del libro de Trump?
MS: En el perfil original me demoré cinco meses. Esa pieza fue publicada en 1997. Trump me atacó en el “arte de vuelta” (the art of the comeback). Entonces, yo publiqué esa pieza en mis colecciones de perfiles de The New Yorker. Él escribió un artículo contra mí y contra la reseña. Luego, en 2016, yo no escribí nada de él. Pero dije “esto es muy loco, hay que escribir algo”. Le añadí dos capítulos, escritos en dos semanas, y lanzamos este libro muy rápido (El Show de Trump en español).
ENS: ¿Alguna vez, cuando acompañó a Trump por seis meses en el 97, pensó que él llegaría a ser Presidente?
MS: No, nunca. Él no parecía el hombre más peligroso del mundo. Era sólo un hombre, un chiste. Ahora es muy peligroso, más que Kim Jong-un, que es muy peligroso; pero Trump no sabe qué es lo que hace. No es estratégico. Sus consejeros ya no están. Él no quiere personas a su alrededor, quiere “porristas”. Mira la gente que ha dejado su administración. Él no quiere ser controlado, lo que lo hace muy peligroso.
ENS: ¿No se debe a que es un hombre solitario, aislado, aunque no se crea?
MS: Yo tengo la imagen siempre solo. Literalmente así lo describí en el final del perfil original: “Con reconocimiento universal, pero con la sospecha de que una vida interior era un inconveniente intolerable, una criatura donde sea y en ningún lugar, capaz de lograr lo que quiere, siempre solo”.
Mi visión psicológica de él es que era una persona vacía adentro y solitaria. Está solo en el mundo. Así este rodeado de la gente, él es emocionalmente aislado.
ENS: ¿Hay alguna explicación de este comportamiento?
MS: Hay gente que habla de que tuvo una mala infancia con su papá. Tú crees de cierta manera y luego tus padres te crían. Él intenta vender un producto: su vida.