El expresidente Donald Trump llegó el martes a su juicio por fraude civil en Nueva York y calificó a su ex mano derecha Michael Cohen de "mentiroso", antes de que el abogado brinde el testimonio que podría exponer los secretos comerciales de su antiguo jefe.
Cohen se ha convertido en uno de los críticos más acérrimos del expresidente de Estados Unidos y principal candidato republicano a las elecciones de 2024. Prestó testimonio ante el Congreso cuando Trump todavía era presidente y se espera con gran entusiasmo su comparecencia ahora como testigo en el juicio de Nueva York, retrasado la semana pasada por motivos de salud.
Cohen, de 57 años, está llamado al estrado de los testigos en el decimoquinto día de este juicio civil, que se prolongará hasta Navidad.
"Es un mentiroso. Está tratando de conseguir un mejor trato para sí mismo, pero no va a funcionar", atacó Donald Trump a su llegada al tribunal de Manhattan, probablemente aludiendo a la condena de Cohen por mentir ante el Congreso estadounidense, como parte de la investigación sobre injerencia rusa durante las elecciones presidenciales de 2016.
"Mi credibilidad no debería estar en duda", respondió el exabogado de Trump a los medios estadounidenses, de camino a los tribunales.
Desde que cayó en manos de la justicia, Cohen ha cooperado con las autoridades en varios casos y su testimonio se espera con impaciencia en el juicio civil en el que se acusa al multimillonario republicano de 77 años junto a dos de sus hijos, Eric y Donald Jr., y dos ejecutivos de la Organización Trump, de haber sobrevaluado en varios cientos de millones de dólares sus campos de golf, residencias y rascacielos de Nueva York en la década de 2010 para obtener préstamos más ventajosos de los bancos.
Los dos hombres ahora se tienen un odio encarnizado. En un post en X (antes Twitter), Cohen publicó un dibujo en el que aparecía detrás del republicano, con un fondo de barrotes de prisión y esta frase: "Vamos a llevarte de vuelta a tu celda".
Credibilidad
El exabogado, que se describe como arrepentido, será también uno de los principales testigos de cargo en uno de los cuatro futuros juicios penales de Donald Trump, en Nueva York en marzo de 2024, sobre pagos para encubrir asuntos embarazosos durante las elecciones presidenciales de 2016.
Él mismo pagó 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels para que guardara silencio sobre una supuesta relación con Donald Trump.
Cohen ya ha sido condenado por este caso e insiste en que actuó por orden de su antiguo jefe.
También está detrás de la actual demanda civil. Durante una dura comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos en febrero de 2019, afirmó que Trump "infló su patrimonio cuando le convenía a sus intereses".
La fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, abrió una investigación y, tras tres años de investigaciones, presentó una demanda en la que reclamaba, entre otras cosas, una multa de 250 millones de dólares.
Durante la investigación, Cohen testificó sobre su papel, confesando que había revisado al alza el valor de ciertos activos inmobiliarios con el antiguo director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, a pedido de Trump.
Pero la defensa se apoyará en la falta de credibilidad de un testigo de reputación sulfurosa, condenado por la justicia, en particular por mentir al Congreso estadounidense en la investigación rusa.
Por su parte, Trump retiró la demanda civil que había iniciado contra Cohen, en la que le pedía 500 millones de dólares por daños y perjuicios.
Aunque no sea condenado a prisión, el juicio civil en Nueva York amenaza con desmantelar su imperio inmobiliario.
El expresidente ha asistido a varias vistas en el tribunal de Manhattan donde no ha parado de atacar con virulencia a Letitia James, fiscal demócrata afroestadounidense, a la que calificó de "racista" y "corrupta", o al juez instructor del caso, Arthur Engoron, al que tildó de "matón".
El viernes, el magistrado le impuso una multa de 5.000 dólares por una publicación insultante sobre su secretaria, amenazando con meter al expresidente en la cárcel si volvía a hacerlo.