A EVITAR una “persecución política” y judicializar hechos que no tienen carácter penal alguno instó Edmundo González Urrutia, rival de Nicolás Maduro en su cuestionada reelección, y proclamado por la oposición venezolana como presidente electo al fiscal general Tarek William Saab que lo citó a comparecer ayer en su despacho.
Como era de esperarse, ante la ausencia de garantías para el excandidato presidencial, fue su abogado, José Vicente Haro, quién se hizo presente y le entregó a Saab un documento que consigna la declaración de González, al tiempo que le pidió acceso al expediente abierto a su defendido.
González asegura haber ganado los comicios en los que Maduro fue proclamado reelecto para un tercer mandato seguido, lo que generó una severa crisis en la que Colombia y Brasil encabezan los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica.
No se concretó hasta ahora una reunión de Maduro con sus pares Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, que expresaron su "profunda preocupación" por la orden de captura contra González.
La fiscalía lo investiga por supuesta "desobediencia de leyes", "conspiración", "usurpación de funciones" y "sabotaje". El foco es un sitio web que la oposición liderada por María Corina Machado alimentó con copias de más del 80% de las actas de votación que, aseguran, sirve de prueba para demostrar un triunfo arrollador de su candidato.
Hasta ahora no está claro si ya fue imputado. Su abogado Haro no ha podido acceder al expediente, pero acudió a la fiscalía en un intento por frenar el proceso. Entregó un escrito legal en el que se justificaba la ausencia de su defendido en las tres citaciones emitidas por ese despacho y que derivaron en el pedido de arresto.
El documento "hace un llamado al fiscal general de la República a no criminalizar, a no judicializar hechos que no revisten carácter penal, a no iniciar una persecución política", explicó Haro. "Hay una situación de indefensión, de imposibilidad de garantizar su derecho a la defensa, al debido proceso".
Haro discutirá el escrito con el fiscal general Tarek William Saab, señalado de servir al chavismo.
González Urrutia, que se comunica ahora por redes sociales, no ha reaccionado directamente a la orden de arresto.
Estados Unidos, el jefe de la Unión Europea, Joseph Borrel, y nueve países de América Latina rechazaron la orden de captura contra González Urrutia, mientras que Brasil y Colombia estimaron que la acción entorpece la búsqueda de una solución pacífica.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, dijo el martes que "probablemente" la reunión de Maduro con Petro y Lula sería ayer. También participaría el mexicano Andrés Manuel López Obrador, muy activo al inicio de estos esfuerzos, aunque luego marcó distancia.
"Nunca tuve confirmación de eso ni estaba en nuestra agenda", dijo una fuente de la presidencia brasileña.
El analista político Mariano de Alba estimó que la reunión se daría "en un momento donde las expectativas de mediación son muy bajas", según escribió en la red X. "Dudo que en el corto plazo Maduro vaya a mostrar disposición a una mediación con involucramiento internacional”, señaló el experto.
Estados Unidos -convencido de la victoria de González Urrutia- dijo que sospesa "opciones" contra Maduro. Ya en el pasado impuso sanciones contra Venezuela, aunque fueron flexibilizadas en el último año.
Las autoridades estadounidenses informaron además que un militar de su país fue detenido el 30 de agosto "mientras se encontró de viaje personal en Venezuela". No hay más detalles, el gobierno venezolano no se ha pronunciado.
Por su parte, la oenegé Human Rights Watch (HRW) denunció en un informe que las autoridades venezolanas están cometiendo "violaciones generalizadas de los derechos humanos" contra manifestantes, transeúntes, opositores y críticos, tras la cuestionada reelección de Maduro.