LOS SEGUIDORES del líder republicano, el expresidente Donald Trump, están centrados en la elección de su fórmula vicepresidencial, un abanico amplio y de gran recibo en las bases, con una sola excepción: la exgobernadora de Carolina del Sur y última retadora del magnate, Nikki Haley.
Así se evidencia con la más reciente consulta realizada a los votantes republicanos e independientes inscritos en el Partido sobre la persona que debería elegir el candidato presidencial para disputar la Casa Blanca ante la dupla demócrata Joe Biden-Kamala Harris.
Entre el domingo y el martes de esta semana, YouGov realizó para “Economist” una encuesta para determinar la acogida o rechazo de una decena de posibles vices del Partido Republicano. La pregunta realizada a 1.594 adultos –registrados como indicamos– con diez posibilidades, fue: ¿Aprobaría o desaprobaría que Trump eligiera a esta persona como su vicepresidente?
Y el resultado fue sorpresivo en dos hechos puntuales: el contundente rechazo a Haley y el respaldo que reciben –en su orden– el gobernador de Florida, Ron DeSantis (68 %), el exjefe de vivienda del hoy presidente, Ben Carson (60 %) y la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders (57 %).
Les siguieron, muy de cerca, el gobernador de Texas, Greg Abbott (56 %), el empresario Vivek Ramaswamy con un 55 %, el senador Tim Scott (53 %), la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem (45 %), la exrepresentante de Hawái, Tulsi Gabbard (42 %) y la representante por Nueva York, Elise Stefanik (30 %).
La exgobernadora y exembajadora ante Naciones Unidas durante el gobierno Trump, si bien recibió un 36 % de aprobación, su desaprobación fue mayor (51 %), lo que no ocurrió con ninguno de los otros nueve nombres por los que se indagó.
Solo para tener una idea, la desaprobación a DeSantis fue del 20 %, al igual que la de Gabbard, mientras que la de Scott, favorito en las casas de apuestas y sobre quien Trump ha dicho es una gran opción, fue tan solo de 11 %.
Como se ve, los reiterados y agresivos ataques verbales contra su exjefe y único competidor hasta el ‘supermartes’, que fueron desde su edad hasta poner en duda su capacidad mental, no sin antes cuestionarlo por los problemas legales que enfrenta, pasaron factura en la credibilidad y el apoyo de la base republicana a Haley.
A casi siete meses de las elecciones y repartiendo el tiempo entre los tribunales y una intensa campaña proselitista, el líder de los conservadores estadounidenses mantiene la ventaja de cara a esa cita de las urnas. En lo único que lo supera el candidato-presidente es en la recaudación de fondos, una millonaria danza de dólares para esta presidencial, nunca antes vista.
De las cinco mediciones realizadas esta semana sobre la intención de voto para este 5 de noviembre, y que recopila RealClear Politics, solo en una pierde Trump por tres puntos, aunque teniendo en cuenta el margen de error, se ubicaría dentro del llamado empate técnico. Tal es el caso de Quinnipiac (45 % - 48 %).
Las mediciones son: Fox da un 50 % a Trump frente a 45 % de Biden; Harvard/Harris (51 %- 49 %), Investigación Mirs/Mitchell (47 % - 44 %), CNBS (46 %-45 %) mientras que la de “Forbes” los empata con 50 % en la intención de voto.
La ventaja también la mantiene el expresidente republicano en cuatro de los siete llamados ‘estados bisagra’, que tradicionalmente son claves para definir el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Ganaría en Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Nevada, mientras empata en Michigan y Pensilvania. En Wisconsin se vaticina un voto-finish con un cerrado triunfo de Biden.
El expresidente republicano y su equipo evalúan a profundidad, aunque sin prisa, quién será el compañero de fórmula republicana. Si bien se ha especulado que para hacer contrapeso al tándem rival tendría que ser una mujer, líderes del partido y analistas políticos consideran que no necesariamente debe ser así, aunque, como se vio en la encuesta que reseñamos, hay cuatro de ellas en el abanico.
Lo que se da por descontado es que debe cumplir tres condiciones que para el candidato son claves: valor electoral, experiencia y tal vez la más importante: lealtad.
De los diez nombres puestos a consideración por Economist/YouGov a los votantes registrados, la mayoría de ellos cumplen con esos factores, aunque en un grado diferente. Y, por ejemplo, la estrella ascendente de los republicanos, el gobernador DeSantis, durante la campaña fue no solo moderado, sino respetuoso con su otrora mentor.
La encuesta también evidenció que Trump aventaja al presidente Joe Biden por uno de los márgenes más amplios, 44 %-37 %, entre los votantes registrados.
La incertidumbre sobre el ‘elegido’ por Trump es total, desde su nombre hasta cuándo y dónde lo anunciará. Sin embargo, muchos apuestan a que sea a mediados de este mes, justo antes de que comience el juicio penal en Manhattan, donde deberá responder por presunto fraude contable para ocultar el pago de US$130.000 a la actriz Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, para silenciar un encuentro que sostuvieron en 2016, algo que el líder republicano de 77 años siempre ha negado.
Campaña en NY
Este jueves coincidieron en Nueva York los dos candidatos a la Casa Blanca, en eventos muy disímiles, cada uno a su manera, ya que mientras Biden se rodeó de la ‘crema y nata’ del Partido Demócrata para seguir abultando las cuentas de campaña, Trump se solidarizó con la Policía de la ciudad, que perdió a uno de sus agentes en servicio.
Con sus antecesores Bill Clinton y Barack Obama, en el Radio City Music Hall de Manhattan, Biden participó en una especie de espectáculo comedia, ya que fueron entrevistados por el cómico Stephen Colbert.
Tras ello, los 5.000 selectos asistentes podían tomarse una foto con este poderoso trío, por la módica suma de US$100.000.
Mientras se realizaba la recaudación de fondos de Biden, que se cerró con US$25 millones, afuera los manifestantes propalestinos protestaban y varios de los que se encontraban dentro de la sala silbaron y gritaron antes de ser expulsados.
La velada, amenizada por las cantantes Lizzo y Queen Latifah, mezcló temas serios con bromas y terminó con Obama y Clinton poniéndose gafas de sol de aviador, el accesorio favorito de Biden.
En tanto, a kilómetros de allí, Trump se hizo presente en el velatorio de Jonathan Diller, un policía neoyorquino muerto a tiros el lunes en Queens, e hizo una breve declaración: "Tenemos que parar esto, tenemos que volver a la ley y el orden".
El portavoz del magnate republicano, Steven Cheung, arremetió en la red social por el contraste entre el programa de Trump y la "velada rutilante" de los tres demócratas "con sus benefactores elitistas y desfasados".
En un intento de contrarrestar rumores y críticas, la Casa Blanca dijo que el presidente llamó al alcalde de Nueva York, Eric Adams, para ofrecerle el pésame por la "trágica muerte" del policía Diller.
Admitió que el líder demócrata no se ha puesto en contacto con la familia del agente, pero "comparte su dolor", según la portavoz Karine Jean-Pierre, añadiendo que Joe Biden "siempre ha estado del lado de las fuerzas del orden y sigue estándolo". / Redacción Internacional