Advierten que operador de Doña Juana no reportó la inestabilidad | El Nuevo Siglo
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Lunes, 4 de Mayo de 2020
Redacción Web

La Contraloría General de la República urgió hoy a al operador del relleno sanitario Doña Juana, a la ANLA, la Superintendencia de Servicios y la UAESP, para que precisen la condición de estabilidad geotécnica en la que se encuentra este luego del evento de deslizamiento ocurrido en la noche del pasado martes 28 de abril, al tiempo que reveló que, según lo que ha podido establecer con la ANLA, el operador no reportó oportunamente información geotécnica relevante del proceso de inestabilidad en marcha, que concluyó con esta nueva emergencia.

Para la Contraloría, esta situación debe ser abordada por la Supervisión del contrato y la ANLA, a efecto de imponer medidas que impidan que se repitan procesos de remoción en masa al interior del relleno y que, como consecuencia directa, se coloque en riesgo y exposición a la población por situaciones biosanitarias adversas y deterioro de las condiciones ambientales.         

La Contraloría señaló que se requiere también un pronunciamiento del operador del relleno en relación de las causas, implicaciones y posibles riesgos derivados del deslizamiento.

El organismo de control plantea la posibilidad de adelantar una acción conjunta con la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría General de la Nación, para establecer las posibles causas y situaciones relacionadas con la actual emergencia que afronta el Relleno Sanitario Doña Juana, el más grande del país y uno de los más grande del mundo.

Considera, además, que la vida útil del relleno es un punto de especial importancia para el adecuado manejo de los residuos sólidos del Distrito Capital y para que continúe su operación de acuerdo al tiempo que le fija la licencia ambiental, hecho que ocurrirá entre los años 2022 a 2023, situación que implica que la actual Administración Distrital debe resolver este hito lo antes posible, dadas las implicaciones tarifarias, de salud pública y ambientales asociadas a las características actuales del relleno.

No es un problema de ahora y es generalizado

En varias de sus auditorías, el organismo de control ha detectado diferentes problemáticas administrativas, operativas, ambientales y de estabilidad del Relleno Doña Juana, así como de otros rellenos del país.

En las auditorías practicadas desde la 2017, en relación con el relleno Doña Juana, se han determinado situaciones como la carencia del permiso de vertimientos, incumplimientos del operador del relleno Consorcio Gerenciamiento Relleno Doña Juana (CGR DJ) en relación con las obligaciones de la licencia ambiental, desatención reiterada por parte del operador a los informes de la interventoría y deficiencias en labores de mantenimiento y en obras de manejo requeridas para la adecuada operación del relleno, entre otras.

El ente de control ha detectado que otros rellenos sanitarios del país se encuentran en situación similar al relleno Doña Juana, en cuanto a afrontar una corta vida útil, situación que demanda de las Administraciones Locales acciones urgentes a efecto de no decretar emergencias sanitarias, así como la necesidad de definir soluciones técnicas, sociales ambientales y económicas de largo plazo,

Los casos evaluados en los informes de la Contraloría dan cuenta de múltiples alertas sobre el deterioro progresivo de las zonas donde se encuentran emplazados los sitios de disposición final en los rellenos, y se tiene como ejemplo, aparte de Doña Juana (en Bogotá), El Carrasco (Bucaramanga), Rediba (Barrancabermeja), Magic Garden (San Andrés Islas) y Pradera (Medellín).

Incumplimientos

El equipo auditor de la Contraloría Delegada para Medio Ambiente encontró que hubo incumplimientos por parte del operador del relleno, el Consorcio Gerenciamiento Relleno Doña Juana, en relación con las obligaciones de la licencia ambiental, así como del contrato de concesión y al plan operativo RAS 2000.

También se incumplió con la modificación de los diseños de optimización y en el manejo de lixiviados y gases del relleno, en donde existen diferencias respecto de lo ejecutado frente a los diseños definidos en el plan de manejo ambiental.

Los parámetros de vertimientos también fueron incumplidos, así como los sistemas de manejo de los gases producidos en el relleno y los controles de las emisiones atmosféricas. 

Hubo incumplimiento en las labores de restauración paisajística, así como también, desatención reiterada por parte del operador a los informes de la interventoría.