Uenseslao Guerrero, expresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Curacas, en el municipio de Mercaderes, sur del Cauca, fue asesinado por hombres armados que se movilizaban en una motocicleta. 

De acuerdo con la información entregada por las autoridades, el líder comunal se encontraba en su vivienda hasta donde llegaron los sujetos que le dispararon. 

Guerrero era conocido en su vereda por hacer parte de la Junta de Acción Comunal  y actualmente, se dedicaba a la venta de combustible para su subsistencia. 

El homicidio se registra horas después de la masacre en la que murió el también líder Álvaro Narváez, su esposa María Delia Daza, su hijo Cristian Narváez y su nieta Yeni Katerine López, de 15 años de edad.

Las autoridades de Mercaderes pidieron la intervención del Gobierno ante los graves acontecimientos. 

Con estos, son cinco los homicidios de líderes sociales registrados en el departamento del Cauca, en lo corrido del  aislamiento obligatorio. 

El primer caso se presentó el 17 de abril, en la vereda Betania del municipio de El Tambo, donde disidencias de las Farc asesinaron a Teodomiro Sotelo, quien lideraba procesos de sustitución de cultivos de uso ilícito.

Dos días después, en la vereda Los Robles del municipio de Buenos Aires, se reportó el crimen de Mario Chilhueso Cruz, un líder campesino de la zona del Naya y presidente de la Asociación de Pequeños Trabajadores Agropecuarios de esa población.

La racha de homicidios no se detuvo y el miércoles 22 de abril el defensor de derechos humanos Hugo de Jesús Giraldo fue asesinado por personas que llegaron hasta su vivienda, en zona rural de Santander de Quilichao.

El cuarto homicidio fue el de Floro Samboní, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Loma Larga Bajo, en el municipio de Almaguer (sur del Cauca), quien fue asesinado por varios disparos.