Más de un mes después de que se implementara el racionamiento de agua en Bogotá y municipios aledaños, la Defensoría del Pueblo alerta sobre la necesidad de implementar acciones planificadas y estructurales para abordar el desabastecimiento del líquido en el mediano y largo plazo.
La Delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente, quien ha estado monitoreando la emergencia causada por el fenómeno de El Niño que ha disminuido los niveles en los embalses que abastecen de agua a la capital y municipios vecinos, advierte que si no se actúa de manera planificada y coordinada, los habitantes de esta región podrían enfrentar escenarios aún más graves de desabastecimiento de agua.
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En una visita reciente al Páramo de Chingaza, realizada por funcionarios de la Defensoría del Pueblo con el fin de inspeccionar el embalse de Chuza, se constató que el nivel del agua se encuentra en un 22%, aún por debajo del nivel esperado para esta época del año.
Por esta razón es indispensable que las autoridades cumplan con las obligaciones legales de proteger el medio ambiente, incluyendo la preservación de ecosistemas sensibles como páramos, ríos y humedales, y la conservación de las fuentes hídricas para garantizar la sostenibilidad del sistema de abastecimiento frente al racionamiento en Bogotá.
El cambio climático intensificará los períodos de sequía y lluvia que el país enfrenta cada año, por lo que la Defensoría del Pueblo insta a buscar soluciones estructurales e integrales que permitan garantizar el acceso equitativo al agua como un derecho fundamental, especialmente para las poblaciones vulnerables, conforme a las directrices de la Organización Mundial de la Salud.