El 67% de los cartageneros considera que los constantes cambios de alcaldes afectan su calidad de vida, de acuerdo con una encuesta de Ipsos Napoleón Franco realizada a finales del año pasado para el programa Cartagena Cómo Vamos, presentada el 31 de enero.

Esa y otras cifras del estudio llevaron a que Cartagena Cómo Vamos manifestara en el respectivo comunicado que “los resultados de la encuesta evidenciaron un deterioro en la satisfacción de los cartageneros con su ciudad, así como una disminución considerable en el orgullo por Cartagena, en gran parte debido a la coyuntura política por la que atraviesa la administración local”.

Hoy los cartageneros están convocados a las urnas. ¿Lograrán con su voto sacar, ahora sí, al Distrito Turístico y Cultural de la crisis que arrastra desde hace años?

Atípicas

Son 749.593 los residentes en Cartagena (399.568 mujeres y 350.025 hombres) que están habilitados para votar hoy y elegir el alcalde que, ojalá, lidere los destinos de la ‘ciudad heroica’ hasta el 31 de diciembre de 2019.

Esos cartageneros, de nacimiento o por adopción, podrán acercarse a 70 puestos de votación, en donde ya están habilitadas 1.562 mesas, para escoger entre Antonio Quinto Guerra, que tiene el aval de los partidos Social de Unidad Nacional (La U), Conservador y Cambio Radical; Andrés Betancourt, inscrito por la Alianza Social Independiente (ASI); David Múnera, del Polo Democrático; Javier Bustillo, del partido Somos; Armando Córdoba, de la Alianza Verde; César Anaya, de Opción Ciudadana; Lía Margarita Muñoz, de la Unión Patriótica; y Jorge Eliécer Quintana, del movimiento político Todos Somos Colombia.

Sin embargo, se teme que hoy, como ha ocurrido recientemente, solo unas pocas personas salgan a votar. Como lo publicó ayer EL NUEVO SIGLO, según Ana María González, vocera de la Misión de Observación Electoral (MOE) en Cartagena, en las elecciones de alcalde de 2011 hubo una abstención del 51,59%, en las atípicas de 2013 no participó el 70,69% de la población y en las elecciones locales de 2015, la abstención fue del 47,47%.

Para González, los abstencionistas cartageneros “se la están poniendo fácil a los corruptos” del ‘corralito de piedra’.

Así, pues, el panorama para Cartagena no es nada alentador. En su carta de renuncia, el exaspirante Germán Néstor Viana, quien tenía el respaldo del Partido de Reivindicación Étnica (PRE), calificó a los nominados más opcionados, Guerra y Betancourt, como "los dos candidatos de las maquinarias" y "del régimen del saqueo y del desgobierno", que “cuentan con el respaldo de los financistas”.

Interinidad

Un síntoma de la corrupción en la administración distrital de Cartagena ha sido la interinidad en la Alcaldía: en los últimos siete años la capital de Bolívar ha tenido ocho mandatarios (menos de 1 cada año); y, al decir de algunos observadores, el que se elija hoy podría no llegar hasta el final.

En 2011 ganó las elecciones el periodista Campo Elías Terán, con aval de la ASI, posesionándose el 1 de enero de 2012. En pocas semanas confluyeron dos circunstancias que le impidieron seguir en el cargo: su estado de salud, que tendría consecuencias fatales, y las investigaciones por el desvío de recursos públicos que al día de hoy siguen sin ser aclaradas, pero que llevaron a su suspensión.

El cáncer de pulmón que padecía lo llevó a dejar la Alcaldía en manos de Felipe Merlano y luego de Óscar Brieva, miembros de su gabinete.

Debido a su incapacidad médica, el 9 de octubre de 2012 el Gobierno nacional designó a Bruce MacMaster y el 14 de noviembre, tras ser suspendido Terán por la Contraloría, el Ejecutivo central seleccionó de una terna de la ASI a Carlos Otero. Terán renunció el 8 de abril de 2013, falleciendo el 22.

El 14 de julio de 2013 ganó las elecciones atípicas el empresario Dionisio Vélez, con aval verde y liberal. Aunque logró terminar el periodo para el que había sido elegido Terán, Vélez aún es investigado por millonarias inversiones en obras que nunca fueron entregadas.

En octubre de 2015 llegó a la Alcaldía otro periodista: Manuel Duque (quien precisamente remplazó a Terán en el Noticiero Popular de RCN), avalado por el movimiento Primero la Gente, en el que, según conocedores de la política cartagenera consultados por este Diario, quien manda es José Julián Vásquez, primo del burgomaestre, conocido como el “rey de las licitaciones” y considerado el verdadero mandatario distrital.

Duque se posesionó el 1 de enero de 2016 y fue suspendido por la Procuraduría el 17 de mayo del año siguiente, investigado por la construcción de 55 obras ilegales, incluido el colapsado edificio Portales de Blas de Lezo II, donde 21 personas murieron.

El 23 de mayo de 2017 la Casa de Nariño nombró como encargado a Sergio Londoño.

El 2 de agosto fueron capturados Duque y Vásquez acusados de concierto para delinquir, tráfico de influencias y cohecho; además, al primo del alcalde se le imputa la usurpación de funciones públicas. Los dos hombres hacen parte de lo que el fiscal Néstor Humberto Martínez calificó como "una presunta red de corrupción" en la Alcaldía de Cartagena.

El 31 de octubre, desde la cárcel, Duque renunció al cargo. El 7 de noviembre el gobernador Dumek Turbay aceptó la renuncia y ratificó el nombramiento de Londoño hecho por el presidente Juan Manuel Santos, quien el 15 de noviembre le pidió a Primero la Gente una terna, cuya conformación tuvo varios tropiezos y, según la Casa de Nariño, nunca se presentó. Así, el 16 de febrero, el ministro del Interior, Guillermo Rivera, convocó las elecciones atípicas para el 15 de abril, fecha que se cambió luego al 6 de mayo.

Pero parece que la sombra de interinidad sigue acechando a la Alcaldía de Cartagena. El aspirante Guerra que, como ya se dijo, es uno de los más opcionados para ganar hoy, está inhabilitado para ejercer el cargo porque, de acuerdo con la Procuraduría, cinco meses antes de su inscripción tenía contratos con el Departamento de Bolívar; además, consideró el viceprocurador Juan Carlos Cortés, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) desestimó el señalamiento en una votación viciada.

Para el excandidato Viana, quien fuera representante por Bolívar en dos periodos consecutivos (de 2002 a 2006 y de 2006 a 2010), la decisión del CNE de habilitar a Guerra "nos pone en el camino de una nueva interinidad como producto de la muy segura suspensión" por parte de la Procuraduría.