En medio de la situación que se ha desencadenado desde la llegada del Covid-19 a la ciudad, varios concejales han hecho todo tipo de propuestas para alivianar las crisis que se han originado a raíz del aislamiento obligatorio. Por lo mismo, durante esta semana varios concejales hicieron propuestas de carácter económico, social y relacionadas con el desarrollo de la ciudad.
Por ejemplo, de acuerdo con el concejal del Polo Democrático Alternativo, Carlos Carrillo, más de US$130 millones podrían ser invertidos en atender la emergencia a causa del Covid-19 en Bogotá.
De acuerdo con el Concejal, con estos recursos, Bogotá podría adquirir más respiradores, adecuar las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y hospitales, aumentar las pruebas de detección, contratar personal médico en condiciones dignas, así como garantizar alimentación y subsidios para la población más vulnerable. ¿De dónde saldrían estos recursos? Del proyecto del Parque Ecológico de San Rafael, que actualmente se encuentra detenido por un fallo del Juzgado Sexto Administrativo del Circuito de Bogotá.
En 2019 la Administración de Enrique Peñalosa abrió la licitación para ejecutar el proyecto del parque por un valor aproximado de $138.000 millones. No obstante, el Sindicato del Acueducto Sintraemsdes interpuso una acción popular y logró detener el proyecto; actualmente, se encuentran vigentes unas medidas cautelares que no permiten su desarrollo.
Vulnerabilidad
Por su parte, la concejala del partido Alianza Verde, Lucia Bastidas, refirió que la crisis por el Covid-19 demostró que las mujeres continúan en una evidente situación de vulnerabilidad, que se recrudeció con el confinamiento.
Por lo mismo, refirió que estar en casa no siempre es sinónimo de bienestar y seguridad, para muchas mujeres es un escenario de peligro latente. En Bogotá, durante el tiempo que ha durado el Simulacro Vital y la Cuarentena por la Vida, el número de llamadas a la Línea Púrpura aumentó en, aproximadamente, 230%.
Del período del 20 de marzo, cuando inició el simulacro preventivo, al 22 de abril, último corte de cifras de la Secretaría Distrital de la mujer, se registraron 6.301 llamadas a la Línea Púrpura, 926 atenciones psicológicas y 1.181 acciones jurídicas emprendidas. A su vez, se atendieron 37 atenciones especiales por violencia contra la mujer (al 22 de abril de 2020) y 11.582 pedidos de asesoría o ayuda entre llamadas y mensajes de WathsApp, entre otros.
“En Bogotá se han habilitado líneas de apoyo por cada localidad. Sin embargo, son principalmente de asesoría, más no de emergencia y cualquier mujer en situación de peligro será direccionada al 123 que, lamentablemente por la situación actual, permanece congestionada. La Administración Distrital debe adecuar y facilitar el acceso a las casas refugio para las víctimas y sus familiares en riesgo de feminicidio para pasar este aislamiento obligatorio sin correr riesgos”, precisó.
Para Diego Laserna, también concejal de la Alianza Verde, este es un buen momento para que Bogotá venda 217 culatas o remanentes de obras. De acuerdo con él, estos pequeños predios que son propiedad del Distrito se deberían vender o alquilar en este momento de crisis en el que la ciudad necesita generar ingresos
Los remanentes o culatas como son conocidos están ubicados principalmente en cercanías de las troncales de Transmilenio, por la calle 26, la carrera 30 o la calle 80. Son pequeños predios que sobraron de las obras, que se vuelven un riesgo para la seguridad y son un desperdicio económico enorme para el Distrito.
Plazas de mercado móviles
Por último, el Concejal del Partido Liberal, Samir Abisambra le propuso a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, la implementación de las denominadas, “plazas de mercado móviles” para atender a las familias bogotanas en aras de reducir la pérdida de alimentos y el riesgo de aglomeraciones. Municipios como Paipa han logrado llegar a 2.000 familias en 8 días
“Si bien, el IPES cuenta hoy con la red de domiciliarios, esta se ha quedado corta, por lo que una estrategia como las “Plazas móviles o Plazas al Barrio” permitiría evitar aglomeraciones y focos de contagio en filas al ingreso de las tradicionales Plazas de mercado. Ampliaría la cobertura, acercando a los comerciantes más afectados a los compradores en los barrios de la ciudad, además de controlar la especulación de precios en los alimentos básicos de la canasta”, manifestó Abisambra.