El Senado comenzó a trabajar en la creación de instrumentos para hacer rentable la actividad de cerca de 560.000 familias que en el país se dedican a la caficultura.

Con ponencia del senador del Centro Democrático, Ernesto Macías, la Comisión Tercera de la corporación comenzó a discutir la creación de un Fondo de Estabilización de Precios para el Café.

Dicha iniciativa, tomaría un punto del Gravamen a los Movimientos Financieros o 4X1000 para que se destinara a la financiación del Fondo.

Lo que se busca es implementar instrumentos que permitan garantizar la sostenibilidad del ingreso de las familias cafeteras, procurando el equilibrio del precio del café, e impulsando la consolidación del proceso de transformación productiva en aras a lograr la sostenibilidad de la caficultura y mejorar las condiciones y la calidad de vida de este sector.

Los precios del grano en el mercado interno este año han registrado una tendencia a la baja reduciendo la rentabilidad de los caficultores y poniendo en peligro la estabilidad financiera de muchos de ellos.

Los caficultores del Huila sostienen que el mercado cafetero necesita recuperar el orden y trazar así un norte, porque las multinacionales y quienes procesan café tienen que entender que el negocio del bebestible debe ser un tema de corresponsabilidad, pues los eslabones que conforman la cadena están llamados a experimentar lo que se conoce como el gana-gana, es decir, que debe haber rentabilidad para el productor, para el tostador y para el comercializador.

A su turno, el senador de la Alianza verde, Antonio Navarro, dijo que la propuesta que tiene para buscar una solución al problema es la creación de un seguro de precios, donde el asegurador puede ser el Estado o privados, contemplando una prima que empieza a tener un valor determinado y un precio predeterminado.

Este seguro es mucho más elaborado que un Fondo de Estabilización, pues se establece un precio de sustentación que funciona pagando una prima como cualquier seguro y que cuando el precio de sustentación determinado baja, el productor recibe la diferencia, mientras que cuando el precio está por encima, el productor no recibe nada y sigue pagando la prima.

Éste, explicó Navarro, es el mecanismo ideal, pero hay que diferenciar el café de otros productos de exportación como el banano y las flores, porque el cafetero ya está pagando una prima de seis centavos de dólar por libra al Fondo Nacional del Café.

Según Navarro, el 88% de los productores de café tiene menos de tres hectáreas y el 98% de los cultivadores tienen menos de cinco hectáreas.

Señaló que a los cultivadores del grano no se les puede aplicar nuevos gravámenes pues ya lo está haciendo al Fondo Nacional del Café, agregando que para poner a funcionar este seguro, una de las posibilidades es subsidiar al pequeño productor con recursos del Presupuesto Nacional y del Fondo Nacional del Café.

Dijo Navarro que el Ministerio de Hacienda tiene objeciones, para que desde el Presupuesto Nacional se saquen recursos con destino a los pequeños caficultores.

En consecuencia, la Comisión Tercera tiene en estudio dos alternativas para buscar la recuperación de la rentabilidad del sector cafetero que se ha visto afectado por los bajos precios tanto internos como externos por la revaluación del peso frente al dólar.

Los caficultores ante la cruda situación, sostienen que el Estado bien podría propiciar unas comisiones o unos incentivos como el crédito que estén acordes con el sistema y con el ciclo productivo en la caficultura para que la actividad pueda ser sostenible y competitiva.