Desde el pasado 20 de julio, 53 militares estadounidenses llegaron a Colombia y retomaron sus labores de "asesoramiento, cooperación y entrenamiento" en temas de lucha contra el narcotráfico, así lo confirmó el ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en la mañana de este jueves.
Según dijo el jefe de la cartera, se cumplieron con los tres items que el Tribunal de Cundinamarca instruyó en el momento de fallar a favor de una tutela que ordenó suspender las actividades de los combatientes extranjeros en el territorio nacional, hasta que su presencia en el país fuera llevada al Congreso.
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Trujillo aseguró que el presidente del Senado le manifestó a la Presidencia de la Republica que esa coorporación debatió ampliamente el tema y recibió la información adecuada. Según el ministro, 69 senadores le manifestaron al presidente del Congreso que el senado ejerció satisfactoriamente el control.
Asimismo, manifestó que ningún senador presentó proposiciones en contra y por lo tanto, tras cumplir por lo exigido por el alto tribunal, se pudo retomar la actividad de los uniformados estadounidenses bajo los parámetros de la ley.
Cabe recordar que el pasado 1 de julio, el Tribunal Superior de Cundinamarca le dio un plazo perentorio de 48 horas al Gobierno Nacional para que suspendiera las actividades de militares de la misión militar de Estados Unidos que había llegado la primera semana de junio al país.
El recurso jurídico había sido interpuesto por varios congresistas de la oposición que argumentaron que sus derechos políticos fueron vulnerados pues ese tipo de decisiones debe tomarlas el Congreso y no el Ejecutivo de forma unilateral.
Entre tanto, congresistas habían presentado una acción de nulidad al fallo la cual no fue aceptada en su momento por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
Estos argumentaron que la presencia militar norteamericana en Colombia no es sinónimo de un tránsito de tropas, como lo ha querido mostrar la oposición por lo cual había quedado en firme la decisión que se tomó de suspender cualquier actividad desarrollada por los efectivos norteamericanos hasta que haya un pronunciamiento del Senado.