El 30 de junio, que florezca su alegría de donar | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 5 de Junio de 2019
Redacción Web

SON innumerables las obras, proyectos y ayudas que a diario realiza la Iglesia Católica en diferentes lugares de la “casa común”, tal y como llamó el papa Francisco en su más reciente encíclica al mundo en que vivimos.

Y si bien los fieles cristianos católicos en todo el mundo apoyan parte de dichas labores a nivel local, con las limosnas que hacen en las diferentes celebraciones religiosas, cada año desde hace siglos se realiza una colecta mundial convocada por el Santo Padre para realizar iniciativas en beneficio de los más necesitados de todo el mundo.

Bautizada como el “Óbolo de San Pedro”, esta jornada en que se invita a todos los fieles de la Iglesia Católica a expresar económicamente su solidaridad con las obras y proyectos tanto sociales como pastorales que lidera el Papa, data del siglo VII, según recordó Monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico en Colombia, al presentar la jornada de colecta para este año.

“Dios ama a quien da con alegría”, dijo monseñor Montemayor, al tiempo que exaltó que desde el origen del Óbolo de San Pedro se ha conservado la característica de que los recursos recaudados son una asistencia directa del Santo Padre como expresión de afecto y solidaridad. Y que a partir del Concilio Vaticano II ha ido contribuyendo a la caridad directa del Papa, es decir, es él quien puede destinar los recaudos a proyectos y obras específicas en todo el mundo.

Esta colecta de la caridad del Papa y muestra de solidaridad de los católicos con los más necesitados de la “casa común” se realiza el domingo más próximo a la celebración de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, y para este 2019 tendrá lugar el próximo 30 de junio.

“Florezca la alegría de donar” es el eslogan de la campaña 2019, según explicó el padre Jaime Alberto Marenco, secretario de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia y delegado nacional del Óbolo de San Pedro.

“El objetivo de la campaña es motivar a la comunidad católica de Colombia a donar con alegría, con la conciencia de estar ayudando a muchos necesitados de distintos lugares del mundo. No estamos ayudando al Papa sino a mucha gente a la que el Papa tendrá un acceso más cercano y directo gracias a nuestra ayuda. Se busca fortalecer la solidaridad, compartir con alegría, lograr una integración nacional en un país polarizado y motivar la participación de los jóvenes, para que sean solidarios y ayude al sostenimiento de la Iglesia”.

Resaltó también que en la campaña publicitaria que comenzará a emitirse desde hoy en los medios de comunicación, se comunica que “el Papa no sólo necesita dinero sino que desde Colombia podemos unirnos a la gestión pastoral y social que el Santo Padre realiza para ayudar a muchísimas personas que lo necesitan en otras partes del mundo, la casa común”.

Señaló que el 30 de junio podrán hacerse las donaciones en las iglesias, virtualmente en www.colectadelpapa.com.co o en cuenta de Davivienda que está a nombre de la Conferencia Episcopal de Colombia.

De otra parte el Nuncio Montemayor destacó que a nivel mundial, en el 2017, se recaudaron US$74.636.500 dólares, de los cuales US$41.640.000 correspondieron a lo que hicieron los feligreses en las diferentes parroquias.

Destacó que otra parte importante de las donaciones provino de las fundaciones católicas, es decir aquellas que organizadas en fondos participan también en asistencia del Santo Padre. El monto de 2017 fue de US$22 millones. Y también, en ese global se encuentran las donaciones privadas, casi US$6 millones y los institutos religiosos.

Monseñor Montemayor dijo que las cifras del Óbolo de San Pedro de 2018 solo estarán consolidadas en octubre de este año.

El prelado y delegado papal en nuestro país explicó que la mencionada recolecta se hace fundamentalmente a través delas diócesis y la Nunciatura es un intermediario para enviar los recursos a la Secretaria de Estado del Vaticano, que es la que  administra este fondo. Así, una parte de los recursos se conservan para imprevistos y otra para lo que el Papa expresamente destina (proyectos, obras, catástrofes, ayudas que se necesitan en determinado momento, ayuda directa delibre disposición).

Finalmente el Nuncio recordó que el Óbolo de San Pedro no es la única colecta que realiza la Iglesia Católica ya que también están la de las obras pontificias -son colectas organizadas con fundaciones y proyectos bien específicos-, San Pedro Apóstol, la de la infancia, la de la propagación de la fe o para la Iglesia de Medio Oriente.

“Todas ellas demuestran el compromiso y la solidaridad de los católicos con las obras de la Iglesia”, concluyó.