El presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, declaró que la operatividad del sistema de transporte de gas en el Caribe está funcionando al límite, lo que podría llevar a un eventual racionamiento del suministro.
Durante la Cumbre del Petróleo, Gas y Energía celebrada en Cartagena, el presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, subrayó que la situación del suministro de gas natural en el país es crítica, manifestando que “no hay margen para el error” ante la escasez existente.
La falta de proyectos de expansión y el deterioro de la infraestructura han creado un escenario en el que cualquier imprevisto podría desencadenar serias dificultades operativas.
“Cuando se opera al límite, cualquier falla en el sistema se traduce en una pérdida de eficiencia que puede poner en riesgo el abastecimiento”, explicó Rojas. Este problema se ve agravado por una escasez estructural de gas, así como por situaciones coyunturales, especialmente en el interior del país, donde la demanda supera la oferta.
El presidente de Promigas hizo énfasis en que la situación se complica aún más con el mantenimiento programado de la regasificadora Spec, lo cual, de no planearse adecuadamente, podría generar desabastecimiento. “Nos pusieron a manejar un carro 365 días al año, y por ende, en algún momento hay que cambiar el aceite y revisar los frenos, o de lo contrario se compromete la confiabilidad del país”, advirtió, haciendo alusión a la necesidad de una estrategia más robusta para garantizar la seguridad del suministro.
Asimismo, el presidente de Vanti, Rodolfo Anaya, instó a la industria a no esperar soluciones gubernamentales. “La industria tiene que resolver por sus propios medios los problemas, especialmente para 2026, que será el año crítico”, afirmó.
Según el hombre, el país podría sobrevivir a 2025 sin racionamientos utilizando la infraestructura existente y gas importado, pero la creación de nuevas instalaciones de importación es fundamental para evitar una crisis mayor.
Por su parte, la presidenta de TGI, Dalila Hernández, subrayó que la falta de disponibilidad de gas para sus compresoras podría resultar en un “racionamiento programado” si no se toman decisiones inmediatas.