Esta semana se espera que se normalicen los servicios en el consulado de Estados Unidos en Bogotá, tras impasse entre el presidente Gustavo Petro y el gobierno de Donald Trump por la negativa del Ejecutivo colombiano al recibir dos vuelos con migrantes ilegales.
En seguimiento a los avances logrados tras la resolución del impasse entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, el Ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo; el Embajador de Colombia en los Estados Unidos, Luis Daniel García-Peña, y el Enviado Especial del gobierno de los Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, sostuvieron una reunión de alto nivel en Washington, D.C. para afianzar los acuerdos alcanzados y avanzar en su implementación.
De acuerdo con la Cancillería, durante el encuentro, se revisaron los detalles del acuerdo logrado por ambos países el pasado domingo 26 de enero, y tras la llegada de los vuelos con el primer grupo de colombianos deportados, siguiendo los protocolos establecidos, se definieron las interpretaciones comunes y los pasos a seguir.
Asimismo, se acordó una hoja de ruta para fortalecer una amplia agenda de trabajo conjunto, abarcando temas clave de la relación bilateral. Este esfuerzo reafirma el compromiso de ambos gobiernos de avanzar de manera constructiva en áreas de interés para ambas naciones.
"El Gobierno de Colombia reitera su compromiso con el diálogo por canales diplomáticos como la vía esencial para el relacionamiento con los Estados Unidos", indicó la Cancillería.
¿Qué pasará con las citas para las visas?
De acuerdo con funcionarios de la embajada, las citas para el registro de huellas, fotografías y visas serán reprogramadas.
Primer vuelo con deportados colombianos
Dos aviones militares colombianos llegaron este martes a Bogotá con 201 migrantes deportados por Estados Unidos, algunos de los cuales denunciaron maltrato dentro del programa de expulsiones de Donald Trump.
"No es un sueño americano, es una pesadilla americana (para) el que la vive. No sabíamos si era de día o si era de noche, aún peor que un preso. La comida que daban la daban dañada", contó sobre su detención el migrante Carlos Gómez.
La llegada de los colombianos es el último capítulo de una enconada disputa entre el presidente Gustavo Petro y Trump.
El domingo el mandatario de Colombia rechazó el aterrizaje de vuelos militares estadounidenses con deportados y exigió a Trump condiciones "dignas" como no esposar a los repatriados, lo que desencadenó una efímera crisis diplomática con amenazas arancelarias.
Tras horas de tensión, los países llegaron a un acuerdo y Petro envió el lunes dos aeronaves con destino a los estados estadounidenses de California y Texas.
"Son colombianos, son libres y dignos y están en su patria donde se les quiere. El migrante no es un delincuente, es un ser humano que quiere trabajar y progresar", escribió Petro en la red social X al confirmar el regreso de sus connacionales.
El gobierno de Brasil convocó el lunes al encargado de negocios estadounidense para pedir explicaciones sobre el trato "denigrante" dado a los deportados que llegaron el viernes a ese país.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, citó para el jueves a sus homólogos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para discutir las medidas migratorias de Washington.
Petro anunció esta semana que Colombia participará y asumirá la presidencia "pro tempore" de ese bloque.