Fiscal dijo que aumentaron 7, 22%, también alertó que en el país hay cerca de 1 millón 500 mil consumidores de drogas ilícitas
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Una alarmante radiografía de la difícil situación por la que atraviesa el país en materia de homicidios, microtráfico, tráfico ilícito de combustibles, cultivos ilegales, entre otros, hizo ayer el fiscal Néstor Humberto Martínez.
En el Congreso de Distribuidores Minoritas de Combustibles y Energéticos, señaló que el incremento del homicidio, es preocupante.
“En diciembre pasado se informó a la opinión pública que durante el año 2017 el país había registrado un descenso del 4.9% de los homicidios respecto del año anterior, alcanzando una tasa final de 23,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, la más baja en los últimos cuarenta y dos (42) años en el país”, indicó.
Y añadió que “en lo corrido de 2018 estamos observando una tendencia que debe prender nuestras alertas. Según nuestros indicadores más recientes, este año se han registrado 3.491 homicidios lo que representa un incremento del 7.22% respecto al año anterior en el mismo periodo. Es decir, ya no estamos frente a una reducción en el homicidio, sino a un cambio de tendencia que revela un aumento de este delito, tanto en sus tasas como en sus números netos”.
Según el Fiscal, los homicidios en 2018 se han presentado en 529 municipios del país lo que equivale al 47.15% y “se encuentra al aumento en 303 de estos municipios, afectando principalmente los departamentos de Antioquia, Chocó, Córdoba, Cauca, Nariño, Norte de Santander y Valle del Cauca”.
La Fiscalía ha evidenciado un incremento atípico del homicidio en zonas rurales “que alcanza en mayor escala a colombianos de a pie y, en otra, a líderes sociales. No podemos desconocer que en algunos territorios nacionales estamos en una verdadera confrontación, determinada por el control de los territorios cocaleros, particularmente”, dijo.
“Hemos identificado 12 corredores del país en donde el homicidio está creciendo exponencialmente y en cuyos municipios predomina la lucha territorial de organizaciones criminales, cuyas rentas ilícitas derivan principalmente de la minería ilegal y del cultivo, transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de sustancias ilícitas”, agregó.
Puso como ejemplo el corredor del Bajo Cauca Antioqueño y Sur de Córdoba. “Pasamos de tener 72 homicidios en 2017 a 219 homicidios en lo corrido del 2018. Es decir, tenemos un aumento del 204% en este delito, afectando principalmente municipios como Tarazá, Itunago, Yarumal, Cáceres, Caucasia, Ayapel, Montelíbano, entre otros”.
Con relación al microtráfico, señaló que “un aspecto que requiere nuestra atención y una pronta respuesta por parte de las autoridades es el tema del microtráfico y el narcomenudeo. Mucha de la droga que producimos se está quedando en Colombia para consumo interno. En nuestras investigaciones más recientes hemos observado que los narcotraficantes ahora no pagan los insumos solo en efectivo sino también en especie. Es decir, entregan droga a sus proveedores con el fin de que estos realicen sus utilidades con su venta en los mercados internos”.
Según la Fiscalía, se evidencia un aumento significativo en la oferta de droga en las calles y un incremento en el consumo interno de sustancias ilícitas como describen informes recientes en la materia. Según cifras del Departamento Nacional de Planeación, en el país existen cerca de 1.500 mil consumidores, de los cuales 832.000 viven en las ciudades capitales como Bogotá, Barranquilla, Medellín, Bucaramanga, Santa Marta y Pereira.
Entre las poblaciones más afectadas por el consumo de drogas también tenemos a las niñas, niños y adolescentes. Estudios recientes confirman que el 7,5% de los estudiantes de Colombia declaran haber consumido cocaína alguna vez en la vida, cifra bastante superior a la de los otros países de la región. La prevalencia del último año de consumo de cocaína registrada entre los estudiantes de Colombia es la más alta en comparación con nuestros vecinos andinos.
Frente a los cultivos ilícitos indicó que “pesar de los esfuerzos por llevar a cabo una erradicación de los cultivos ilícitos con métodos alternativos a la fumigación, todo indica que al finalizar el año anterior las cifras totales no cedieron” y recordó que informes de EU alertaron sobre el incremento de plantaciones de coca de 70 mil a 160 mil en dos años.
En cuanto a la gasolina, dijo que cumple una función muy importante para la obtención de la base de cocaína. En la fase inicial del proceso industrial, las hojas de coca se recogen y se dejan macerar en gasolina de 8 a 12 horas hasta que las hojas suelten la sustancia alcalina o base cruda, para posteriormente ser recuperada en agua y ácido sulfúrico.
“En las investigaciones sobre narcotráfico que conducimos en todo el territorio nacional hemos evidenciado unas cifras relacionadas con el consumo de gasolina en diferentes municipios que son -a lo menos- bastante llamativas y permiten prender varias alarmas.