EL NUEVO SIGLO: ¿Se cumple la normatividad en favor de la población con discapacidad en el transporte masivo?
RICARDO BECERRA SÁENZ: Hay siete u ocho ciudades que tienen sistema BRT, de transporte público por carril exclusivo, como es el caso de Transmilenio, el MIO, Metrolínea, y que tienen una serie de sistemas complementarios a nivel de sistema urbano o sistema integrado de transporte público, y hay sistemas estratégicos de transporte público. Los integrados es lo que está sucediendo en Bogotá, Cali, Pereira, Medellín, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga.
Colombia tiene una riqueza impresionante de normativas, el problema es su aplicación por el sector público y también el privado. Un operador es privado, el sector público establece y hace la implementación de las políticas, pero ahí es donde hay muchos quiebres porque primero no han sido claros con los regímenes de transición, con las garantías, con las exigencias que se tienen. Por dar un ejemplo, la Ley Estatutaria 1618 de 2013 da un régimen de transición y en el Artículo 14 acceso y accesibilidad dice claramente en el numeral 2 que todos los sistemas de transporte deben ser accesibles para las personas con discapacidad y todos los modos, todos los sistemas de transporte que se contraten a partir de la Ley deben obedecer los principios del diseño universal.
Es decir, que todo vehículo nuevo, infraestructura nueva, terminal de transporte, terminal aérea, embarcación, nave, puerto, muelle, todo debe ser accesible después de la Ley, y eso no se ha cumplido porque no estamos empoderados. Viene la Ley y nos dice que aquellos medios, modos, infraestructura y comunicaciones de transporte que están precedentes a la promulgación de la Ley deben establecer unos planes progresivos y graduales que garanticen niveles superiores al 80% de accesibilidad en un término no mayor a 10 años, se cumplen en 2023, y todavía estamos muy pobres en eso. En conclusión tenemos la norma pero no la hacemos cumplir.
ENS: Se observa en Transmilenio, por ejemplo, rampas de acceso y zonas para sillas de ruedas, ¿ahí se cumple la norma?
RBS: Todos los articulados y biarticulados de un sistema BRT en las ciudades que mencioné son accesibles. Se cumple lo del espacio, de hecho la nueva flota que trae Transmilenio para fase uno y fase dos que inicia este año, todos los buses ya vienen con esto. Por ejemplo en un biarticulado que tiene tres segmentos en cada segmento hay una plaza accesible prioritaria.
Los buses alimentadores ya están implementándose como carros de cama baja. Significa que las personas están en un paradero con su silla con ruedas o el bebé en coche y entran a nivel, no se necesita ninguna plataforma. Eso es un avance grandísimo, que incluso Colombia llegó muy tarde después de 30-40 años que en otras sociedades europeas se había implementado ese sistema.
Esto es un plan gradual que tiene que dar cumplimiento Transmilenio y el SITP, que tienen que llegar a niveles superiores del 80% de ser accesibles para 2023.
ENS: ¿Qué pasa con el resto de la infraestructura?
RBS: La infraestructura, los terminales de transporte, los portales, las estaciones les falta mucho porque eso tiene una serie de componentes en aproximación, en el espacio público. En los casos de los portales hay situaciones en las cuales no tenemos garantías de accesibilidad para las personas con discapacidad visual y con discapacidad cognitiva porque hemos entendido en la sociedad que la discapacidad solamente es física, y eso no es cierto.
Las personas con discapacidad visual están carentes de garantías en términos de señalización, de identificación de los vagones, de las puertas para acceder a los buses, de aplicaciones textuales y digitales que les ayuden a ellos a ubicarse.