La Misión de Verificación del organismo internacional en Colombia entregará al Consejo de Seguridad el informe periódico sobre la implementación del Acuerdo de Paz.
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“La tarea que es necesario acometer ahora es la de consolidar la paz”, afirma el informe periódico que la Misión de Verificación de la ONU en Colombia le entregará al Consejo de Seguridad este jueves.
El documento que entregará el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Jean Arnault, es el resumen de los avances que ha tenido el proceso entre el 27 de marzo y el 20 de julio de 2018 y los retos a futuro.
Este informe es especial porque coincide con la inauguración del nuevo Congreso el pasado 20 de julio y la toma de posesión del presidente electo Iván Duque, que se hará el próximo 7 de agosto.
Explica que en los últimos meses el Congreso aprobó una ley para facilitar el sometimiento de grupos criminales a la justicia y determinó la fecha para la consulta anticorrupción que varios sectores políticos y sociales pedían. También resaltó que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) recibió los primeros casos remitidos por la Corte Suprema.
En materia de sustitución de cultivos ilícitos, 77.659 familias han firmado acuerdos para sustituir sus cultivos y se han eliminado unas 15.000 hectáreas.
Pero, a pesar de los avances, todavía quedan grandes desafíos a futuro. “Ningún proceso de paz está exento de incertidumbres, pero la consecución de la paz en Colombia se ha visto entorpecida por niveles de incertidumbre que han generado recelos profundos y comprensibles entre los miembros de la Farc que se reincorporan a la sociedad”, afirma el documento de 17 páginas.
La violencia en las zonas de conflicto, en particular contra dirigentes sociales y defensores de los derechos humanos, la proliferación de grupos ilegales y el crecimiento de la economía de la coca están entre los principales retos para consolidar la paz, según la Misión.
“Este proceso de paz con el que otrora fue el movimiento guerrillero más grande de Colombia es solo parte de la tarea fundamental de llevar el desarrollo y el estado de derecho a vastas zonas del país que siguen siendo presa de la violencia”, afirma el documento.
Por eso las decisiones que tomen los líderes políticos locales, regionales y nacionales, así como el activismo de la sociedad civil serán claves para el proceso de implementación.
“Probablemente no exista un desafío mayor para las nuevas autoridades nacionales que el de aportar recursos y coherencia a una combinación de medidas de desarrollo social y económico, infraestructura, seguridad, lucha contra los estupefacientes y promoción del estado de derecho”, añade el informe.
Por último, Arnault invitó al Consejo de Seguridad a mantener su compromiso unánime con Colombia. “Estoy convencido de que, con la colaboración sostenida del equipo de las Naciones Unidas en el país y la comunidad internacional en su conjunto, la Misión puede prestar un apoyo eficaz al cumplimiento de las difíciles tareas que quedan por delante”, concluyó.