Bogotá no puede seguir atada a una tecnología como los buses Euro V considerada obsoleta en muchas partes del mundo
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Generar incentivos para implementar tecnologías limpias, asegurar el cumplimiento de la Ley Probici, disminuir el número de buses biarticulados exigidos, y limitar la remuneración por vehículo, son observaciones que se hacen a los prepliegos para adquirir los nuevos buses de las fases I y II de Transmilenio.
Mientras la administración cumple con el cronograma de cambiar los buses de Transmilenio que cumplieron hace más de cinco años su vida útil, la concejal María Fernanda Rojas, radicó las observaciones a la licitación con base en que no hay ni exigencias mínimas ni incentivos para contar con motores distintos a diesel, como híbridos, gas o eléctricos, objetivos que deberían ser prioridad en la nueva licitación de buses para Bogotá.
La primera alerta que la cabildante del Partido Alianza Verde expuso en las observaciones radicadas a Transmilenio, es que se debe exigir un porcentaje mínimo de vehículos que tengan emisiones de material particulado inferiores a las de los motores diésel EURO VI (0,02 g/kWh). Se sugiere que sea al menos un 20% de la flota, dado que es necesario reducir urgentemente el nivel de emisiones que proviene del transporte público.
La Concejal dijo que si bien el costo de esta flota más limpia es más elevado que el de los buses tradicionales, existen distintos beneficios tributarios tanto en aranceles como en IVA para este tipo de vehículos, que hacen posibles que un porcentaje razonable haga parte de la operación sin afectar financieramente las ofertas.
“Este porcentaje en ningún caso debería ser inferior al 20% del total de la flota a adquirir. La ciudad no puede permitirse seguir atada únicamente a una tecnología como los buses Euro V que en muchas partes del mundo es considerada obsoleta. En ciudades colombianas como Cartagena y Medellín, buena parte de la flota de sus sistemas masivos de buses funcionan a gas y eléctricos”, aseguró Rojas.
La segunda advertencia que hace Rojas es que el sistema troncal no cuenta con la infraestructura requerida para funcionar adecuadamente con un alto número de buses biarticulados, razón por la cual solicita bajar el porcentaje de biarticulados del 67% del total de la flota que se pide a los proveedores a una cifra que se adecúe a las condiciones reales de la infraestructura, teniendo en cuenta que la mayor parte de las modificaciones que se requieren en las estaciones no estarán listas al momento del inicio de la operación de la nueva flota.
Según los documentos de la licitación, se requieren 34 obras de cambios de las estaciones que no han iniciado proceso de licitación. “Esto quiere decir que lo más probable es que un alto porcentaje de esas (34) obras anunciadas para el buen funcionamiento del sistema con un alto número de buses biarticulados, no estén listas al momento de entrar a operar la nueva flota”, anotó Rojas.
Adicionalmente, en el mercado actual no se ofrecen biarticulados a gas, híbridos o eléctricos, por lo que se reduce la posibilidad de contar con estas nuevas tecnologías en las ofertas.
El siguiente llamado a la administración es que exista un tope de remuneración mensual por vehículo que asegure una baja significativa en la tarifa técnica con respecto a la actual, y que beneficie al usuario. Hay que recordar que las Fases I y II de Transmilenio son las más rentables del sistema (18%) y con mayor demanda. Por tanto, la licitación debe garantizar una baja significativa de la tarifa técnica y de este modo bajar el déficit global del sistema que hoy sobrepasa los $590 mil millones.
Otra advertencia que la concejal Mafe Rojas hace, es que esta licitación no cumple con la Ley 1811 de 2016 respecto a la instalación y uso de portabicicletas como forma de integración modal del transporte. “La única manera de lograr que se cumpla esta obligación legal es incluyéndola en los pliegos, deben generarse incentivos para quienes instalen portabicicletas en los buses”.
También dijo la cabildante que es necesario plantear la posibilidad de hacer que los nuevos proveedores ofrezcan vehículos para ayudar a completar la implementación del sistema zonal del SITP. Algo similar a lo que se pactó en la Fase III del sistema. Por tanto los concesionarios deberían proveer vehículos tanto para el sistema troncal como para el zonal.