La fiscal Angélica Monsalve presentó su renuncia al cargo de Fiscal Delegada ante los Jueces de Circuito, efectiva a partir del 31 de enero de 2025. En su carta de renuncia, expresó su "profunda tristeza y desolación" al observar que la Fiscalía General de la Nación, presuntamente, se convirtió en un "antro de impunidad" y, en ocasiones, al servicio de la delincuencia.
Monsalve es una figura controvertida en el ámbito judicial de Colombia, enfrentando múltiples acusaciones y procesos en su contra, los cuales atribuye a una persecución sistemática por parte de exfiscales generales como Francisco Barbosa y Martha Mancera. Según ella, estos procesos fueron motivados por su labor como fiscal, donde se convirtió en "el terror de los corruptos" al investigar casos de presunta corrupción que involucraban a altos funcionarios.
En su declaración, Monsalve criticó abiertamente el estado actual de la justicia en la Fiscalía, señalando que está marcada por intereses oscuros y sesgos políticos. "La manera en que se imparte justicia al interior de la Fiscalía está mellada por intereses oscuros donde predominan el poder económico y la insensatez", afirmó. Esta situación ha llevado a la fiscal delegada a concluir que no puede seguir participando en un sistema que considera corrupto y alejado de sus principios éticos.
Salpicada
La renuncia de Monsalve se produce en un contexto donde su imparcialidad ya había sido cuestionada, lo que llevó a su retiro de varios casos importantes relacionados con el 'cartel de carros blindados'.
La Fiscalía General de la Nación la investiga por presuntamente haber exigido 600 millones de pesos a Martín Ricardo Manjarrés, un investigado en el escándalo de corrupción de los vehículos blindados en la Unidad Nacional de Protección (UNP). Según el Tribunal Superior de Bogotá, Monsalve será procesada en 'contumacia', lo que significa que será juzgada como reo ausente debido a su falta de comparecencia ante la justicia