'Trancón' del Transmilenio por la 7a. | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Julio de 2018
Redacción Nacional

A medida que se acerca la apertura de la licitación para la troncal de Transmilenio por la carrera Séptima, cada semana surgen situaciones que tienden a complicar el desarrollo de la misma.

La obra que tendrá un costo de $2,4 billones ya aprobados por el Concejo de Bogotá, ha tenido la oposición de los residentes del área de influencia, de organizaciones del medio ambiente, de tutelas y de conceptos oficiales desvirtuados.

Sin embargo, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, está dispuesto a cumplir con el cronograma para la apertura de la licitación durante la próxima semana. La directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Yaneth Mantilla, explicó que “son más de 10 mil mapas, folios y documentos técnicos que confirman la viabilidad del proyecto y eliminan las suposiciones e incertidumbres que se han querido generar. Avanzamos en los 100 conversatorios con diferentes sectores que se suman a los que hicimos el año pasado con quienes apoyan y se oponen al proyecto. La ‘Nueva Séptima’ se está haciendo con el mayor profesionalismo y criterio técnico, por el beneficio de millones de bogotanos”.

Interventoría

Señaló que la interventoría del proyecto aprobó los estudios para la construcción y ejecución de los 20 Km de longitud, entre las calles 32 y 200, de la Troncal Carrera Séptima que tendrá un costo de $2.4 billones.

En efecto, en las últimas horas fueron aprobados por parte de la interventoría los estudios y diseños del megaproyecto que transformará la movilidad de Bogotá.

“Los catorce componentes que conforman la actualización de estudios y diseños de la nueva carrera Séptima ya fueron aprobados por la interventoría. Lo más importante que debe saber la ciudadanía es que este megaproyecto es viable, está financiado en su totalidad, y desde hoy iniciaremos el procesamiento de la información y el trámite necesario para estructurar la licitación de la obra, la cual se abrirá en agosto y se adjudicará a finales de este año”, afirmó Mantilla, directora del IDU.

La “Nueva Séptima” comprende un total de 20 kilómetros de longitud entre las calles 32 y 200, y estipula la reconstrucción total de 400 mil metros cuadrados de aceras y espacios públicos, una Cicloruta de 11 Km entre las calles 100 y 200, cuatro puentes vehiculares, tres puentes peatonales, tres pasos a desnivel, y 22 estaciones del sistema Transmilenio.

“Con este proyecto se beneficiarán más de 3 millones de personas que viven o transitan diariamente por la carrera Séptima. Con esta obra, los viajes de hasta dos horas y media que deben hacer los bogotanos para atravesar la ciudad, se podrán hacer en tan solo 50 minutos. Además, estarán conectados con la carrera Décima, la calle 26, la Av. Caracas y la troncal de la Av. 68 que ya estamos diseñando”, indicó Mantilla.

Obstáculos

Sin embargo, varios de los obstáculos que tiene de frente este proyecto todavía no se han podido despejar, uno de estos es el diseño de su paso por la Biblioteca Nacional y el Parque Nacional, que produce temor entre los ambientalistas que siguen insistiendo en que de aprobarse definitivamente, la flota de buses debe ser con base en tecnologías límpias.

Precisamente el viernes pasado, en un juzgado penal de Bogotá fue radicada una acción de tutela contra el proceso de licitación que adelanta Transmilenio para reemplazar los buses rojos que operan hace más de quince años en las troncales y los que se utilizarían por la Séptima.

A través de esta acción legal se denuncia que presuntamente, y en medio de una agenda introducida en la licitación, se eliminaron tácitamente los beneficios tributarios a los proponentes que quisieran incluir buses eléctricos y a gas.

El concejal de Bogotá, Emel Rojas, explicó que “esto generará que dichos privados, al no poder obtener los beneficios tributarios establecidos por ley, su oferta automáticamente se hará más costosa y por lo tanto terminarán ganando aquellos que se basen totalmente en el Diésel”.

Transmilenio respondió que hasta el momento no ha recibido notificación de dicha tutela y que, a la fecha, avanza en las respuestas a organismos de control sobre el proceso de licitación que busca adquirir 925 buses biarticulados y 458 articulados para el Sistema, con un presupuesto de $1,6 billones.

Minambiente

Por otra parte, el ministro de Ambiente, Luis Guillermo Murillo, también entró a terciar en esta problemática sugiriendo al alcalde Peñalosa, que le dé prioridad a la implementación de energías amigables con el medio ambiente en la licitación de la nueva flota de Transmilenio que incluye a la Séptima.

Para Murillo, es necesario establecer garantías para la contratación de buses eléctricos, a gas natural e híbridos, con los que se reduzca la emisión de gases del sistema de transporte.

“Insistimos en la necesidad de que las licitaciones incluyan criterios efectivos para avanzar en la consolidación de un sistema masivo de transporte en Bogotá que permita alcanzar el logro de las metas de política ambiental relacionados con el mejoramiento de la calidad del aire y el cumplimiento de los compromisos en el marco del Acuerdo de París”, afirmó el Ministro en una carta.

El más reciente estudio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) reveló que Bogotá es la segunda ciudad del país con peor calidad de aire. El problema está asociado en gran medida a las emisiones de los vehículos con motor ciclo Diésel, situación que se evidencia en los inventarios de emisiones realizados por la Secretaría Distrital de Ambiente, situación que se complicaría con el sistema por la Séptima.

Asimismo, para el Distrito fue un tremendo dolor de cabeza un memorando sobre Transmilenio por la Séptima al IDU, situación que luego fue desmentida por el propio instituto.

En este documento, se afirmaba que el proyecto era inviable por una serie de advertencias que se realizaron desde la misma entidad.

El memorando número 20183050143613 con fecha del 18 de junio, que fue remitido a Rafael Eduardo Abuchauibe, subdirector General de Desarrollo Urbano, dice:

“Como conclusión preliminar, esta subdirección (infraestructura) manifiesta que ante los productos faltantes y a la información analizada resultado de esta revisión, resulta inviable adelantar el proceso para la licitación de obra en estas condiciones”.

Sin embargo, horas después, el mismo Instituto de Desarrollo Urbano aclaró que la licitación avanzaba y que el memorando es obsoleto:

“El documento que ha trascendido a la opinión pública es un memorando técnico del pasado 18 de junio de 2018 donde la Subdirección de Infraestructura hace unas observaciones y requerimientos a la información entregada por el diseñador del proyecto durante la etapa de revisión de los productos aprobados por la interventoría. Hoy, el mencionado memorando técnico es obsoleto”, aseguraron por medio de un comunicado.