Hoy se cumplen tres años del atentado con carro-bomba que ejecutó el Eln contra la Escuela General Santander, en Bogotá, que cobró la vida de 22 cadetes y dejó cerca de 70 heridos, una de las acciones terroristas más graves que ha realizado en su historia. Desde entonces, no ha parado en su accionar delincuencial, cerrando la posibilidad de reiniciar la mesa de conversaciones, como ha pedido en repetidas oportunidades al presidente Iván Duque.
Desde la hora cero de su gobierno el mandatario advirtió al Eln que estudiaría reactivar la mesa de conversaciones, que había dejado instalada en La Habana, Cuba, la administración Santos, si entregaba a todos los secuestrados en su poder y cesaba sus acciones terroristas.
El Eln no atendió este ultimátum y, por el contrario, al parecer por la ejecución de atentados de gran impacto como el de la General Santander, buscó presionar al Gobierno nacional a regresar a la mesa. Sin éxito, porque Duque no ha modificado un milímetro la línea roja de que solo conversaría con ellos si paran el terrorismo y devuelven a los secuestrados.
En lo poco corrido de este año el Eln se adjudicó un atentado con explosivos contra el Esmad en Cali, que dejó 13 policías heridos, y según inteligencia del Ejército es responsable en asocio con la reincidencia de la Segunda Marquetalia, liderada por alias ‘Iván Márquez’, del asesinato de 26 personas en el departamento de Arauca, producto de una guerra que tendrían con las disidencias de las Farc dirigidas por alias ‘Gentil Duarte’.
También esta guerrilla es responsable de varios ataques contra la Policía e instalaciones de esta institución en Cúcuta en los últimos meses; igualmente, ha ejecutado un plan pistola contra uniformados en diferentes regiones y secuestrado a varios de ellos.
Ello sin olvidar recurrentes atentados contra el oleoducto y que ha sido responsabilizado de masacres y el crimen de líderes sociales.
El Eln ha propuesto en varias oportunidades al Ejecutivo un cese al fuego bilateral y así reiniciar la mesa de diálogo, un mecanismo que se puso en práctica durante las conversaciones con la administración Santos, el cual esta aceptó desarrollar en medio del fuego.
Pero, como se dijo, el presidente Duque no ha modificado un milímetro las condiciones que puso desde el principio de su gobierno, por lo que la eventual reactivación de conversaciones con Eln, como están las cosas, es un tema que debe ser resuelto por el próximo gobierno.
Desdoblamiento a Venezuela
Después del atentado a la escuela General Santander se ha intensificado la presencia de cabecillas del Eln en territorio venezolano, que según el Gobierno colombiano cuenta con el beneplácito del régimen de Nicolás Maduro, que también daría cobijo a las reincidencias de la Segunda Marquetalia.
A finales del año pasado el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, dijo a EL NUEVO SIGLO que “se ha podido establecer que en territorio venezolano permanecen tres cabecillas del Comando Central, ocho de la Dirección Nacional, 17 cabecillas de frentes de guerra y 21 cabecillas de frentes y compañías. Se tiene conocimiento de que en diferentes estados de Venezuela permanecen más de 1.100 integrantes de las estructuras del grupo armado organizado Eln”.
Agregó el General que “se puede afirmar que el Eln fortalece sus finanzas con el dinero producto del narcotráfico. Más del 60% de sus estructuras están inmersas en este flagelo como su principal fuente de financiación para el desarrollo de acciones terroristas en contra de la población civil, la Fuerza Pública y la infraestructura crítica del Estado.
Alianza con Segunda Marquetalia
La presencia del Eln primero en Venezuela y la posterior llegada de la Segunda Marquetalia, a partir de mediados del 2019, les ha permitido fortalecerse en ese territorio y desde allí organizar acciones terroristas en suelo colombiano, como lo ha revelado en varias ocasiones el ministro de Defensa, Diego Molano.
Todo parece indicar que integrantes de esas organizaciones en Venezuela no solo tienen refugio sino que desarrollan actividades de narcotráfico y minería ilegal, que les permiten obtener recursos operando en diferentes estados sin estorbarse el uno al otro.
No obstante, la Segunda Marquetalia y el Eln se habrían topado con un enemigo común, la disidencia de ‘Gentil Duarte’, que buscaría también pujar por rentas ilegales en la frontera colombo-venezolana, la cual surgió desde el mismo momento en que se firmó el Acuerdo de Paz, porque no estuvo de acuerdo este cabecilla y otros como alias ‘Iván Mordisco’, con lo que se pactó en La Habana con el Gobierno.
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Como se dijo, el asesinato de 26 personas hace unos días en el departamento de Arauca sería la muestra de la alianza del Eln y la Segunda Marquetalia en contra de la gente de ‘Gentil Duarte’.
Incluso, el fiscal general, Francisco Barbosa, previno que esta lucha podría extenderse a otras regiones del territorio colombiano.
“Sabemos que en Venezuela está la Nueva Marquetalia, se ha unido con el Eln y ha empezado también a golpear esa disidencia Décima de las Farc”, dijo.
Relevo en comandancia
Otro elemento para tener en cuenta en estos tres años que han transcurrido desde el atentado a la Escuela General Santander es que se produjo un cambio en la comandancia del Eln, pues en junio del año anterior anunció que dio un paso al costado Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, por problemas de salud.
Si bien entonces la dirección la tomó otro cabecilla curtido en la lucha guerrillera, como Antonio García, de todas formas no fue un golpe fácil de asimilar para la organización delincuencial, pues ‘Gabino’ estaba al frente desde 1998, después de la muerte del cura Pérez.
No obstante, no se esperan cambios hacia la reducción de la beligerancia del Eln, como se ha visto en este último año, pues García venía de dirigir el ala militar de la organización.
Golpes a ‘elenos’
La Guerra sin cuartel contra el Eln ha producido en la administración de Iván Duque los más duros golpes a esta organización, como en mayo del 2020, cuando en un bombardeo en zona rural del sur de Bolívar fueron abatidos dos cabecillas y al menos otros 20 subversivos.
En octubre del mismo año fue abatido Andrés Vanegas, conocido como ‘Uriel’, quien era el principal cabecilla del Eln en el occidente del país, operando específicamente en el Chocó.
El presidente Duque dijo, tras la muerte de ‘Uriel’, que “era uno de los objetivos de alto valor, buscado por homicidio agravado, secuestro agravado y rebelión. Tenía línea directa con Pablo Beltrán, integrante del Coce del Eln”.
También en septiembre del año pasado en las selvas del Chocó fue abatido alias ‘Fabián’, quien según las autoridades tenía a cargo el frente de guerra occidental del Eln, que opera en este departamento.
Tensión con Cuba
Las relaciones entre Colombia y Cuba han sido tensas en los tres últimos años, tras el atentado contra la Escuela General Santander.
Entonces el presidente Duque solicitó la extradición de los cabecillas del Eln que se mantenían en Cuba después de que, por el cambio de gobierno, fuera suspendida la mesa de conversaciones con esa guerrilla.
Sin embargo, el Gobierno cubano se negó aduciendo que los protocolos de la mesa de diálogos que se adelantó en la isla durante algunos meses establecían que en caso de que se rompiera, los alzados en armas serían retornados a Colombia para que se reincorporaran a las filas del grupo armado.
Desde entonces Colombia no ha dejado de insistir a Cuba que le entregue a los cabecillas del Eln.
En junio pasado hubo otra aspereza en las relaciones de los dos países debido a que Cuba rechazó unas afirmaciones del entonces alto Consejero de Paz, Miguel Ceballos, después que Estados Unidos lo incluyera en la lista de países colaboradores del terrorismo.
“Afirma que la inclusión de Cuba entre los países que supuestamente no colaboran con los esfuerzos de EE.UU. en la lucha contra el terrorismo, fue un espaldarazo del gobierno estadounidense al gobierno de Colombia en la solicitud a Cuba de que sean entregados los miembros de la delegación de paz del Eln que se encuentran en La Habana”, señaló el Gobierno cubano en una nota diplomática.
La Cancillería negó que Colombia facilitara la inclusión de Cuba en esa lista.