El INPEC, en cumplimiento a los dispuesto en Auto A-1096/24 de la Corte Constitucional y al seguimiento a las mesas de trabajo efectuadas entre el Ministerio de Justicia y del Derecho, la Policía Nacional de Colombia y el Instituto, logró el traslado de 2.949 personas privadas de la libertad de centros de detención transitoria en el país y 363 en la ciudad de Bogotá, logrando con ello la descongestión y el deshacinamiento.
En las últimas 24 horas se trasladaron 363 personas privadas de la libertad que permanecían a cargo de estas autoridades en centros de detención transitoria en la ciudad de Bogotá. Lo anterior, se suma a los 2.949 privados de la libertad recibidos en los Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional –ERON- desde la expedición del Auto A-1096 el pasado 29 de julio.
A la Cárcel y Penitenciaría de Media Seguridad de Bogotá “La Modelo” fueron trasladadas 128 personas privadas de la libertad-PPL-, al Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta Media y Mínima Seguridad de Bogotá “La Picota” 115 PPL y 120 PPL más están a la espera de ubicación en los ERON que se dará en el transcurso de la semana.
Según la entidad, con estas medidas busca proteger la dignidad humana de las personas privadas de la libertad, garantizando el acceso a la justicia, a la información, a la salud, la alimentación, la higiene y humanizando su condena a través de su vinculación en procesos de resocialización mediante estudio, trabajo y enseñanza, actividades culturales, de recreación y deporte.
Hacinamiento:
El problema de hacinamiento en las cárceles y Unidades de Reacción Inmediata (URI), especialmente en Bogotá, alcanzó niveles críticos en 2024.
En el mes de junio, Personería de Bogotá reveló que en la capital del país, el hacinamiento en las estaciones de Policía y URI supera el 167%, con una capacidad total para 1.227 personas, mientras que actualmente hay más de 3.296 detenidos. Esto se traduce en condiciones inadecuadas que afectan la salud y los derechos humanos de los privados de libertad.
Algunas estaciones presentan cifras extremas, como Usaquén, que tiene un hacinamiento del 490% (59 personas en un espacio para 10), y Kennedy con un 528% (395 personas en un espacio para 60).