Columnistas | El Nuevo Siglo

El  día del no carro

Para  los que no tienen el gusto de vivir en mi ciudad otrora gobernada por míster Bochica (rapiñando el vocabulario de Klim) les reporto lo que pasó:

El pasado 6 de febrero tuvo lugar el instituido día del no carro. ¿Qué es eso? Se preguntarán aquí y más allá de nuestros límites. Solo puedo decirles que es todo lo que se puedan imaginar menos lo que indica su nombre. Es decir: que no habrá carros.

El poder detrás del trono

En la columna de la semana pasada se hizo referencia a la habilidad “foucheniana”, para  distorsionar realidades y especular con   suposiciones, alusión que motivó   exigencias  de los lectores, en el sentido de explicar ¿qué relación puede existir entre el señor   Joseph Fouché, Duque de Otranto y los acontecimientos que ensombrecen las conversaciones de Paz en La Habana?

Ellas controlan la plata del mundo

Dos  mujeres, Christine Lagarde y Janet Yellen, controlan hoy una buena parte de la plata del mundo. La primera como directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la segunda como presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).

La pederastia

 

Que quede claro: la pederastia -llamada también pedofilia- es un crimen abominable; para un católico es, además, un pecado gravísimo; y si es un cura es un sacrilegio contra la vida consagrada.

La ONU contra Francisco

 

Para  que vayamos entendiéndonos, la pederastia y todo lo que ella conlleva es execrable. No hay disculpa alguna. Es una página negra en la historia de la Iglesia y eso no tiene atenuantes. Son muchos los que deben amarrarse la piedra del molino al cuello y arrojarse al fondo del mar. Y quienes sabiéndolo los han defendido y han cerrado los ojos deben pedir perdón y someterse a la ley. ¡Esto es claro!

Sin caridad cristiana

 

La Corte Constitucional, con ponencia de la magistrada María Victoria Calle (sentencia T-658) confirmóla sentencia del Juzgado Penal con Funciones de Conocimiento del Circuito de Girardota (Antioquia) que amparólos derechos fundamentales de la ciudadana Margarita Alicia López Yepes (Sor María Elena López Yepes) dentro de la acción de tutela que interpuso contra el Monasterio Santa Clara de Copacabana.

El mundo de los desamparados