EL PULSO por la presidencia del Senado en la tercera legislatura, a partir del 20 de julio venidero, se está acelerando en el Partido Conservador, que les corresponde conforme a los acuerdos. El nombre que más suena es el del experimentado Efraín Cepeda, también se habla de Marcos Pineda y Carlos Andrés Trujillo. Mientras tanto, el Gobierno sigue con un ojo abierto a esta escogencia, pues si bien la colectividad hace tiempo se salió de su coalición para ir a la independencia, la Casa de Nariño espera que quien llegue encienda el canal de la interlocución, teniendo en cuenta la difícil relación con el actual presidente Iván Name.
Como se sabe las diferencias entre el jefe de Estado y el presidente del Senado, Iván Name, se dispararon este año a raíz del trámite de las reformas, especialmente la de salud y la pensional, porque Petro quiso culpar al Congreso de supuestamente no querer aprobarlas, con lo que, según él, el Parlamento se pone de espalda al querer de más de 11 millones de ciudadanos que lo acompañaron en las urnas y que, dijo, eligieron el cambio.
Sin embargo, Name advirtió al presidente que el papel del Congreso es aprobar las iniciativas que sirven al país y negar las que no, y que en el caso de las reformas el Senado se tomaría el tiempo necesario para su estudio. También le recordó al mandatario la necesidad de respetar la independencia de poderes.
En marzo pasado, Petro dijo que “en el Congreso de la República, a través de su presidente del Senado, se jacta de no aprobar el proyecto. Lo han visto, no ellos, sino él, como un tour de force con el Gobierno, como así el Congreso demuestra su independencia, pero es una enorme equivocación porque está haciéndole daño a la vez. A millones de viejitos y viejitas que están en las calles pidiendo limosna”.
Name respondió a esto señalando que “declaración inconveniente, una intervención al fuero independiente y autónomo del parlamento. Nosotros tenemos aquí hoy, en la historia de nuestro tiempo, un momento de reflexión y de dignidad con nosotros mismos”.
En tanto que el pasado 3 de abril, el presidente dijo tras el hundimiento de la reforma a la salud en la Comisión Séptima del Senado, en donde fue aprobada por nueve votos contra cinco la ponencia de archivo, que “los congresistas de las EPS, porque los financiaron en sus campañas esas mismas entidades, dicen no votamos el proyecto”.
Como consecuencia de estas delicadas afirmaciones del mandatario, el pasado miércoles Name suspendió ese día la discusión de la reforma pensional en segundo debate.
“Es inadmisible la afirmación del señor presidente Petro, según la cual la Comisión Séptima del Senado de la República decidió el archivo del proyecto de ley de reforma a la salud bajo influencias ilegales y corruptas. Las injuriosas y calumniosas declaraciones del presidente atentan contra la dignidad que ostentan todos los miembros de esta célula legislativa”, enfatizó Name.
En la elección del actual presidente del Senado, el Gobierno acusó las consecuencias de perder las mayorías al romperse la coalición en abril pasado, cuando se retiraron La U y los conservadores por su desacuerdo con la actitud de la Casa de Nariño de no permitir enmendar el texto de la polémica reforma de salud.
Si bien en la actual legislatura la presidencia del Senado la ocupa la Alianza Verde, que hace parte de la coalición, el pasado 20 de julio los independientes y la oposición le ganaron la partida al Gobierno porque eligieron a Name, que en esta colectividad es uno de los menos cercanos a la Casa de Nariño, y derrotaron la aspiración de Angélica Lozano, que era quien el presidente Petro quería que llegara, con la idea de que supuestamente facilitaría el trámite de las reformas.
El pulso conservador
La carta principal que tiene el Partido Conservador a la presidencia del Senado en la tercera legislatura es Efraín Cepeda, quien ha sido senador por más de tres décadas y ocupó la presidencia de esta Corporación entre 2017 y 2018; además actualmente es presidente del Directorio Nacional Conservador, posición que ha desempeñado en varias oportunidades.
Hasta el momento, Cepeda Saravia no ha manifestado que tiene interés en volver a aspirar a la presidencia del Senado, empero, tampoco lo ha descartado ante las voces que en esta oportunidad lo han puesto a sonar.
Hay que señalar que Cepeda como presidente del Partido Conservador ha mantenido una línea de férrea defensa de la independencia de la colectividad ante el Gobierno en la discusión de las reformas, especialmente la de salud, en la cual los conservadores fueron definitivos para su hundimiento en la Comisión Séptima del Senado en días pasados porque consideran que pone en riesgo el sistema. El año pasado dieron la pelea para que el proyecto no avanzara en Cámara, aunque no lo consiguieron.
También el parlamentario de la Costa Norte ha sido crítico desde la Comisión Tercera por la baja ejecución del Gobierno del Presupuesto General de la Nación.
Otro de los nombres que suenan en el Partido Conservador para la presidencia del Senado es Marcos Pineda García, exalcalde de Montería y quien cumple su primer periodo en el Congreso. Es una de las figuras nacientes en la colectividad y la mejor forma de posicionarlo nacionalmente en este momento sería que ocupe este cargo.
Fuentes consultadas señalaron que Pineda se abstendría de aspirar sí Cepeda va por la presidencia del Senado porque son aliados políticos.
En caso contrario, Pineda tendría el apoyo de Cepeda Sarabia, y con ello casi que asegurado el ‘boleto’ para ir por la presidencia del Senado, teniendo en cuenta el peso político que tiene el segundo en la bancada por su trayectoria y por ser el presidente del Directorio Nacional Conservador.
Incluso se dice que el senador Nicolás Echeverry aspiraría a la presidencia del Senado y podría contar con el respaldo de Cepeda, quien en ese caso tendría que decidir por ir con él o con Pineda.
Se ha mencionado a la senadora Nadia Blel para que también aspire a la presidencia del Senado, no obstante, ella lo descartó y lo que se espera es que apoye una eventual candidatura de Efraín Cepeda o de Marcos Pineda.
De la misma manera, la senadora Liliana Bitar Castilla se sumaría a este bloque costeño para que en la presidencia del Senado siga un parlamentario de esta región, pues Iván Name es de allí.
La opción de Trujillo
El senador antioqueño Carlos Trujillo González también suena con fuerza para pelear la nominación conservadora a la presidencia del Senado.
Tiene para mostrar que fue presidente del Directorio Nacional Conservador el año pasado y es la segunda votación de la bancada en el Senado.
Asimismo, sobre el papel podría contar con un eventual respaldo de los senadores antioqueños para que uno de esa región vuelva a la presidencia del Senado, ellos son Germán Blanco, Nicolás Echeverry y Óscar Giraldo Hernández.
Sin embargo, podría pesar en su contra una supuesta cercanía de Trujillo con el gobierno Petro. Precisamente esa habría sido la razón para que en febrero de 2023 dejara la presidencia del Directorio Nacional Conservador, cuando apenas llevaba 8 meses en la posición.
Entonces llegó a la presidencia conservadora el senador Cepeda, en lo que algunos consideraron un supuesto golpe de estado a Trujillo, con el ánimo de que la colectividad mantuviera una actitud fuerte frente al Gobierno y sus reformas.
En ese momento se hablaba de que Trujillo era muy cercano al entonces alcalde de Medellín, Daniel Quintero, pues entre otras su hermana, Paula Andrea Trujillo, era subgerente de Evaluación y Control en la EDU (Empresa de Desarrollo Urbano) de Medellín.
Además, voces conservadoras señalaron en algunos medios que Trujillo supuestamente puso entonces el poder que tiene la colectividad en el Congreso al servicio del gobierno Petro a cambio de cuotas burocráticas.
En ese escenario, Trujillo sería el nombre que le convendría más al Gobierno en la presidencia del Senado porque aparentemente sería menos antagónico para la discusión de las reformas.