LA NEGATIVA del presidente Gustavo Petro a sancionar la ley de días sin IVA, generó en el Congreso de la República una serie de reacciones tanto a favor como en contra de la determinación.

Por ello, este Diario habló con los congresistas autores y proponentes de la iniciativa, así como con quienes se mostraron a favor de la determinación del jefe de Estado.

Autores y ponentes

Inicialmente, el senador del Centro Democrático Miguel Uribe se mostró inconforme con la determinación del presidente y aclaró que no hay lugar a objeciones “El día sin IVA, reactiva la economía, genera empleo, promueve la formalización empresarial y tributaria, genera un beneficio social. Es lamentable que Gustavo Petro haya objetado por cuestiones políticas, lo que es evidente es que a Gustavo Petro no le importa el bienestar de los ciudadanos”.

“En ese orden de ideas, vamos a estudiar las objeciones, vamos a impulsar el rechazo de ellas y, por supuesto, vamos a hacer el trámite para que logremos a pesar de Gustavo Petro volver este proyecto una ley de la República”, dijo Uribe.

Posteriormente sostuvo que “una vez rechazadas las objeciones se tendrá que estudiar a profundidad, porque o se insiste al gobierno o incluso podría irse a la Corte Constitucional por las objeciones precisamente legales. En ese sentido, será la comisión la que tenga que estudiar nuevamente el proyecto para que determine cuál será el futuro de la ley”.

Por su parte, el representante a la Cámara Christian Garcés advirtió que “es lamentable que el presidente Gustavo Petro sigue sin comprender que apoyar al comercio es beneficiar los ingresos y los empleos de los colombianos, y que las familias de bajos ingresos con los días sin IVA se benefician al acceder a elementos como electrodomésticos, vestuario, entre otros, que impactan positivamente la calidad de vida. Esperamos que el Congreso de la República revise las objeciones que presentó el Gobierno nacional, y se ratifique el Congreso en que el presidente acepte convertir el proyecto en ley porque de lo contrario la discusión jurídica iría a la Corte”.

Del mismo modo, agregó que “no creo que sea necesario que la Corte Constitucional lo estudie porque el proyecto es optativo y no una obligación para Petro, decretar los tres días sin IVA, lo puede hacer él o lo puede hacer el próximo presidente de la República. Consideramos que no hay constitucionalidad cuando el presidente pide un aval fiscal porque no se está generando ningún gasto para la nación con la aprobación de la ley. El concepto de Hacienda de aval fiscal es para analizar el costo de una ley frente a implicaciones de un marco fiscal y cómo se financia”.

Entre dudas y certezas

Al no ser sancionada la ley, el proyecto vuelve al Congreso para resolver las objeciones y corregir el texto. En este sentido, dos senadores de la Comisión Tercera le explicaron a EL NUEVO SIGLO.

Inicialmente el senador del Centro Democrático Carlos Julio González expresó que “esperábamos incentivar una dinámica económica comercial que además beneficia sin duda alguna no solo al comercio, sino que beneficia sobre todo al sector de electrodomésticos, de equipos tecnológicos y genera para para las familias una oportunidad para acceder a estas tecnologías. Por supuesto mejora la dinámica económica y genera cierta propulsión comercial y de grandes superficies”.

Asimismo, el congresista sostuvo que “los grandes ejes de dinamización están en otros rubros, en otros sectores y en otras decisiones, uno muy importante es el sector de la construcción. Vamos a revisar la objeción, porque estas pueden ser completas o parciales. Posteriormente podemos pronunciarnos cuál es el paso a seguir y si vale la pena para los autores insistir y cuál sería el trámite”.

A su turno, el senador Robert Daza del Pacto Histórico manifestó que “en lo personal yo voté negativo esta ley porque nosotros veníamos haciendo unas objeciones sobre la caracterización que le dieron a este día sin IVA, hemos observado que, aunque se favorece mucha gente, este beneficio no es para colombianos de menores recursos por las condiciones de compra. Los únicos favorecidos son los dueños del comercio de grandes superficies y la gente que vive en los barrios populares y los campesinos no pueden acceder a esto”.