Un llamado de urgencia a las autoridades nacionales y regionales para que se activen los planes de atención humanitaria formuló la Defensoría del Pueblo, tras el desplazamiento de más de 2.000 campesinos que han llegado al municipio de Argelia, Cauca, huyendo de los combates entre el Eln y las disidencias de las Farc .
La confrontación armada comenzó desde el viernes pasado en el corregimiento El Plateado, de Argelia, donde más de seis mil campesinos “quedaron expuestos ante el uso de artefactos explosivos convencionales y no convencionales por parte de los actores armados ilegales”, de acuerdo con la Defensoría.
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La entidad recordó que desde octubre de 2002 había expedido la Alerta Temprana 047 por la presencia de grupos armados ilegales y la grave vulneración de derechos humanos en este territorio.
Muchos de los desplazados han buscado refugio tanto en Argelia como en los municipios de Puerto Rico y El Mango, donde se vive una crisis humanitaria por falta de ayudas de emergencia.
Colectivos sociales formularon un llamado de ayuda a las autoridades nacionales, pues indican que “decenas de personas no tienen que comer, muchas de ellas salieron huyendo de los combates con lo que tenían puesto y lo poco que alcanzaron a sacar de sus enceres. Solicitamos colchonetas, cobijas y otras ayudas humanitarias urgentes”, señalan en un comunicado.
De acuerdo con las primeras versiones de las autoridades, los enfrentamientos en El Plateado obedecen al dominio de un corredor estratégico para el acceso a otras zonas del y por donde se dan departamento y por donde el tráfico de drogas y de armas.
Algunos habitantes de El Plateado informaron que desde el sábado se agravó la situación porque comenzaron a encontrar los cuerpos sin vida de los combatientes en varios puntos de este corregimiento, donde muchas viviendas quedaron literalmente destruidas por la explosión de artefactos dinamiteros.
El sábado en horas de la mañana los campesinos comenzaron a abandonar el caserío en vehículos que salieron a gran velocidad portando banderas blancas para evitar ser atacados confundidos con combatientes. Los mismos labriegos contaron que salieron con lo poco que lograron empacar en maletas y costales.
Por su parte la Unidad de Víctimas informó que viene haciendo el seguimiento a la situación desde su dirección territorial del Cauca. “En Caloto tuvimos el desplazamiento de cerca de 537 familias que salieron de El Palo y se albergaron en Nilo y Alto del Palo. Ya se encuentran en sus viviendas”, dijo Dan Harry Sánchez, director territorial.
De otro lado, también se conoció que producto de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, cientos de campesinos quedaron confinados en cinco veredas del municipio de El Charco, en Nariño.
El alcalde Víctor Candelo Reina dio cuenta de la situación desde Pasto, la capital departamental, adonde llegó para pedir la mediación de organismos internacionales de ayuda humanitaria pues los combates comenzaron hace cuatro días.
Las veredas afectadas son Santa Catalina, Mata Plátano, El Carmelo, Las Mercedes y el Guil, donde los pobladores permanecen confinados en sus casas por temor a ser víctimas de las agresiones armadas por el fuego cruzado.
Masacre en Cartago, Valle
De otro lado, la Alcaldía de Cartago, Valle del Cauca, ofreció hasta $100 millones por información que permita la captura de los autores materiales e intelectuales de la masacre de cuatro personas ocurrida el fin de semana en esa localidad.
Así lo anunció al término de un consejo extraordinario de seguridad el mayor general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional.
Los hechos se registraron en la calle 12B con carrera 6, entrada del Pasaje Montoya de la plaza de mercado de Cartago, hasta donde llegaron cuatro hombres vestidos de negro en dos motos.
Los sicarios dispararon que departían en la calle: John Denis Aguirre Sánchez, de 36 años; Julio César Montaño Betancourt de 54 años de edad; Leydi Yohana García Restrepo de 28 años y Milagros Wilquin Hernández de 40 años.
El general Rodríguez dijo que los hombres eran conocidos con los alias de ‘El Costeño’ y ‘Julito’, y tenían antecedentes por porte, fabricación y tráfico de estupefacientes, hurto y fuga de presos.
El crimen, dijo el oficial, habría sido perpetrado por el grupo organizado criminal Los Flacos que delinque en Cartago, Pereira y el departamento del Quindío.
De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, esta masacre es la número 22 que se ha registrado en lo corrido de este año.