A pocas  semanas de que termine la actual legislatura, la Comisión Sexta del Senado se concentra en aprobar en primer debate varios proyectos relacionados con la prestación de servicios públicos y la educación.

Las  mayores apuestas son, según el senador del Polo Democrático, Parmenio Cuéllar, avanzar en los proyectos que buscan garantizar el mínimo vital de agua y la gratuidad en la canasta de servicios públicos. Sin embargo, Cuéllar es consciente de la dificultad para lograr su aprobación, pues el Gobierno ha hecho varios reparos y cuestionamientos a la manera como estos se financiarían.

Cuéllar es ponente de una iniciativa que busca promover la lectura y la escritura en los colegios, y que espera se apruebe esta semana.

El Nuevo Siglo: ¿Cuáles son las prioridades de la Comisión Sexta en este momento?

Parmenio Cuéllar:La prioridad, cuando faltan muy pocas sesiones, es darle primer debate a varios proyectos de ley que nos parecen supremamente importantes. Por ejemplo: el que busca implementar la gratuidad en la canasta vital de los servicios públicos domiciliarios, presentado por los senadores de MIRA Carlos Baena y Manuel Virguez; ya tiene ponencia y está para primer debate. Igualmente, el que establece el marco jurídico para la implementación del mínimo vital en servicios públicos domiciliarios, con ponencia del senador liberal Eugenio Prieto. También está el proyecto por el cual se establecen criterios para la contratación de conductores de transporte público, el autor es Óscar Mauricio Lizcano.

Yo soy ponente de un proyecto cuya autora es la senadora Gloria Inés Ramírez, por el cual se fomenta el hábito de la lectura y la escritura en los programas de educación básica y media, incorporando una hora diaria para estas actividades. Tenemos otro que reglamenta la especialidad de medicina física, que debe pasar a la Comisión Primera por ser un proyecto de carácter estatutario. Finalmente, el que hace referencia a la evaluación de competencias docentes y que garantiza el ascenso de los maestros por formación académica; es de Jorge Eliécer Guevara.  

ENS: De estos proyectos, ¿cuáles cree que podrían ser aprobados en esta legislatura?

PC:Creo que indudablemente el de la lectura. Los que tienen que ver con los servicios públicos, tanto el de la canasta vital como el del mínimo vital, han tenido conceptos contrarios, pues el Gobierno se opone a ellos por considerar que, si bien tienen buenas intenciones, implican un gasto que hay que cuantificar frente a los ministerios de Energía, Vivienda y el Medio Ambiente. Indican que se debe establecer cómo se van a obtener los recursos para evitar la quiebra de las empresas de servicios públicos. Creo que sí  vamos a sentar el precedente esta semana con el proyecto de la lectura y la escritura; así como también vemos posible la aprobación del que tiene que ver con la contratación de conductores.

ENS: ¿Cómo ha visto el intento de Bogotá por garantizar el mínimo vital de agua?

PC:En Bogotá, sin necesidad de que hubiera un mandato legal, por decisión del alcalde Petro, se estableció el mínimo vital de agua. Falta un balance que exponga las consecuencias de esta medida. Lo cierto es que los estratos beneficiados tienen un aliciente para su canasta familiar, pero no podemos saber cuál ha sido el impacto de esa medida en las finanzas del distrito. Se necesita un balance para establecer cómo esta propuesta, que es buena y deseable, fue sostenible por parte del Estado, especialmente en municipios pequeños ya que el servicio está a cargo de los municipios y habrá algunos donde es muy difícil implementar el mínimo vital.

Tumaco en el olvido

Para el parlamentario oriundo del departamento de Nariño, el municipio de Tumaco vive una situación similar a la de Buenaventura, con la diferencia de que “el país no conoce los muertos de Tumaco. En Buenaventura por lo menos hay estadísticas sobre cuántos muertos y actos de violencia se dan; en cambio en la costa de Nariño a los muertos se les echa al río”.

Cuéllar le atribuye la situación de violencia en Tumaco a “la miseria, que ha sido caldo de cultivo para que el narcotráfico se posicionara en toda la costa Pacífica, desde Chocó hasta Nariño. Hay explotaciones de coca, pero es sobre todo el tráfico de droga hacia el mar. La esencia del conflicto es el abandono en el cual el Gobierno ha mantenido a Tumaco y a toda la costa Pacífica de Nariño y del resto del país”.