En la actualidad Luis Alberto Moreno vive en los Estados Unidos, luego de su paso por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hoy en día pertenece a algunas juntas directivas, trabaja en una banca de inversión en Nueva York, hace parte del Comité Olímpico Internacional, del Foro Económico Mundial, del World Wildlife Fund, entre otras organizaciones. En medio de ese agite laboral, acaba de presentar su más reciente publicación en la Feria del Libro de Bogotá, “¡Vamos!”, donde asegura que es optimista frente al futuro de América Latina a pesar del complejo de inferioridad que predomina en la región.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué quiso significar con el título del libro: “¡Vamos!”?

LUIS ALBERTO MORENO: Yo quise escribir un libro que fuera una especie de resumen de lo que ha sido el transcurrir de mi vida pública. He sido un privilegiado por representar a Colombia no solo como ministro de Desarrollo, más adelante como embajador en Washington y por supuesto frente a la presidencia del BID, y un poco era como cerrar ese ciclo de vida pública que yo tuve. Yo sí creo que en Latinoamérica, y esto pasa mucho en los países emergentes, hay como una teoría del fracaso, si se quiere, y que lo negativo es lo intelectualmente atractivo. Yo quise mostrar, sin ser iluso, que hay aspectos positivos; por supuesto que hay cosas negativas y tenemos enormes retos hacia adelante y lo que quiero decir es que aquí tenemos cosas por hacer y vamos para adelante.

ENS: ¿Cómo puede aprovechar Colombia el efecto de la pospandemia y de un conflicto internacional como el que se vive en Rusia?

LAM: Hay un elemento en toda esta discusión que es la guerra de Ucrania y Rusia, y eso trae consigo una cantidad de elementos nuevos. Uno de ellos es que el mundo vivió 30 años de paz y eso permitió que se ampliara la globalización, que aumentara el comercio, que bajara la inflación. Hoy vamos hacia un mundo muy diferente y claramente va a ser un mundo mucho más regionalizado. Estamos en el amanecer de ese nuevo mundo, pero sí creo que hay unas oportunidades para Colombia muy importantes y es clave enfocarse en ellas, las cuales son nuestra posición geográfica, el hecho de que tenemos acceso a minerales, a minero energéticos, a una agroindustria importante y, sobre todo, el mayor activo que tiene Colombia que es su gente. Yo sí creo que tenemos la oportunidad de encadenarnos a esas cadenas de producción que por cuenta de, llamemos, esa guerra fría entre China y Estados Unidos está haciendo que muchas empresas repiensen sus fuentes de suministro.

Los gobiernos

ENS: Varios países de Latinoamérica están regidos por Gobiernos de izquierda, ¿usted cree que Colombia va a girar hacia esa dirección?

LAM: Estamos en la mitad de una intensa campaña electoral a escasas semanas de la primera vuelta, habrá que ver, porque ahí la encuesta que vale es la del día de elecciones. Pero independientemente de eso el punto de fondo es qué tipo de gobierno de izquierda; no se trata de que haya izquierdas o derechas, se trata de que haya buenos gobiernos y gobiernos predecibles y ese para mí es el tema de fondo. Yo estando en el BID tuve la oportunidad de trabajar con gobiernos como el del presidente Lula que hizo muchas cosas en Brasil, redujo la pobreza significativamente. Creo que lo que importa es la calidad de las políticas públicas y la orientación de esas políticas para servir el bien común. Esa idea de querer cambiar todo, la historia lo que muestra en América Latina es que es más lo que se retrocede y más lo que se agudiza en las discusiones que lo que se avanza y ahí es donde está la trampa. El caso de Chile con un presidente joven como Boric, representante de todas esas insatisfacciones que había en Chile, lleva por supuesto muy poco tiempo, se ha caído dramáticamente en las encuestas y está teniendo protestas en las calles, al igual que en Perú con el presidente Castillo que digamos era una esperanza para muchos. Sin embargo, el buen gobierno y la calidad de hacer buenas políticas públicas es lo que importa. Yo creo que lo que todos tenemos que aprender es que las cosas no se resuelven de un día para otro. Comprendo la ansiedad que hay como resultado del covid, y las frustraciones mismas que venían incubándose antes son las que uno ve en Colombia y que se manifiestan alrededor de un candidato como Gustavo Petro.

ENS: ¿A qué se refiere la expresión “presidentes predecibles” que usted usa en el libro?

LAM: Son aquellos que ya no están en la actividad política, que la dejaron atrás, pero que hoy en día cuando uno mira en perspectiva fueron gobiernos a mitad de los 90 y que sufrieron unos retos enormes como Brasil con la hiperinflación, en el caso del presidente Cardoso; el caso del presidente Zedillo en México con la crisis del tequila, o Lagos en Chile y, sin embargo, cuando terminaron habían hecho enormes avances sociales, habían consolidado mucho más sus economías y todos habían gobernado pensando en la siguiente generación y no en la siguiente elección.

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El comercio

ENS: ¿Estados Unidos mantiene su papel preponderante en el comercio con Latinoamérica?

LAM: Estados Unidos sigue siendo muy importante en el mundo y sin duda en este hemisferio. En nuestro comercio, en el caso de Colombia, el 35% de nuestra economía es exportación y una muy buena parte de ella se dirige a Estados Unidos, de manera que estamos dentro de ese circuito y siempre ha habido con los países latinoamericanos mucho más alineamiento que con cualquier otra parte del mundo. Recientemente, en los últimos 30 años, ha empezado a cambiar esto sobre todo por el auge de China y países asiáticos, lo que ha permitido que países de Sudamérica como el caso de Brasil, Argentina, Chile y Perú tengan a China como su principal socio comercial.

ENS: ¿Cuál fue su mayor logro al frente del BID?

LAM: El banco hoy es mucho más relevante, mucho más grande, tiene una capacidad técnica muy importante, que es lo principal; ya no es tanto la capacidad de crédito como la capacidad técnica y sobre todo abrazar temas nuevos como el cambio climático y la transición energética.

ENS: ¿Le suena lanzarse como candidato presidencial en Colombia?

LAM: Precisamente lo que yo quiero hacer con este libro es cerrar ese capítulo. Cuando me retiré del BID dije que ahí terminaba mi transitar en mi vida pública. No tengo interés en la actividad política, estoy muy contento con lo que hice y estoy haciendo cosas muy distintas.   

Sobre el futuro de Latinoamérica

ENS: ¿Es optimista frente al futuro en Latinoamérica?

LAM: Soy optimista porque veo las oportunidades que tenemos, veo que lamentablemente nosotros mismos nos creamos nuestras propias trampas. En el libro hay un capítulo sobre ese complejo de inferioridad que a veces tenemos, como esa ansiedad frente al futuro. Creo que el optimismo es una parte esencial para poder avanzar.

ENS: Da la impresión de que los países latinoamericanos no trabajan unidos y que cada uno lo hace por su lado.

LAM: Ese es un tema que trato en el libro. Son muchos los acuerdos de libre comercio que hay, está Mercosur, está la CAN, la Alianza del Pacífico, la del Caribe, el TLC en Norteamérica; cuando usted empieza a ver todo eso obviamente tendría más sentido que hubiera más convergencia entre todos esos acuerdos que le permitirían a tantas empresas beneficiarse. Creo que cualquier encuesta que usted mire siempre lo que muestra es cuán interesados y cuánto apoyo hay en los países latinoamericanos para que haya mucho más comercio dentro de la región, tanto así que el monto del comercio entre la región es del 18% y cuando usted compara eso, en Europa es del 65%.