¿Gobierno entrante ajustará monto de Presupuesto? | El Nuevo Siglo
LA EDUCACIÓN será el sector que más recursos recibiría en el PGN, con $51,94 billones.
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Martes, 19 de Julio de 2022
Redacción Política

Cuando apenas las comisiones de empalme entre el Gobierno saliente y el entrante analizan los diferentes aspectos de cómo se va a entregar la casa, se avecinan las discusiones sobre el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2023, que será la primera medida que debe analizar Gustavo Petro junto a su equipo.

Este será sin duda el primer reto, por encima de una iniciativa de reforma tributaria, que tendrá el ministro de Hacienda designado, José Antonio Ocampo.

El anteproyecto fue presentando en abril pasado, de acuerdo con el cronograma que debe seguir la carta presupuestal en el Congreso, y será el gobierno de Duque el que debe radicar el proyecto de PGN ante el nuevo Congreso entre el 20 y 29 de julio.

De ahí que la construcción del PGN para el 2023 dependa de la capacidad del nuevo ministro de Hacienda y de las coaliciones de gobierno para ajustar el proyecto inicial a sus propósitos políticos.

Menos recursos

De entrada, el monto total del anteproyecto demuestra que el presupuesto sería menor en cerca de $6 billones, cuando se compara con el aprobado por el Congreso de la República para 2022 que finalmente quedó en $350 billones con las respectivas adiciones.

Para el 2023 el monto total es de $344,4 billones. De acuerdo con lo establecido con el Ministerio de Hacienda, de este total, para el servicio a la deuda se pretenden destinar $83,83 billones, un dato que crece sustancialmente desde los $71,7 billones que se aprobaron para la vigencia del año 2022.

Por sectores

El anteproyecto propone que sea la Educación el sector con mayor cantidad de recursos, con cerca de $51,94 billones, un dato que repunta desde los $49,4 billones del presupuesto del 2022. En segundo lugar, está la Salud, con una propuesta por el orden de los $44,14 billones, dato que también se incrementa desde los $41,8 billones de la actual vigencia.

En tercer lugar aparece Defensa con un presupuesto de $42,09 billones y una caída desde los $42,6 billones aprobados por el Congreso para 2022.

De otro lado, en la lista de sectores con más recursos también aparece el segmento del Trabajo, que en el anteproyecto llega con $35,64 billones, rubro que sube desde los $34,6 billones de 2022. Sin embargo, uno de los descensos más importantes entre el presupuesto de 2022 y la propuesta de proyecto que divulgó el Gobierno tiene en cuenta el rubro del Ministerio de Hacienda. Para este caso se proponen $18,12 billones, en comparación con los $24,2 billones presupuestados para 2022.

Las dudas

Respecto a la situación política en la presentación de este presupuesto, en una columna editorial en EL NUEVO SIGLO, del pasado 12 de junio, del exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, con razón decía que “por una peculiaridad de nuestro ordenamiento constitucional el primer presupuesto que le corresponde ejecutar al gobierno entrante lo prepara el saliente. Cabe preguntar entonces: ¿Qué opinará el nuevo presidente sobre el presupuesto para la vigencia del 2023 que encontrará listo para empezar su trámite en las comisiones económicas del Congreso? ¿Lo aprueba o lo rechaza? ¿Lo cambia o lo mantiene? ¿Considera que refleja las prioridades del nuevo gobierno y lo que ofreció durante la campaña? ¿O, por el contrario, piensa que se aleja de ellas? ¿Le agregará más gasto? ¿Y si tal es el caso, cómo lo financiará?”.

Sostiene Restrepo que “ya no habrá tiempo para las vaguedades (...) Ya no caben más promesas ligeras sin cuantificación de costos. Será el momento de la verdad, cuando el nuevo gobierno tendrá que decirle a Colombia si le dejaron ingresos fiscales suficientes para financiar lo ofrecido durante la campaña y si los ingresos fiscales que encuentra son suficientes o no. Será también el momento en el que sabremos si el gobierno entrante buscará nuevas fuentes para cumplir sus profusas ofertas electorales. O si se lanzará por el inquietante camino de la irresponsabilidad fiscal”.

Señala en su escrito el exministro de Hacienda que el Gobierno entrante “tendrá que formular en consecuencia un rápido pronunciamiento técnico sobre el presupuesto del año entrante: no un chascarrillo de campaña. Y esto tendrá que hacerlo antes de tomar posesión el 7 de agosto”.


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Coherencia

Efectivamente, en este aspecto se espera que las comisiones de empalme entre los ministros José Manuel Restrepo y José Antonio Ocampo revisen el contenido del presupuesto antes de ser radicado en el Congreso.

En algunas declaraciones, el ministro Ocampo ha dicho de entrada que “se trata de tener una carta presupuestal coherente con la situación del país y de los compromisos fiscales establecidos”.

A todas estas, es inevitable que en la discusión del Presupuesto se atraviese el debate por la reforma tributaria que presentará el nuevo Gobierno el 7 de agosto.

En algunos bosquejos que ha dejado entrever Ocampo, sostiene que buscará la forma de no afectar el bolsillo de la clase trabajadora: "Es un tema que tenemos que analizar y trataremos de no afectar a los estratos medios".

En cuanto al monto de lo que se aspira a recaudar por cada año y sobre qué sectores recaerá el ajuste impositivo, Ocampo señaló que “estamos en el proceso de ver cuáles son las alternativas y cuánto se puede conseguir a través de ellas. Estamos en las etapas iniciales de esa discusión; además, esto tendrá que ser concertado con el sector privado y con los sectores sociales”.

El economista Leonardo Rojas, investigador del Grupo de Instituciones Socioeconomía y Desarrollo de la Universidad Nacional, señala que “es paradójico que el anteproyecto implique una política de austeridad, es decir, una reducción del gasto público. Sin tener en cuenta el monto destinado al servicio a la deuda, este sería el PGN más bajo con relación al PIB desde 2009”.

Señala que “uno de los desafíos normales de la política fiscal es el ritmo para enfrentar diferentes choques en la economía. Pero hay señales claras de que estamos muy cerca de una recesión internacional, aun en medio de un proceso inflacionario acelerado (este fenómeno se conoce como estanflación)”.

El cronograma del PGN

-Luego de que el PGN es presentado al Congreso, entre el 20 y 29 de julio, y de acuerdo con el artículo 347 constitucional, si los ingresos no fueren suficientes para atender los gastos proyectados, el Gobierno propondrá, por separado, ante las comisiones económicas, la creación de nuevas rentas o la modificación de las existentes para financiar el monto de gastos contemplados.

-Antes del 15 de agosto, las comisiones económicas del Senado de la República y Cámara de Representantes podrán resolver que el proyecto no se ajusta a los preceptos de la Ley Orgánica, en cuyo caso será devuelto al Ministerio de Hacienda y Crédito Público para que haga los ajustes necesarios.

-Antes del 30 de agosto, el Ministerio de Hacienda presentará de nuevo al Congreso el proyecto de PGN con las enmiendas correspondientes, en caso de que este haya sido devuelto.

-Antes del 15 de septiembre las comisiones económicas del Senado de la República y Cámara de Representantes decidirán sobre el monto definitivo del Presupuesto de Gastos.

-Hasta el 25 de septiembre, las comisiones económicas decidirán en primer debate sobre la aprobación del proyecto.

-A partir del 1 de octubre de cada año se dará inició a la discusión del proyecto de ley en plenarias de Cámara y Senado.

- Antes de la medianoche del 20 de octubre, las cámaras del Congreso de la República decidirán en segundo debate sobre la aprobación de la Ley de PGN.

-Después del 20 de octubre, el Presidente de la República sancionará la Ley de PGN.