Hay factores de limitación del ejercicio de actividad periodística: Abello | El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Marzo de 2015

La Constitución y la ley garantizan el libre ejercicio del periodismo en Colombia, pero hay factores como las amenazas, las agresiones contra los comunicadores y la impunidad que limitan ese derecho.

Así lo explicó Jaime Abello Banfi, quien durante los últimos 20 años ha estado al frente como director General de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, de la cual es cofundador al lado del Nobel Gabriel García Márquez.

EL NUEVO SIGLO: ¿Observa que hay suficientes garantías desde el punto de vista normativo para el ejercicio del periodismo?

JAIME ABELLO BANFI: En Colombia tenemos claro que hay un Estado garantista que siempre ha reconocido el derecho a la circulación de información y la libre expresión a nivel de la Constitución y de las leyes, pero igualmente hay unos factores reales de agresión y de limitación del ejercicio de la actividad periodística, que el Estado debería abordar con más decisión. Y cuando hablo del Estado pienso primero que todo en la sociedad, una sociedad que le da una voluntad de respeto a esas garantías y al ejercicio libre de la actividad periodística y evitar, por ejemplo, que se presenten situaciones como la de impunidad en muchos casos que están pendientes de resolver en la justicia sobre crímenes o atentados contra el ejercicio periodístico.

Entonces, me parece que por el factor de la impunidad es complicado, y segundo, el factor también de que muchas veces se usa la justicia como un medio para coartar el ejercicio de la actividad periodística, empapelando, por decir así, a los periodistas con procesos. Son realidades que sería ideal que se resolvieran de una manera más eficaz porque muchas veces en las instituciones, sobre todo ocurre con funcionarios públicos, y eso complica la actividad periodística.

ENS: ¿Hay acciones directas del Estado que limitan el libre ejercicio del periodismo?

JAB: No nos engañemos en el sentido de que desgraciadamente no es solo gente externa del Estado sino a veces gente que de una u otra manera está vinculada al Estado, la que es causante de las acciones contra el periodismo libre. Pienso por ejemplo en políticos corruptos, pienso en funcionarios corruptos, pienso en gente de la Policía y las Fuerzas Armadas que entorpece o amenaza a los periodistas.

Entonces creo que sería necesario que hubiera una celeridad y una política pública mucho más clara en el sentido de que son comportamientos inaceptables y de que el compromiso que tenemos en Colombia con la libertad de expresión es real. Entonces es un proceso, en Colombia hemos avanzado, no cabe duda.

La Fundación va a cumplir 20 años y recordaba que a raíz de que el 18 de marzo de 1995 se hizo la primera actividad convocada por Gabriel García Márquez, fue un seminario sobre la libertad de prensa en Colombia y lo organizamos con el Comité de Protección de Periodistas, yo comparaba la situación de ahora con la de hace 20 años, y no cabe duda de que son condiciones muy distintas.

En ese momento había un enorme desafío, sobre todo del sector del narcotráfico hacia el Estado, hacia el establecimiento, hacia la prensa libre. Estaba fresco el recuerdo del asesinato de Guillermo Cano, habían ocurrido tres años antes los secuestros de los periodistas por parte de Pablo Escobar, como Pacho Santos, como Diana Turbay, que murió lamentablemente, como el propio Andrés Pastrana, etcétera. Y es interesante recordar que García Márquez andaba en ese momento dedicado a investigar, documentar y escribir lo que se convirtió en su libroNoticia de un secuestro, que es un corte que él hace a la historia de Colombia, pero lo hace a partir de la historia de los periodistas agredidos y amenazados por el narcotráfico, y utiliza eso como punto de entrada para mirar ese nuevo país, esa nueva forma de violencia que había surgido en esa época.

Como resultado de esa primera actividad, un año y medio después se creó la Fundación para la Libertad de Prensa, y a partir de ahí hay que decir que Colombia no solamente estableció un sistema de protección del periodismo, parecido al que tenía con otros sectores vulnerables como los sindicalistas y los promotores de los derechos humanos, sino la verdad es que cambiaron los indicadores.

Todo eso ha tenido un costo relativo en algunos aspectos porque muchos periodistas se han visto obligados a actuar hoy en día acompañados de guardaespaldas y con un carro blindado, etcétera, no es lo ideal, pero nuestros indicadores de alguna manera mejoraron, mientras los del resto del mundo empeoraron.

Colombia dentro del contexto internacional dejó de ser el país más problemático para convertirse en un país donde los indicadores no son buenos, pero que está dentro de una medianía de peligrosidad para la actividad periodística.

 

Regiones  

Abello Banfi señaló que en ese proceso, por un lado de amenazas y presiones a los comunicadores por su actividad y por el otro, con la acción del Estado brindando protección en lo posible a estos profesionales, “hay que reconocer que en algunas regiones en este camino se acabó el periodismo. Hay regiones en donde prácticamente se silenciaron los medios, sobre todo medios de orden local y regional”.