El líder natural de la izquierda colombiana es hijo de Clara Nubia Urrego, una militante de la Alianza Nacional Popular (Anapo) oriunda de Gachetá (Cundinamarca), y de Gustavo Ramiro Petro, un descendiente de italianos, simpatizante de las ideas del expresidente ultraconservador Laureano Gómez, que llegó del departamento de Córdoba a estudiar en Bogotá.
El amor de los padres de Petro surgió en la capital. Aunque la partida de bautizo del político dice que nació en Ciénaga de Oro (Córdoba), el 19 de abril de 1960, sus recuerdos de infancia se reparten entre el barrio Las Cruces, de Bogotá, el Caribe colombiano y Zipaquirá (Cundinamarca).
En Zipaquirá lideró la ocupación de un terreno para levantar un barrio de invasión llamado Bolívar 83, que aún existe. Según él, allí llegaron a vivir personas que habían sido despojadas en Pacho por el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano.
En 1984 se convirtió en concejal, pero el M-19 no estaba muy entusiasmado con la incursión de sus miembros en la política ni con las maneras pacíficas de Petro, de modo que lo expulsaron, junto a sus amigos, aunque fue reincorporado tiempo después.
A prisión llegó por primera vez en 1985, luego de que un niño le revelara su ubicación al Ejército, intimidado por la amenaza de que le mataran a su mamá. No hacía mucho tiempo, se había enterado de que Katia Burgos, su novia y también combatiente, oriunda de Ciénaga de Oro, estaba esperando a Nicolás, su primer hijo.
En 1997 Petro regresó a Colombia con su familia e hizo su primer intento por llegar a la Alcaldía de Bogotá, pero él no tenía el impacto mediático de Mockus: su derrota ante Enrique Peñalosa fue contundente. No obstante, la AD M-19 se presentó a las legislativas en 1998 y Petro volvió a entrar al Congreso, de donde no salió hasta 2009.
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Vida política
En 1997 Petro regresó a Colombia con su familia e hizo su primer intento por llegar a la Alcaldía de Bogotá, pero él no tenía el impacto mediático de Mockus: su derrota ante Enrique Peñalosa fue contundente. No obstante, la AD M-19 se presentó a las legislativas en 1998 y Petro volvió a entrar al Congreso, de donde no salió hasta 2009.
En 2009 salió del Senado de la República para aspirar a la presidencia el año siguiente. Quería el apoyo del Polo Democrático, pero este partido ya tenía a un candidato proyectado: el antioqueño Carlos Gaviria Díaz, quien ya había perdido con Uribe en 2006 y era considerado uno de los mejores juristas del país.
Al final, Gustavo Petro quedó tercero en la primera vuelta con 1,3 millones de votos. Aunque Petro había sido aliado de Mockus en los noventas y pese a la importancia histórica que tenía esa votación, la primera sin Uribe, el excandidato se convirtió en promotor del voto en blanco para la segunda vuelta.
En 2011 creó el movimiento Progresistas, desde el cual se lanzó a la Alcaldía de Bogotá. Compitió contra nueve candidatos, entre ellos dos viejos rivales: Gina Parody y Enrique Peñalosa. Petro ganó la elección con 732.308 votos, el 32 % del total, con un 10 % de ventaja sobre Peñalosa.
Durante sus cuatro años de alcaldía (2012-2016), Gustavo Petro se enfocó en entablar diálogo social con comunidades vulnerables, como los habitantes de calle y las trabajadoras sexuales, para conocer sus necesidades. También amplió la jornada de los colegios del distrito, invirtió en programas culturales y musicales, abordó el problema de la drogadicción como un asunto de salud pública y no de seguridad —algo que nadie había hecho antes en Colombia— y liberó del trabajo a 2700 caballos que estaban en manos de recicladores.
En 2018 consiguió casi cinco millones de votos; quedó en segundo lugar después de Iván Duque, el candidato del Centro Democrático. Para su sorpresa, los otros candidatos que representaban una alternativa al partido de Álvaro Uribe Vélez —Humberto de la Calle y Sergio Fajardo— decidieron no respaldar a Petro en segunda vuelta.
Duque ganó con más de diez millones de votos —una diferencia de dos millones de votos—, mientras Petro y su fórmula vicepresidencial de entonces, Ángela María Robledo, se quedaron con escaños en el Congreso por el Estatuto de Oposición, al obtener el segundo lugar en las votaciones —aunque ella perdió el suyo por una supuesta doble militancia tiempo después.
Este nuevo paso de Gustavo Petro por el Congreso, en calidad de senador, no fue destacado como los de la década del 2000: no hubo grandes debates o denuncias relevantes. De todos modos, la última legislatura estuvo marcada por la virtualidad, la pandemia y la falta de iniciativa legislativa del presidente Duque.
Ahora en 2022 se convierte en el nuevo presidente con más de 11 millones de votos.