Una vez se reanuden las sesiones del Congreso, tras la Semana Santa, los presidentes de las comisiones quintas, el senador Guillermo García y el representante Luciano Grisales, ambos del Partido Liberal, tendrán que ponerse de acuerdo para citar al debate conjunto del proyecto de transición energética.
Se trata del proyecto de ley 365 de 2020 Senado que busca modificar y adicionar la normativa referente a la utilización de las fuentes no convencionales de energía para robustecer el sector energético contribuyendo a la reactivación económica y al fortalecimiento de los servicios públicos de energía eléctrica y gas combustible.
La semana pasada, tal como lo había pedido el autor y ponente del proyecto, el senador José David Name, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), los ministros de Hacienda (Alberto Carrasquilla), Minas (Diego Mesa) y Ambiente (Carlos Correa) le enviaron a los presidentes del Senado, Arturo Char (Cambio Radical) y la Cámara, Germán Blanco (Partido Conservador) un mensaje de urgencia para el trámite de la iniciativa, a través de una carta en la que resaltan la relevancia que tiene para avanzar hacia la consolidación de una matriz de generación eléctrica complementaria, resiliente y comprometida con la reducción de carbono, que genere nuevas oportunidades de inversión en el país.
“Esta es una iniciativa crucial para seguir avanzando en el proceso de transición energética y en la recuperación de la economía. Hemos planteado un debate integrador en el que estamos escuchando a todos los sectores”, sostuvo Name tras conseguir respuesta positiva a su solicitud, expresando que “hoy una vez más reafirmamos nuestro compromiso de entregarle al país una ley que nos permita continuar con el desarrollo de las renovables y que aporte al crecimiento económico”.
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Name, quien radicó el proyecto el 27 de noviembre junto a sus colegas Nora María García (Partido Conservador), Didier Lobo (Cambio Radical) y Alejandro Corrales (Centro Democrático), explicó que, “ante el desafío que tenemos como país de seguir avanzando en la transición hacia fuentes más limpias y responsables con el medio ambiente, se hace necesario que todos trabajemos en sintonía para definir un marco legislativo que catapulte la revolución energética en Colombia”, anotando que “en este camino es preciso redoblar esfuerzos y conocer la posición de todos los sectores para seguir progresando en la transición” y que es necesario apuntar a “cumplir las metas del acuerdo de París”.
Como lo registró oportunamente EL NUEVO SIGLO, a la petición del senador Name se sumó su colega Jorge Londoño, de la Alianza Verde, quien expresó que “este es un proyecto ambicioso que necesita mensaje de urgencia por parte del Gobierno. Es importante tener en cuenta en este proyecto el capital social. Hay que darle la oportunidad a las comunidades para que se enteren sobre el contenido del proyecto de ley”.
Proyecto
La iniciativa modifica y adicionan algunos artículos de las leyes 56 de 1981, 142 de 1994, 143 de 1994 y 1715 de 2014 y dicta otras disposiciones para la transición energética, la reactivación económica del país y para el fortalecimiento de los servicios públicos de energía eléctrica y gas combustible.
Durante un foro adelantado en la Comisión Quinta del Senado, la senadora García, vicepresidenta de la célula legislativa, sostuvo que “avanzar hacia la sustentabilidad energética implica desarrollar un enfoque integral, requiere reducir la dependencia de fuentes no renovables (fósiles). Una transición que incorpore combustibles limpios que reduzca la emisión de gases contaminantes y demás impactos ambientales”.
En el desarrollo del foro, el ministro Mesa señaló que “la transición energética es una de las banderas del Gobierno”, pues hasta ahora “la masificación de energías renovables no convencionales tenía una participación muy insignificante en la matriz de generación de energía”.
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Agregó que “desde el Gobierno vemos que este proyecto de ley está alineado con la política de transición energética. Tiene enfoque de portafolio. Hay necesidad y gran potencialidad desde el punto de vista de la competitividad”, apuntando que “estas transiciones son posibles gracias a la articulación de políticas públicas desde el Ejecutivo y el Legislativo pensando en que tienen que ser atractivas para el sector privado”.
También intervino la presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgén), Natalia Gutiérrez, exponiendo cómo “Colombia debería ir de acuerdo a lo que está pasando en el mundo, a una transición aterrizada, acorde con unas necesidades particulares de mercado. Uno a precios eficientes y dos a energía confiable”; mientras que Camilo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones de Colombia (Andesco), advirtió que "llegó el momento de avanzar para tener nuevos objetivos en materia energética. Es una prioridad la transición en esta materia. No solo la sostenibilidad eléctrica, sino que también es importante que se incorpore el gas".