No disminuye desconfianza en sistema electoral | El Nuevo Siglo
EN LA reunión de esta semana de la Comisión Nacional de Garantías Electorales quedó en evidencia que hay mucha prevención sobre el sistema de conteo y escrutinio electoral.
Foto Mininterior
Sábado, 23 de Abril de 2022
Redacción Política

La cuenta regresiva para los comicios presidenciales se agota rápidamente. Lo que no disminuye, por el contrario, es el nivel de desconfianza de los partidos, candidatos, Congreso, opinión pública y otros sectores del país sobre la capacidad del sistema electoral para garantizar la transparencia de esa cita a las urnas y la certeza sobre los resultados.

Si bien la Registraduría Nacional y su titular, Alexander Vega, han tratado de dar todas las explicaciones posibles sobre el desfase entre el preconteo de las elecciones parlamentarias y los escrutinios municipales y territoriales, que inicialmente fue de casi medio millón de votos y luego pasó a un millón de sufragios sin contabilizar adecuadamente, es claro que la incertidumbre sobre lo que pasó continúa siendo muy grande.

Todo ello con el agravante de que los escrutinios nacionales de la votación al Senado apenas si comenzaron esta semana y dado que los realizan de forma personal y directa los magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE), se espera que los resultados definitivos solo se conozcan en dos meses o más. Se da, incluso, por seguro que dadas las miles y miles de reclamaciones de los partidos y candidatos, antes del 29 de mayo, cuando se llevará a cabo la primera vuelta presidencial, el país todavía no tendrá claro quiénes serán los senadores que se posesionarán el próximo 20 de julio.

Aunque ya en anteriores ocasiones el CNE ha entregado las credenciales definitivas a los nuevos congresistas apenas unos días antes de la posesión, no pocos dirigentes políticos han advertido que dada la alta tensión electoral que rodea los actuales comicios presidenciales y la prevención sobre presuntos fraudes e inconsistencias, el riesgo de protestas y asonadas en algunos municipios el 29 de mayo podría ser muy alto.

La Registraduría lleva desde el 13 de marzo tratando de disminuir el alto nivel de desconfianza en el sistema electoral. Esta semana, por ejemplo, Vega también estuvo en el Parlamento, en donde la mayoría de los voceros de bancadas insisten en la designación de un Registrador Ad hoc. Incluso, el jueves pasado el Tribunal Administrativo de Cundinamarca admitió una tutela que busca la suspensión del alto funcionario debido a las irregularidades en las elecciones parlamentarias. Se alega “la violación al derecho colectivo a la moralidad administrativa” por parte de la Registraduría.

Como se sabe, para designar un Registrador ad hoc se necesita que el alto funcionario sea suspendido y su reemplazo debe ser designado por sus nominadores, que son los presidentes de las cortes Constitucional y Suprema de Justicia, así como del Consejo de Estado.

Esta semana, precisamente, la procuradora Margarita Cabello, que se reunió con los delegados de las campañas presidenciales, indicó que la entidad disciplinaria está adelantando una investigación al respecto de las anomalías del 13 de marzo y solo cuando terminen las pesquisas y se analice el acervo probatorio, se tomará una decisión sobre el alto funcionario.



Los ajustes

Como se dijo, ante la Comisión Especial de Vigilancia y Seguimiento al Organismo Electoral, instancia del Congreso, Vega no solo volvió a tratar de explicar el problema ocurrido en las parlamentarias sino el plan estratégico para los comicios de la Casa de Nariño.

¿Cuáles son los ajustes? El alto funcionario indicó que para garantizar el normal desarrollo del preconteo y dar mayores garantías se realizará un “doble reporte”. Es decir, que una vez los transmisores hayan terminado el dictado completo de la votación de una mesa, con todos los datos del formulario E-14, deben volver a dictarlo en su totalidad. Si efectivamente la información corresponde en ambos informes, se transmite el preconteo. De lo contrario, hay que revisar de nuevo.

De igual manera, la Registraduría realizará varios simulacros de los procesos de procesamiento de datos electorales (preconteo), escrutinios auxiliares o zonales, municipales, distritales y departamentales, digitalización de E-14, así como la prueba de funcionalidad en consulados.

A lo anterior se suma que los distintos partidos políticos podrán tener auditores en todos los softwares, tanto en el de jurados de votación como en el de escrutinio. Esto les permitirá visualizar en tiempo real el avance del procesamiento de datos electorales, descargar las actas E-14 de claveros y archivos MMV de los resultados de los escrutinios, así como acceder a los archivos de mesa a mesa con la votación de preconteo y boletines informativos.

Por último pero no menos importante, las campañas políticas tendrán un mes para postular, de nuevo, a sus jurados de votación y testigos electorales. A ello se suma que serán excluidos de las 5.109 mesas de votación los jurados que presentaron serias anomalías en las parlamentarias. De igual modo, se va a cambiar nuevamente la forma de asignación y se tendrá en cuenta la experiencia como jurados de votación en pasados comicios.

Desconfianza

Sin embargo, pese a todos esos cambios en el operativo electoral, la polémica alrededor de las garantías de transparencia para el próximo 29 de mayo sigue a la orden del día.

Así se lo expresaron los delegados de las campañas presidenciales a la Procuraduría en la ya referenciada reunión de esta semana. Según el Ministerio Público, los voceros alertaron por la labor que adelanta la Registraduría luego de las presuntas irregularidades evidenciadas en el software, formularios, y en la selección y capacitación de los jurados para las pasadas elecciones.

Cabello dijo que recibió el informe solicitado a la Registraduría sobre el plan estratégico de trabajo para los comicios de la Casa de Nariño y que estaba a la espera de lo solicitado al Consejo Nacional Electoral para evaluarlo y tomar las acciones pertinentes.

Por otra parte, el ministro del Interior, Daniel Palacios, adelantó esta semana una nueva reunión de la Comisión Nacional de Garantías Electorales. Asistieron la Registraduría, Procuraduría, Misión de Observación Electoral (MOE), Consejo Nacional Electoral, partidos políticos, Fuerza Pública, delegados de las campañas presidenciales, misiones de observación nacional e internacional y entes de control.

Según Palacios se están adoptando las medidas que recomendaron el Gobierno y demás instancias para garantizar la transparencia en los comicios. “… Precisamente lo que se está construyendo es en consenso con ellos y en eso la mejor garantía para el proceso democrático es el consenso y el trabajo con todos los partidos y actores”, dijo.

Puntualizó que creó una comisión técnica con la Registraduría “en la que se hará permanente presencia de los partidos políticos y campañas presidenciales, para que todas las decisiones que se vayan tomando, estén consultadas y tengan la mayor capacidad de consenso, brindando todas las medidas en pro de dar más tranquilidad y más transparencia al proceso electoral presidencial”.

A su turno, la MOE presentó el Sexto Informe parcial de observación electoral. En uno de sus apartes denunció que “la cadena de fallas y errores en los sistemas informáticos, sumados a la información insuficiente por parte de la Organización Electoral en los comicios a Congreso, fracturaron la confianza en la organización de las elecciones y su desarrollo; produciendo -incluso- fuertes cuestionamientos que trascendieron a la legitimidad de sus resultados”.

Por ello, con el propósito de recuperar la confianza en las elecciones de Presidencia, la MOE considera que tanto la Registraduría como el Consejo Nacional Electoral deben garantizar que la totalidad de la información asociada a ese proceso electoral sea pública, presentada en formatos accesibles y comprensibles, tanto para las organizaciones políticas, como para la ciudadanía y las misiones locales e internacionales de observación electoral.

Como se ve, a cinco semanas de la cita en las urnas es muy complicado el panorama en materia de garantías y credibilidad del sistema electoral. Más allá de lo que pase con Vega y lo que avancen las investigaciones de la Fiscalía y la Procuraduría, resulta evidente que el clima de desconfianza sobre la capacidad de la Registraduría para asegurar unos comicios transparentes sigue muy alto, con todo lo que ello implica en medio de una campaña polarizada y muy candente.