Hace pocos días la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, había anunciado un viaje a la cárcel de Puerto Príncipe, capital de Haití, para verificar la situación judicial de los colombianos detenidos por el magnicidio de Jovenel Moïse, quien para ese entonces era el presidente de ese país.

Según información de inteligencia, aparentemente no es seguro que la vicepresidenta viaje a Haití para visitar la cárcel donde están detenidos los 18 exmilitares. Se conoció que los alrededores del penal están controlados por bandas criminales y por ello no hay garantías para que la diplomática se desplace en ese país. Además, se le suma la difícil situación política y social que se vive allí. 

La visita de la diplomática surgió de una reunión que sostuvo con los familiares de los colombianos y, consciente de la situación tan difícil que están pasando los detenidos, programó su ida para esta semana al país centroamericano con la finalidad de verificar por cuenta propia la situación.

Sin embargo, la vicepresidenta manifestó que, antes de dejar su cargo, tiene la firme intención de reunirse con los exmilitares colombianos detenidos, pero la posibilidad es cada vez más remota, pues la administración de Iván Duque está a menos de un mes de finalizar y en Haití las condiciones no permiten este tipo de visitas.

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Proceso oscuro

De otro lado, Ramírez  calificó lo sucedido con estos connacionales como una situación “totalmente irregular”, e indicó que “Es totalmente irregular que haya unas personas detenidas por tanto tiempo sin que tengamos la garantía de que hay un proceso que está avanzando, de que haya alguna claridad sobre qué otras responsabilidades se están buscando por parte de las autoridades haitianas, quiénes son las personas  involucradas, todo lo que se debería conocer a estas alturas cuando ha transcurrido un año de la muerte del Presidente de Haití”.

Igualmente explicó que el cónsul colombiano en Haití ha estado visitando periódicamente a los detenidos, verificando cuáles son sus condiciones de reclusión, asegurándose de que tengan el respeto debido a sus derechos humanos. Igualmente, dijo que los exmilitares están en un sitio de reclusión distinto al que tenían inicialmente porque aparentemente allí habían recibido amenazas.

De otro lado, Fulvia Benavides Cotés, directora de Asuntos Consulares, aseveró que desde el momento en que se conocieron los hechos, la Cancillería ha realizado un acompañamiento a las familias y a los connacionales detenidos en Haití: “De manera que seguimos atentos a la situación que se presenta para brindarles toda la asistencia consular establecida también en nuestra Convención de Viena sobre relaciones consulares, y que estén acompañados con nuestros representantes consulares y diplomáticos en el exterior”.

La defensa de los exmilitares

La abogada Macollins, defensora de los exmilitares, dejó conocer cómo se encuentran actualmente los detenidos y dijo que “Es precaria la situación de mis defendidos y eso es lo que genera mayor preocupación en los familiares de los detenidos, quienes estarían en riesgo de ser asesinados”.

Están en una cárcel que tiene medidas cautelares de la Comisión Internacional de Derechos Humanos por su peligrosidad. Los marshall de la cárcel están cerrando las celdas de a tres días y luego, cuando van a abrir las puertas y van a ingresar a otros los patios, los sacan a ellos, los ponen de escudo humano para poder ingresar a los patios, los ponen ahí como para ver si los matan o si se arma un motín; ellos son como los más visibles en toda la cárcel. Se han dado cuenta, según información que les ha llegado, de que la idea es que se arme el motín y que ellos sean asesinados”.

Finalmente, Claudia Grosso Salcedo, hermana del exmilitar Manuel Antonio Grosso, pidió al Gobierno colombiano que los apoye para que haya una cooperación entre los dos países, y sus familiares retenidos en Haití “acusados de un crimen que no cometieron” puedan tener un debido proceso y un juicio justo.

Mientras tanto los exmilitares han denunciado que se encuentran encerrados en una celda bajo malas condiciones, tanto de salud como de seguridad. Nos toca hacer del cuerpo dentro de estas rejas”, fue uno de los reclamos que hizo uno de los exmilitares colombianos que se encuentran detenidos en Haití tras el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021 en Puerto Príncipe.