Una declaración que iba a entregar este domingo el expresidente Álvaro Uribe se canceló sin que se conocieran las razones o para cuándo será agendada.
Probablemente se esperaba a que se le hiciera oficial la decisión adoptada el sábado por la jueza 30 de control de garantías Clara Ximena Salcedo se librara, como lo anunció la funcionaria judicial, “la respectiva boleta de libertad y las comunicaciones a las autoridades competentes”.
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Lo que sí es claro es que tras recuperar la libertad, suspendida por poco más de dos meses por cuenta de una medida de aseguramiento domiciliaria proferida por la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, Uribe se pondrá al frente de su partido.
Entre sus tareas inmediatas está la organización de convenciones municipales en todo el país, que se están convocando bajo el eslogan “ojo con el 2022”, lo que no deja duda que es el abrebocas de lo que será la campaña presidencial.
Esas convenciones elegirán los directorios locales, para después conformar los regionales y el nacional.
El proceso estaba inicialmente pensado para arrancar en mayo con una gira nacional del propio expresidente y el liderazgo del Centro Democrático, pero como muchas otras cosas en el mundo fue necesario dejarlo en suspenso durante la emergencia sanitaria para afrontar la pandemia.
Correo social
Durante la cuarentena, antes que le dictaran la mencionada medida, la colectividad (con moderación de su directora Nubia Stella Martínez) estuvo adelantando unos encuentros virtuales denominados Correo social, que algunos asociaron a los consejos comunitarios que presidió Uribe durante sus ochos años en la Casa de Nariño, y que versaron sobre temas tan disímiles como el fútbol, el vallenato, los taxistas, periodistas comunitarios y las iglesias.
Era la misma gira, pero digital, con intervención de la bancada uribista en el Congreso y altos funcionarios del Gobierno, de la vicepresidente Marta Lucía Ramírez para abajo (ministros, directores de entidades, superintendentes y asesores presidenciales).
“Ojo con el 2020”: deslindar el espectro político de la centro derecha, claramente liderado por el Centro Democrático, de todo lo que esté directa o indirectamente vinculado con el castro-chavismo
La estrategia involucra varios frentes y tendrá variaciones con el transcurso del tiempo, pero tiene un hilo común que se resume en el “ojo con el 2020”: deslindar el espectro político de la centro derecha, claramente liderado por el Centro Democrático, de todo lo que esté directa o indirectamente vinculado con el castro-chavismo, tal como lo está haciendo el Partido Republicano en Estados Unidos o VOX en España.
Así lo entendió el senador Roy Barreras (La U), quien consideró que “el Centro Democrático perdió un senador, la justicia ha perdido un caso y el uribismo extremo ha ganado un furioso jefe de debate para el 2022”.
El mismo sábado en que la jueza 30 le concedió la libertad a Uribe, el senador Gustavo Petro, de Colombia Humana (quien precisamente debe su curul a la derrota sufrida ante el actual presidente Iván Duque), sostuvo en sus redes sociales que al exmandatario "se le derrota en las urnas y por una sociedad que sepa qué es la democracia".
No en vano el presidente norteamericano Donald Trump se ha referido varias veces durante su campaña relectoral a Uribe como “un guerrero contra el castro-chavismo”.
Las expresiones del expresidente Uribe en ese sentido ya se venían dando hace meses, como en julio cuando intervino de manera virtual en una conferencia organizada en Madrid por Nueva Economía Fórum manifestando que “Colombia está viviendo una etapa que yo llamaría prechavista”.
“El chavismo colombiano tiene un discurso de deslegitimar el Gobierno, deslegitimar nuestro partido, nuestras políticas sociales”, lo cual se tiene que frenar con “éxitos rotundos” de la administración, dijo entonces.
"Estos sectores prochavistas de Colombia quieren llevar al país a lo que fue la Venezuela prechavista, aquella Venezuela que deslegitimó todas las instituciones, allá con razones, aquí sin razones", expresó.
Estas alertas adquirieron forma propia con la medida de aseguramiento que se le impuso, interpretada por el uribismo como un movimiento del fantasma del castro-chavismo y como un peligroso triunfo de la izquierda.
El senador José Obdulio Gaviria, del Centro Democrático, le dijo la semana pasada a EL NUEVO SIGLO que la colectividad se prepara para la “gran tarea de remate de un buen gobierno del presidente” Duque y para triunfar “en las elecciones de 2022, tanto en las presidenciales como lograr una mayor fuerza política en el Congreso, ojalá la mayoría”.
“La agenda tiene que incorporar todo lo que corresponde a la reconstrucción económica después de la pandemia y poner en marcha todo el proceso de crecimiento y desarrollo que el presidente Duque había planteado en su campaña y que con tan buen éxito iba desarrollándose hasta abril de este año”, sostuvo
“Obviamente, también hay una serie de determinaciones en los departamentos y regiones que se deben concretar para sacar adelante ese plan de acción del presidente Duque”, agregó.
En este contexto es que, como ya lo ha publicado este diario, Uribe ejercerá ahora más que nunca la jefatura real del partido, pues será él quien defina las reglas del juego para la campaña presidencial y la escogencia del candidato único para la Casa de Nariño.
Una fuente del uribismo le dijo a este diario que “nadie distinto a él señalará a la cabeza de lista para el Senado en 2022, ya sea abierta o cerrada”.
Además, según señaló, “también será el expresidente quien defina el cómo y cuándo de la relación con el presidente Duque, si hay pronunciamientos públicos o lo que toque decirse se hace en privado”.
Uribe ejercerá ahora más que nunca la jefatura real del partido, pues será él quien defina las reglas del juego para la campaña presidencial y la escogencia del candidato único para la Casa de Nariño.
Es más, agregó, “ese tacto que como senador ha mostrado para no tratar de imponerle tan de frente su criterio al resto de la bancada que estaba sentada a su lado en el Senado o en la Cámara, ya quedará atrás”.
Campaña electoral
El Uribe que quedó en libertad es muy distinto, en materia de acción política, al que ha venido mostrándose en los últimos años, incluso a la hora de expresar sus diferencias e inconformismos con Duque y sus ministros.
Sería ingenuo desconocer que no en pocas ocasiones el ahora exsenador prefirió no expresar públicamente sus criterios distintos sobre determinadas políticas y acciones de la Casa de Nariño, dada su condición y referencia como jefe de la bancada y del partido del gobierno.
Ahora, el tema será distinto y hablará con más libertad y sentido crítico, no hacia Duque, pero sí sobre el rumbo del país. Un tema clave, por ejemplo: ¿Referendo para reformar la justicia y acabar con la Corte Suprema?
Sin embargo, en donde más se espera que se note el liderazgo directo de Uribe de ahora en adelante es en lo referente a la campaña electoral para el 2022.
Como lo indicó meses atrás este medio, el propio exmandatario pidió a quienes aspiran a ser precandidatos de su partido que empezaran a mostrarse más ante la opinión pública y el electorado.
También ha sido claro Uribe en que la estrategia proselitista de la colectividad ya no puede estar supeditada única y exclusivamente a su imagen y arrastre político y electoral.
De igual manera, el expresidente es de la idea de que el uribismo debe encabezar la coalición de centro derecha para la sucesión de Duque en 2022, pero con uno de los suyos, antes que con un nombre de otra facción política.
Así las cosas, con la libertad proferida por la jueza 30 bien podría decirse el escenario político colombiano empezará a cambiar de manera sustancial.