EL NUEVO SIGLO: En Algeciras (Huila), ocho periodistas pidieron medidas cautelares a la CIDH por amenazas de muerte. ¿Ellos ya tienen protección del Estado?
JONATHAN BOCK: Desde el año pasado las disidencias de las Farc han hostigado y presionando a los comunicadores, obligándolos a que divulgaran material de sus grupos armados, entonces existe la preocupación constante por la situación, y por eso se ha pedido que sus nombres se mantengan en anonimato. Nosotros acompañamos en esa solicitud de medidas cautelares que fueron otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que debe dar el Estado.
ENS: ¿Cuándo se implementarían las medidas de protección?
JB: Tuvimos una primera reunión la semana pasada con diferentes organismos expertos en seguridad. Esperaríamos que a partir de la próxima semana ya haya un plan del Estado para la protección de los periodistas por parte de la Unidad Nacional de Protección (UNP), el Ministerio del Interior, la Fiscalía General de la Nación, y la Policía Nacional. Para nosotros lo más alarmante de esta situación es que casi la totalidad de los periodistas de ese municipio están bajo amenazas, y no hay a la fecha una respuesta efectiva del Estado.
ENS: ¿Cuál es la situación actual de seguridad para los periodistas en Colombia?
JB: El año pasado se registraron 151 amenazas en contra de periodistas, aunque se trata de una cifra significativa, presenta una disminución si lo comparamos con el 2022 en donde recogimos 210 amenazas. Hay que destacar que el año pasado fue el cubrimiento de las elecciones locales, un tiempo de máxima presión para medios de comunicación especialmente en regiones como Valle del Cauca, Putumayo, Arauca, y Nariño, Norte de Santander, donde se documentaron varios casos de periodistas amenazados.
ENS: ¿Cuántos periodistas fueron asesinados el año anterior?
JB: Se presentó el caso de un solo periodista asesinado, y se trató de Luis Gabriel Pereira, del municipio de Ciénaga de Oro, Córdoba. luego de recibir amenazas en redes sociales a partir de unas publicaciones de denuncias de la comunidad y otros temas, murió en abril del año pasado. Buena parte de las amenazas provienen principalmente de grupos armados, pretendiendo intimidar a periodistas en medio de disputas territoriales.
ENS: ¿Cuántos periodistas tuvieron que exiliarse por problemas de seguridad?
JB: Hubo dos casos de periodistas que tuvieron que salir del país tras recibir distintos tipos de amenazas e intimidaciones. Pero adicionalmente, hubo otros diez casos de desplazamientos internos, es decir, hablamos de comunicadores que salieron de poblaciones o ciudades en diferentes regiones por presiones de grupos delincuenciales o personas particulares. Varios salieron de las poblaciones por corto tiempo para luego volver a la región y continuar trabajando.
Libertad de prensa
ENS: ¿La libertad de prensa en Colombia aún sigue amenazada?
JB: Enfrentamos los mismos problemas de violencia e impunidad, y no solo por el asesinato de periodistas, sino por amenazas, así como el exilio. Se trata de una realidad que permanece y continúa, pero sobre la cual no hay una respuesta por parte del Estado. Actualmente la estigmatización se convirtió en un mensaje permanente por parte de las autoridades contra los comunicadores y que ha tenido un capítulo especial con el presidente Gustavo Petro, sobre lo cual hacemos un llamado de atención.
ENS: ¿Se utiliza la publicidad como medio de presión para que los medios de comunicación cambien la línea editorial?
JB: Una de las implicaciones más fuertes al hablar en términos de libertad de expresión, es el impacto de la publicidad oficial y el contenido de los medios de comunicación. El año pasado, en una encuesta realizada por Cifras y Conceptos a más de 600 periodistas, la mitad dijo que había cambiado su contenido editorial por los contratos de publicidad, este es un factor determinante que también afecta el flujo de información.
ENS: ¿Cuál es la principal razón para que los periodistas regionales no denuncien las amenazas?
JB: El miedo sigue siendo una constante en muchísimas ciudades y para muchos periodistas de todo el país, la situación la venimos reiterando desde la fundación. Es que muchas veces viene el silencio y se deja de publicar sobre cierto tema o en las líneas investigativas por intimidaciones.
Es bueno recordar que Colombia es un país donde más o menos una tercera parte del territorio tiene medios de comunicación con una producción de información local, y lo que estamos viendo muchas veces es el surgimiento de páginas web y espacios, que también buscan informar, pero que inmediatamente son objeto de presiones para deslegitimar ese trabajo no de decir.